Indemnizaciones millonarias

Lo ¨¦tico y lo justo son valores muy diferentes, incluso lo que parece l¨®gico y de sentido com¨²n para los ciudadanos no est¨¢ contemplado en nuestro ordenamiento jur¨ªdico. Por ello, no debe sorprendernos, por muy escandaloso que parezca, que haya que indemnizar con cifras astron¨®micas a dos antiguos directivos de Catalunya Banc. Ambos ten¨ªan contratos con condiciones precisas que se hab¨ªan vulnerado en los despidos y los jueces no pod¨ªan sentenciar de otro modo que aplicando la ley. Porque, adem¨¢s, y es importante no olvidar esto, la gesti¨®n, aunque no acertada para sus objetivos empresariales, no fue delictiva. Por tanto, lo que se firma en libertad entre las partes es y debe ser inviolable.

Lo que no se entiende, o yo no puedo entender, es que el Banco de Espa?a, tan celoso del funcionamiento exquisito de las entidades financieras y del comportamiento de los salarios de los trabajadores ¡ªrecomendando su rebaja continuada¡ª, permita que las entidades hagan contratos anormales y con blindaje. Que no se ligue el componente de la retribuci¨®n variable y las posibles indemnizaciones por rescisi¨®n de contrato a los resultados empresariales; y que no reglamente prohibiendo esta pr¨¢ctica. Como regulador esto est¨¢ entre sus competencias.

Este es el problema de fondo, que se omiten las responsabilidades por parte de las instituciones y, debido a esta inacci¨®n, se dan situaciones tan poco presentables como la citada.¡ª Dionisio Rodr¨ªguez Castro.