Conversaciones en el ascensor
La charla entre un profesor de gimnasia jubilado, Onofre, un treinta?ero publicista, H¨¦ctor, y un adolescente absorbido por su m¨®vil, David
ONOFRE 01
Mi nombre es Onofre Restrepo Seisdedos y tengo 71 a?os. Durante m¨¢s de 40 fui maestro de educaci¨®n f¨ªsica en el colegio p¨²blico Arco Iris. Bueno, el colegio durante mucho tiempo se llam¨® General Mola, pero a principio de los ochenta lo cambiaron. Se vot¨® en el consejo escolar y toda la pesca. Yo me abstuve porque a m¨ª me daba igual c¨®mo se llamara: ?o es que cambiando el dichoso nombre iba a cambiar por arte de magia todo el colegio? Pues no. En tantos a?os como maestro, a uno le pasa de todo. Una vez vino una madre a decirme que su hija no pod¨ªa dar clase de gimnasia porque estaba con la ¡°masturbaci¨®n¡±, ja, ja, ja. Yo le dije: ¡°?Si est¨¢ con la masturbaci¨®n, d¨¦jela!¡±. Qu¨¦ l¨¢stima, la mujer quer¨ªa decir ¡°menstruaci¨®n¡±, pero se equivoc¨®. Soy viudo y tengo dos hijos. El mayor, Mat¨ªas, es dentista, est¨¢ casado y tiene dos chiquillos mellizos: Yago y Candela. Mi nuera es colombiana y trabaja con ¨¦l en la cl¨ªnica. Se conocieron en un simposio en Medell¨ªn al que fue mi hijo para hablar de lo suyo de los dientes y all¨ª parece que empez¨® todo. Yo le dije: ¡°Hijo m¨ªo, ?no hay aqu¨ª mujeres, que te tienes que traer una de fuera?¡±. Pero la verdad es que la muchacha es muy buena y muy educada. Gracias a Dios, les va muy bien. Hablamos mucho por tel¨¦fono y algunos domingos me invitan a su casa a comer. Mi nuera no es que cocine mal, pero le echa a todo muchas especias. Mi otro hijo se llama Ra¨²l y es actor.
H?CTOR 02
Me llamo H¨¦ctor Abad, tengo 39 a?os y soy publicista. Trabajo en una agencia peque?a, pero que tiene clientes muy fieles. Hace poco dirig¨ª una campa?a para un producto muy famoso que combate el estre?imiento. El copy del anuncio era: ¡°T¨² solo preoc¨²pate de comer, el resto d¨¦jalo de nuestra cuenta¡±, y en la foto sal¨ªa un chimpanc¨¦ sentado en un v¨¢ter, fumando un puro. Al cliente le encant¨®. ?Joder! Est¨¢ mal que yo lo diga, pero es que es genial. Me encanta este trabajo, y cuando despu¨¦s de horas y horas das con la idea, ?guau! Es como un orgasmo. Con mi pareja ahora no estoy pasando una buena racha¡ bueno, la verdad es que nos acabamos de separar. No s¨¦ por qu¨¦, lleg¨® un momento en que ella no comprend¨ªa mi trabajo. Dec¨ªa que sal¨ªa mucho, ?pero es que acaso en las fiestas no se hacen negocios? Pues no lo entend¨ªa. La verdad es que al final la situaci¨®n era un poco insoportable. La idea de separarnos fue suya, pero estaba a punto de tomarla yo. A pesar de todo, nos llevamos bien porque tenemos un ni?o de dos a?os que se llama Marcus. Ese enano es lo m¨¢s importante en mi vida. El otro d¨ªa llam¨¦ para felicitarle el cumplea?os, pero me equivoqu¨¦ de d¨ªa y¡ le falt¨® tiempo a mi ex para restreg¨¢rmelo por la cara. Ahora estoy trabajando en una campa?a para una marca de fijador de dentaduras postizas.
