Pol¨¦mica por el santo que viste calzoncillos de D&G

Racale, en la provincia italiana de Lecce, es un pueblo plano y tranquilo, de calles cuadriculadas e iguales, y casas bajas. Diez mil habitantes esperan la temporada estival, cuando los turistas acuden a este extremo del sur de Italia. Las charlas mon¨®tonas de la primavera se han animado estos d¨ªas por un gran mural que representa al santo protector del pueblo, San Sebasti¨¢n, de una forma no muy ortodoxa. En lugar del pa?uelo que suele tapar al joven m¨¢rtir, el artista toscano Ozmo ha pintado un par de calzoncillos negros, bien ce?idos y firmados D&G. De las flechas que mataron al centuri¨®n romano convertido al catolicismo, no sale sangre sino coloreadas fichas de p¨®quer o de ruleta. El resultado recuerda m¨¢s una publicidad de ropa interior que una tradici¨®n cristiana.

Los vecinos de Racale pusieron el grito en el cielo ante una interpretaci¨®n tan profana de la iconograf¨ªa del santo al que veneran con oraciones, procesiones y cuatro d¨ªas de feria a principios de junio, para agradecerle que en el siglo XV salvara de la peste a sus antepasados.

El mural de la discordia alborota este pueblo. El artista ard¨® tres d¨ªas en terminar el mural de tres metros de alto. Fue un encargo realizado por dos j¨®venes que hicieron una convocatoria a artistas de renombre para avivar algunos edificios de la localidad. En la acci¨®n estuvieron respaldados por el alcalde Donato Metallo, de 33 a?os, elegido en las filas de la lista c¨ªvica "Yo amo Racale", ya c¨¦lebre en Italia por haber autorizado la creaci¨®n del primer "Cannabis social club", un centro que fomenta el cultivo de can¨¢bis con fines terap¨¦uticos. El alcalde dio su bendici¨®n al proyecto de street art ideado por los j¨®venes de Racale. Los ganadores del concurso tuvieron carta blanca. Entre ellos, Ozmo -nombre art¨ªstico de Gionata Gesi, nacido en la Toscana en 1975 y con curr¨ªculo internacional-? que se decidi¨® por una interpretaci¨®n del martirio de San Sebasti¨¢n en clave contempor¨¢nea y comercial. Seg¨²n comenta la prensa local, Metallo no excluye pedir a Ozmo que modifique su creaci¨®n y borre la firma de la famosa casa de moda de los calzoncillos del santo. Entre sacro y profano, que al menos no gane la publicidad.