La r¨¦plica de Altamira

En su edici¨®n del d¨ªa 8 de marzo, aparece un art¨ªculo sobre la apertura al p¨²blico de la cueva de Altamira.

En ¨¦l aparecen una serie de inexactitudes que, desgraciadamente, llevo sufriendo desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. La r¨¦plica de Altamira, la llamada ¡°Neocueva¡± fue dirigida y pintada exclusivamente por Matilde M¨²zquiz y por m¨ª mismo, Pedro Saura, ambos profesores de la Facultad de Bellas Artes de la UCM. El taller donde la llevamos a cabo fue el de la empresa Tragacanto, cuyo director Sven Nevel, colabor¨® estrechamente con nosotros, poniendo su empresa y sus operarios a nuestras ¨®rdenes, seg¨²n un protocolo de trabajo elaborado por nosotros, con la experiencia adquirida en otra r¨¦plica del Techo Policromo de Altamira que realizamos Matilde M¨²zquiz y yo con otra empresa, para un parque cultural en Jap¨®n en 1992.

Todo el proceso de ejecuci¨®n, todas las pinturas, dibujos y grabados, el dise?o del soporte en piedra caliza, el escrupuloso trabajo de trasladar las texturas de la roca original a la r¨¦plica, cada volumen, textura y grieta talladas tambi¨¦n en parte por nosotros mismos, fue un trabajo exclusivamente dise?ado y realizado por Matilde M¨²zquiz y por m¨ª, tras m¨¢s de 25 a?os estudiando y trabajando bajo el techo de Altamira.

Ya en El Pa¨ªs Semanal de 5 de octubre de 2003, se publicaba una carta nuestra desdiciendo las mentiras de Manuel Franquelo que, sin haber participado en absoluto en la realizaci¨®n de la r¨¦plica de Altamira, afirmaba en un reportaje de EPS de dos semanas antes que ¨¦l era el autor de la misma.¡ª Pedro Saura Ramos. Catedr¨¢tico de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes, de la Universidad Complutense de Madrid.