DAVID 03
Hola, soy David, aunque casi todo el mundo me conoce por D¨¢veliu. Tengo 19 a?os y soy youtuber. Empec¨¦ grabando mis movidas y mand¨¢ndoselas a mis colegas y a amigos de Internet, y result¨® que a ellos les molaron mis gilipolleces y no s¨¦¡ todo fue como una bola de nieve. As¨ª de sencillo. Ahora tengo mi propio canal de YouTube. Pero no hay una f¨®rmula. Si gustas, gustas, y si no, no. Yo hablo de mis rayadas, de las cosas que me molan, de mi vida, de lo que me pasa¡ no s¨¦¡ igual te comento un juego que te hablo de un gorro chorra que me he comprado, ?sabes? Mi mundo. Por ejemplo, en el ¨²ltimo v¨ªdeo que he colgado salgo bebi¨¦ndome un vaso de leche con Cola Cao, y entonces me acuerdo de una parida, me r¨ªo y la leche me sale por las narices. En una semana lleva casi un mill¨®n de visitas.
El se?or Onofre, H¨¦ctor (con resaca) y David en el rellano esperando el ascensor.
Onofre. Buenas tarde.
H¨¦ctor. Bola, buenas tardes.
David. [No se entiende].
H¨¦ctor. [Pensando]. Qu¨¦ dolor de cabeza tengo, la madre de Dios. ?Joder! Hoy me toca ir a recoger al ni?o al colegio. A ver si me da tiempo a echarme una siesta de 5 minutillos.
Onofre. Ma?ana hay reuni¨®n de vecinos, que se tiene que votar lo de la derrama para el arreglo del desag¨¹e. Acu¨¦rdense.
H¨¦ctor. S¨ª, s¨ª, no se preocupe.
David. [Parece que dice algo de que ir¨¢ su madre, pero no se entiende bien].
H¨¦ctor. [Pensando mientras mira a Onofre de soslayo]. ?Madre m¨ªa! Qu¨¦ fuerte respira este hombre, hace much¨ªsimo ruido. Y huele como a ropero viejo.
El se?or Onofre, H¨¦ctor (con resaca y ganas de llegar a su casa) y David dentro del ascensor.
Onofre. [Preguntando a H¨¦ctor despu¨¦s de pulsar el n¨²mero de su piso]. ?Usted va a¡?
H¨¦ctor. S¨ª, al s¨¦ptimo.
Onofre. Al s¨¦ptimo, ?y usted?
David. [Pulsando el bot¨®n ¨¦l mismo]. Al quint¡ [no termina de entenderse bien].
H¨¦ctor. [Pensando mientras se mira al espejo]. ?Joder, c¨®mo se me clarea el cart¨®n! Esto son los putos hal¨®genos. Ya le pod¨ªa haber comido un gorrino al que los invent¨® [pensando mientras saca el smartphone]. A ver qui¨¦n los invent¨® [inicia la b¨²squeda en Google].
Onofre. [Pensando]. Ma?ana que no se me olvide actualizar la cartilla.
David. [Pensando]. Tengo que grabarme haciendo el ¡°reto de la canela¡±(1).
H¨¦ctor. [Leyendo para s¨ª]. Los cient¨ªficos Emmett Wiley y Elmer Fridrich inventaron la l¨¢mpara hal¨®gena¡ [pensando mientras guarda el smartphone]. Bueno, pues muy bien [pensando mientras mira el cogote de Onofre]. Joder, este hombre, qu¨¦ pelazo tiene para lo mayor que es [pensando mientras mira el cogote de David]. Uy, amigo¡ con ese pelo rizado lo llevas claro. El pelo rizado es muy mal compa?ero de viaje. Antes de que cumplas los treinta, calvo no, lo siguiente [r¨ªe mentalmente].
El ascensor para s¨²bitamente.
Onofre. ?Ay, la leche!
H¨¦ctor. Pero qu¨¦¡
David. ?Shit!
