Ucrania tras el refer¨¦ndum del 16-M
Mosc¨² pagar¨ªa costes pol¨ªticos y quedar¨ªa aislada en caso de anexionarse Crimea
En los ¨²ltimos d¨ªas la crisis de Ucrania ha llegado con frecuencia a las primeras p¨¢ginas de los diarios.?La situaci¨®n no es menos preocupante ahora que cuando estallaron las protestas m¨¢s violentas a finales de febrero. Esto es as¨ª porque las partes se han consolidado en sus posiciones en vez de corregir r¨¢pidamente errores estrat¨¦gicos y, de esta forma, han hecho pr¨¢cticamente imposible un retorno al statu quo inicial, lo que hubiera sido la soluci¨®n ideal para todos. Es decir, la vuelta al acuerdo de 21 de febrero entre el Gobierno del hoy depuesto Yanuk¨®vich y la oposici¨®n, auspiciado por la Uni¨®n Europea, personificada en los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Polonia, y negociaci¨®n a partir de este punto.
Por el contrario, la UE ha persistido en su reconocimiento de las nuevas autoridades ileg¨ªtimas de Kiev, Rusia ha excitado a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos de los rusos que viven en Crimea y, en particular, de sus l¨ªderes m¨¢s aguerridos que se han visto t¨¢citamente respaldados por Mosc¨² mientras, desde el Kremlin, se negaba una evidencia: que las fuerzas militares en Crimea son rusas. Lo m¨¢s sorprendente, con todo, es que Ucrania se ha enrocado en su posici¨®n nacionalista y antirusa y su nuevo Gobierno de facto parece m¨¢s preocupado en ¡°mantenerla y no enmendarla¡± que en dar pasos para mantener la integridad territorial del pa¨ªs; un pa¨ªs nuevo cuya soberan¨ªa plena recuperaron no hace 25 a?os.
Cabr¨ªa esperar de las autoridades de Kiev garant¨ªas de trato no discriminatorio a las minor¨ªas ¨¦tnicas o nacionales. M¨¢s a¨²n, hubiera sido deseable y comprensible el reconocimiento de ciertas prerrogativas mayores a Crimea que permitieran ver a sus habitantes las ventajas de permanecer en Ucrania en vez de aproximarse a Rusia; una Rusia que, desde la llegada de Putin al poder, por cierto, ha ido cercenando progresivamente la autonom¨ªa real de sus rep¨²blicas y unidades administrativas con medidas tales como la supresi¨®n de la elecci¨®n directa de gobernadores o las agencias de control del Estado dirigidas por el FSB (Servicio Federal de Seguridad) sobre todas aquellas con m¨¢s fuertes tendencias independentistas.
Rusia har¨¢ todo lo posible para que el resultado de la consulta sea positivo
Las encuestas auguran una mayor¨ªa amplia, de m¨¢s del 80% de votos, a favor de la anexi¨®n a Rusia de la pen¨ªnsula crimeana. Y esto es as¨ª por m¨¢s que queramos ver la existencia de un salto generacional y que es tan solo la poblaci¨®n de m¨¢s edad la que apoya esta salida, o por mucho que los t¨¢rtaros (12% de la poblaci¨®n de Crimea) y ucranios (24%) en la zona se opongan a ello.
Es improbable un resultado negativo a la anexi¨®n con la Federaci¨®n Rusa pues, una vez planteado el refer¨¦ndum en estos t¨¦rminos, desde Mosc¨² se har¨¢ todo lo necesario para que eso no ocurra. Esta opci¨®n ser¨ªa mal encajada por Rusia, quien reaccionar¨ªa no aflojando su control incluso militar en Crimea y con mayor desconfianza hacia Ucrania. Un resultado negativo fomentar¨ªa, por otra parte, el revanchismo de Kiev y la represi¨®n m¨¢s o menos abierta de los rusos crimeanos y, tarde o temprano, la situaci¨®n estallar¨ªa de nuevo.
Una consulta que arrojara una opini¨®n favorable a la secesi¨®n de Ucrania y su dependencia de Mosc¨² puede dar lugar a dos escenarios. El primero, una anexi¨®n m¨¢s o menos inmediata del territorio a la Federaci¨®n Rusa. El actual dirigente crimeano, Aksionov, augura un plazo de dos o tres meses para hacer efectiva la nueva dependencia pol¨ªtico-administrativa. En el segundo escenario, m¨¢s realista, la anexi¨®n no tendr¨ªa lugar y ello debido a la comprensi¨®n por el Kremlin de los costes pol¨ªticos, econ¨®micos y de aislamiento internacional que tal anexi¨®n acarrear¨ªa; una ¡°Rusia asi¨¢tica¡± con mala relaci¨®n con Estados Unidos, con la Uni¨®n Europea y mirando tan solo hacia el territorio de la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica y al Pac¨ªfico donde, por cierto, tambi¨¦n tiene intereses encontrados y disputas con China y Jap¨®n. Este resultado dejar¨ªa en mal lugar a las nuevas autoridades de Simfer¨®pol y a toda la poblaci¨®n crimeana: a los rusos por no ser aceptados como parte de Rusia y a ucranios y t¨¢rtaros por no disfrutar de la ¡°protecci¨®n estatal¡± de Kiev y, de alguna manera, de Europa occidental. Sin embargo, la no anexi¨®n es una salida muy ventajosa para Putin por varias razones. En primer lugar, aparecer¨ªa como el l¨ªder mundial poderoso pero tambi¨¦n respetuoso con el derecho internacional (recordemos que nunca ha aceptado que la presencia militar en Crimea sea rusa, sino autodefensas). En segundo lugar, esta soluci¨®n har¨ªa olvidar pronto el episodio de ocupaci¨®n militar al resto de la comunidad internacional y se volver¨ªa a las buenas relaciones con la Federaci¨®n Rusa, tan necesarias para su comercio y econom¨ªa en general. Finalmente, no nos enga?emos, permitir¨ªa la continuaci¨®n de la presencia militar de Rusia pr¨¢cticamente en el nivel actual.
La situaci¨®n final puede ser la de un conflicto enquistado en el territorio m¨¢s estrat¨¦gico de Ucrania quien, adem¨¢s, deber¨ªa dar alg¨²n tipo de alternativa a esta regi¨®n que quedar¨ªa con un dudoso estatuto pol¨ªtico y jur¨ªdico. Esto abrir¨ªa unas negociaciones entre Kiev y Crimea que podr¨ªan durar d¨¦cadas y conferir¨ªa un poder de facto a Mosc¨² sobre la pen¨ªnsula crimeana, al tiempo que le permitir¨ªa asegurar esa zona de seguridad que parece tan necesaria a los ojos del Kremlin. En esas circunstancias, dif¨ªcilmente ninguna instituci¨®n europea, UE u OTAN, har¨ªa intentos de mayor aproximaci¨®n a Ucrania, un pa¨ªs dividido. Todos los objetivos de Mosc¨², conseguidos. Pero ?qui¨¦n pondr¨ªa todo el dinero que Ucrania debe y que necesita para evitar la bancarrota?
Natividad Fern¨¢ndez Sola es catedr¨¢tica (acreditada) de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales y profesora Jean Monnet, Universidad de Zaragoza.
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