Puyol, Pel¨®pidas y Ballack

Carles Puyol entr¨® a rematar entre la defensa alemana como? el tebano Pel¨®pidas irrumpi¨® en la falange espartana en la batalla de Leuctra. La imagen es de Rafael S¨¢nchez Ferlosio y describe para siempre el gol de Espa?a a Alemania en la semifinal del Mundial. Tambi¨¦n define la imagen p¨²blica de un jugador que en cuanto ha anunciado su despedida del Bar?a ha recibido pegajosas alabanzas (af¨¢n de superaci¨®n, coraz¨®n, empuje, esp¨ªritu irreductible) formuladas sobre lo que se supone que falta a los estandartes t¨¦cnicos del FC Barcelona (Xavi, Iniesta, Messi). La imagen pelop¨ªdea no es la ¨²nica que deja Carles: son muy apreciados sus reflejos de deportista ejemplar, como cuando par¨® en seco ¡ªy con un solo gesto¡ª el baile humillante de sus compa?eros concelebrantes de un gol a un contrario archivencido en su propio campo o cuando hizo desaparecer el mechero que enarbolaba Piqu¨¦ como prueba de agresi¨®n en el Bernab¨¦u. Pero una fotograf¨ªa retrata la revoluci¨®n de los peque?os espa?oles en el f¨²tbol mundial. Fue tomada en la final de la Eurocopa de 2008 y en ella aparece un avasallador Michael Ballack, de talla XXL ¡ªpor eso Carlos V prefer¨ªa a los alemanes como lansquenetes en los Tercios¡ª abroncando a un Puyol, en comparaci¨®n peque?o, que le escucha con cara de ¡°te vas a enterar¡±. Parec¨ªa un partido de padres contra hijos; pero ganaron los peque?os y qued¨® demostrado para siempre que vale m¨¢s tener talento que un armario ropero. O muchos.

Este es el principio de un largo adi¨®s ¡ªla expresi¨®n es de Raymond Chandler¡ª para la generaci¨®n de oro de Espa?a. Puyol deja el Bar?a, Xavi juega cada vez menos y llegar¨¢ al pr¨®ximo Mundial con cierta edad, Iniesta renquea de vez en cuando, Torres y Villa se esfuman en la lejan¨ªa, mientras en primer plano aparece Diego Costa, Casillas es suplente y Xabi Alonso rinde mucho, pero est¨¢ en la recta media-final de su carrera.

Puyol no ha aclarado mucho sobre su futuro, si jugar¨¢ en otro equipo con menos exigencias o si se retirar¨¢ a cuidar las m¨²ltiples cicatrices que le ha merecido su vida de garra y empuje. Pero si hay que apostar, seguro que no deja del todo el Bar?a o volver¨¢ a ¨¦l; el mejor medio para predecir la conducta futura es observar la conducta pasada.