Inmediatamente despu¨¦s de pararseel ascensor.
Onofre. Parece que se ha parado el ascensor.
H¨¦ctor. S¨ª [pulsando sin parar los botones].
Onofre. Nada, no se esfuerce. Si se ha parado, se ha parado. Estos trastos¡ un amigo m¨ªo que vive en Palencia, que tuvo una ferreter¨ªa much¨ªsimos a?os con su hermano, pero que luego ri?eron y la tuvieron que cerrar, que, bueno, eso termin¨® como el rosario de la aurora, pues se qued¨® encerrado en el ascensor y result¨® que era el puente de la Constituci¨®n y estuvo el hombre ah¨ª encerrado tres d¨ªas. Cuando el lunes fueron a sacarlo, por lo visto estaba hecho un eccehomo.El pobre hab¨ªa hecho sus necesidades en una bolsa del Caprabo.
H¨¦ctor. Pero, hombre, eso no lo cuente ahora.
Onofre. [Mirando una plaquita en la pared del ascensor mientras saca un modelo antiguo de m¨®vil]. Voy a llamar al tel¨¦fono de urgencia que pone aqu¨ª. A ver¡ [mirando el teclado del m¨®vil muy de cerca] a ver si marco bien¡ que no se crea que me organizo yo con el tel¨¦fono este. Me lo dio mi hijo Mat¨ªas, que es dentista. Se conoce que ¨¦l ya no lo utilizaba. A ver el n¨²mero¡
H¨¦ctor. [Dict¨¢ndole de la plaquita]. Nueve, uno¡
Onofre. Nueve, uno¡
H¨¦ctor. Tres, cuatro, seis, ocho, veinticinco, treinta y siete.
Onofre. [Marcando] ¡ticinco, treinta y siete. A ver¡ [pausa]. Me dice que el tel¨¦fono no existe.
David. [Entendi¨¦ndosele perfectamente]. ?Me¨® y cag¨® en una bolsa de Caprabo? LOL(2).
Bastante rato despu¨¦s
Onofre. ?Ahora da se?al! [pausa]. Es un contestador de estos [pausa] [hablando fuerte]. ?UNO!
H¨¦ctor. [Pensando]. ?Hostia, el ni?o! [sacando el smartphone y llamando a un contacto] [pausa]. ?Isa?
Isa. ?Qu¨¦ quieres, H¨¦ctor?
H¨¦ctor. Isa, que¡ no s¨¦ si voy a poder ir a por Marcus al cole, es que¡
Onofre. [Hablando m¨¢s fuerte todav¨ªa]. ?EMERGENCIA T?CNICA!
H¨¦ctor. Es que me he quedado encerrado en un ascensor.
Isa. ?Pero qu¨¦ dices? No empieces con tus rollos.
Onofre. [Pr¨¢cticamente gritando]. ?EMERGENCIA T?CNICA!
H¨¦ctor. Es verdad Isa, te lo juro.
Isa. Vete a la mierda, H¨¦ctor.
Onofre. [Guard¨¢ndose el m¨®vil]. Bueno, pues ya parece que van a mandar a alguien.
H¨¦ctor. [Abatido]. Genial.
David. [Entendi¨¦ndosele bastante bien]. ?Oh, my God!, he puesto en el Twitter que estoy encerrado en un ascensor y ya tengo m¨¢s de trescientas respuestas, ?no es incre¨ªble? [lo siguiente no se entiende].
Casi media hora despu¨¦s
H¨¦ctor. Pero, bueno, cu¨¢nto tardan¡ [a Onofre]. ?Seguro que le han dicho que ven¨ªa alguien?
Onofre. S¨ª, s¨ª, me lo ha dicho la mujer, bueno, la m¨¢quina esa con la que he hablado.
H¨¦ctor. Joder.
[Est¨¢n un rato callados].
Onofre. [A H¨¦ctor]. ?Usted es del s¨¦ptimo C?
H¨¦ctor. S¨ª, ?por qu¨¦?
Onofre. Hombre¡ le pedir¨ªa que no dieran tantos portazos.
[David se r¨ªe por lo bajinis].
H¨¦ctor. No se preocupe, que ya no va a haber m¨¢s portazos. [Para s¨ª]. Ya no va a haber m¨¢s portazos.
Onofre. [Poni¨¦ndole una mano en un hombro y mirando a H¨¦ctor a los ojos]. Hijo, ?necesitas hablar?
M¨¢s de una hora despu¨¦s
Onofre. [Abrazando a H¨¦ctor]. Lo que te pasa es que est¨¢s proyectando en ella todos tus miedos y frustraciones. Debes hacer una introspecci¨®n y encontrar la verdadera esencia de tu ser. Por ti, por ella y por el peque?o Marcus.
H¨¦ctor. [Llorando a moco tendido]. Gracias, Onofre.
Onofre. Y ahora vamos a ver si podemos salir de aqu¨ª. [Palpando]. Parece que nos hemos quedado entre dos pisos. [Sin dejar de palpar]. A ver si se puede abrir la puerta del piso de arriba¡ s¨ª, s¨ª, se abre. Voy a escalar y a pedir ayuda.
H¨¦ctor. [Todav¨ªa llorando]. No, espere, ya voy yo [intentado subir]. Ah¨ª va. No, no puedo.
David. [Hablando flojo ajeno a todo]. ?How! Mis followers est¨¢n locos con mi mensaje del ascensor.
Onofre. [Quit¨¢ndose la camisa]. No os ?preocup¨¦is, he sido profesor de gimnasia m¨¢s de cuarenta a?os en el colegio Arco Iris, bueno, que antes se llamaba General Mola.
David. [Mirando fijamente el torso de Onofre]. ?What the fuck! ?Est¨¢ toch¨ªsimo!
Onofre. All¨¢ voy.
H¨¦ctor. Una cosa, Onofre.
Onofre. Dime, hijo.
H¨¦ctor. Si tuviera que vender un fijador de dentaduras postizas, ?c¨®mo lo har¨ªa?
ONOFRE.
Gracias a Dios, todo sali¨® bien. Trep¨¦ al piso de arriba y los pude sacar de all¨ª con la ayuda de Lucio, el portero de la finca. Lucio es un buen hombre, aunque una vez se me cay¨® una camisa al patio de luces, le ?pregunt¨¦ si la hab¨ªa visto, me dijo que no y un d¨ªa le vi con ella puesta como si nada. Ahora se conoce que en el esfuerzo de subir se me debi¨® romper la culera del pantal¨®n. Me da apuro porque nunca llevo ?calzoncillos.
DAVID.
Lo que pas¨® en ese ascensor fue una movida muy tocha. Me cambi¨®, ?sabes? Sal¨ª siendo una persona distinta que la que entr¨®. Por cierto, no os voy a decir de qu¨¦ va el ¨²ltimo v¨ªdeo que he colgado en mi canal de YouTube, pero en apenas dos d¨ªas lleva tres millones de visitas.
H?CTOR.
Cuando llegu¨¦ a la agencia, estaban todos arremolinados alrededor del ordenador ri¨¦ndose. Entonces el gilipollas de Pablo se gir¨® y me dijo: ¡°?Macho, t¨ªo! Hay un v¨ªdeo gracios¨ªsimo en YouTube donde se te ve en un ascensor llorando, abrazado a un se?or mayor, mientras hablas de tu exmujer. Al final el se?or se encarama y se le ve el culo. Es para morirse¡±.
Fin.
(1) El ¡°reto de la canela¡± consiste en meterse una cucharada sopera de canela e intentar tragarla. Es una prueba muy popular entre los ¡®youtubers¡¯.
(2) ¡®Laughing out laugh¡¯. Re¨ªrse mucho.
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