Un pensador para el siglo XXI
El periodismo que practic¨® Jean-Fran?ois Revel significaba claridad y verdad, poner las ideas al alcance del lector profano, pero sin trivializarlas y manteniendo el rigor, la elegancia y la originalidad
La obra de Jean-Fran?ois Revel (1924-2006) no consiste solo en los veintis¨¦is libros que escribi¨® y que, adem¨¢s de la pol¨ªtica, abarcan muchos g¨¦neros de su enciclop¨¦dica cultura: filosof¨ªa, arte, historia, literatura, informaci¨®n, gastronom¨ªa. Tambi¨¦n en los centenares de art¨ªculos que public¨® en revistas como L¡¯Express, Le Point y Commentaire y que, al igual que en los casos de un George Orwell o un Jos¨¦ Ortega y Gasset, son textos neur¨¢lgicos de su reflexi¨®n intelectual. Porque Revel, aunque hab¨ªa tenido una formaci¨®n acad¨¦mica de alto nivel ¡ªEscuela Normal Superior, donde fue disc¨ªpulo de Louis Althusser, y agregaci¨®n¡ª renunci¨® a la carrera universitaria despu¨¦s de haber ense?ado en M¨¦xico y en Italia, para dedicarse al periodismo, que alcanz¨® en Francia, gracias a ¨¦l, la brillantez que tuvo antes en Gran Breta?a y Espa?a gracias a los autores de Cazando un elefante y La deshumanizaci¨®n del arte.
?Por qu¨¦ lo hizo? Yo creo que para llegar a un p¨²blico m¨¢s amplio que el del ¨¢mbito universitario y, acaso, sobre todo, para no verse arrastrado al oscurantismo ret¨®rico, aquella forma de logomaquia vanidosa y mentirosa que zahiri¨® con tanta valent¨ªa como exactitud en algunos fil¨®sofos de su tiempo en el segundo de sus libros, Pourquoi des philosophes? (1957) El periodismo que ¨¦l practic¨® significaba claridad y verdad, poner las ideas al alcance del lector profano, pero sin trivializarlas, manteniendo el rigor a la vez que la elegancia y la originalidad de los buenos textos literarios. Sin embargo, el periodismo significa tambi¨¦n dispersi¨®n y fugacidad; tal vez por ello, hasta ahora, salvo espor¨¢dicos empe?os como el de Pierre Boncenne (Pour Jean-Fran?ois Revel, 2006) nadie hab¨ªa intentado presentar de una manera sistem¨¢tica y completa el pensamiento pol¨ªtico de Revel y lo que significa en el contexto de nuestra ¨¦poca.
El profesor Philippe Boulanger acaba de hacerlo, de manera soberbia, con un ensayo que, gracias a una investigaci¨®n exhaustiva de sus libros, sus art¨ªculos y su correspondencia y archivos depositados en la Biblioteca Nacional de Par¨ªs, presenta una visi¨®n de conjunto, coherente y minuciosa, del pensamiento pol¨ªtico de Revel con el tel¨®n de fondo de los grandes debates, crisis nacionales e internacionales, conflictos ideol¨®gicos, la guerra fr¨ªa y el desplome del comunismo, ocurridos durante la vida del pensador franc¨¦s: Jean-Fran?ois Revel. La d¨¦mocratie lib¨¦rale ¨¤ l'¨¦preuve du XXe si¨¨cle .
Sostuvo buena parte de su vida que el verdadero socialismo era inseparable del liberalismo
En su intenso rastreo, Philippe Boulanger muestra, ante todo, que las ideas de Revel sobre el quehacer pol¨ªtico se forjaron siempre a partir de un cotejo constante de pensamiento y realidad, confrontando sin descanso los hechos comprobables de la historia vivida y las interpretaciones ideol¨®gicas, adaptando ¨¦stas a aquella y no acomodando los hechos a ideas o esquemas abstractos preconcebidos, como hac¨ªa el marxismo. Esto fue distanciando cada vez m¨¢s a Revel de un tipo de socialismo que, a su juicio, distorsionaba la historia para que justificara una ideolog¨ªa que una lectura objetiva de la realidad desment¨ªa. Pero, y sobre esto Boulanger presenta pruebas incontrovertibles, Revel sostuvo buena parte de su vida que el verdadero socialismo era inseparable del liberalismo, y que el pecado capital del socialismo franc¨¦s era haberlo olvidado, someti¨¦ndose al marxismo y sirviendo de remolque al comunismo. De ah¨ª, una de sus tesis m¨¢s atrevidas: que el comunismo era el obst¨¢culo mayor que ten¨ªa el socialismo franc¨¦s para reformar profundamente a Francia y hacer de ella una sociedad m¨¢s libre al mismo tiempo que m¨¢s justa. Y de ah¨ª, tambi¨¦n, su simpat¨ªa por el socialismo sueco y por la socialdemocracia alemana que, a diferencia del socialismo franc¨¦s, nunca tuvieron complejos de inferioridad frente al comunismo a la hora de defender la democracia ¡°burguesa¡±.
Reivindicar el liberalismo en Francia, en la ¨¦poca que lo hicieron Jean-Fran?ois Revel o Raymond Aron, no s¨®lo era ir contra la corriente, sino querellarse al mismo tiempo con la izquierda y una derecha conservadora, populista y autoritaria representada por la Quinta Rep¨²blica y el Gobierno del general De Gaulle. Pero esa orfandad no intimid¨® nunca a Revel, polemista y panfletario a lo Voltaire, que, a lo largo de toda su vida, opuso a los estereotipos en que quer¨ªan encasillarlo, lapidarias respuestas que, de un lado, desvelaban la naturaleza caudillista y anti democr¨¢tica del r¨¦gimen impuesto por De Gaulle, y, de otro, denunciaban la dependencia del comunismo franc¨¦s de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la ceguera o cobard¨ªa de sus ¡°compa?eros de viaje¡± socialistas y progresistas que se negaban a reconocer la existencia del Gulag pese a los abrumadores testimonios que llegaban a Occidente de los disidentes y el fracaso calamitoso de la econom¨ªa dirigida y estatizada de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y China Popular para elevar los niveles de vida de la poblaci¨®n y la desaparici¨®n de todas las libertades que implicaba la llamada dictadura del proletariado y la abolici¨®n de la propiedad privada.
El libro de Boulanger muestra, tambi¨¦n, que el liberalismo de Revel no incurr¨ªa en la perversi¨®n economicista de ciertos economistas supuestamente liberales, malos aprendices de Hayek, logaritmos vivientes, para quienes el libre mercado es la panacea que resuelve todos los problemas sociales. Revel fue, en esto, contundente: para un liberal la libertad pol¨ªtica y la libertad econ¨®mica son indivisibles, la una garantiza la coexistencia pac¨ªfica y los derechos humanos, y la otra trae desarrollo econ¨®mico, crea empleo y respeta la soberan¨ªa individual. Al mismo tiempo, una sociedad no alcanza nunca la plena libertad sin una rica vida cultural, en la que se puedan manifestar sin presiones ni dirigismos oficiales la creatividad art¨ªstica e intelectual y el esp¨ªritu cr¨ªtico. Para ello es indispensable una educaci¨®n de alto nivel, privada y p¨²blica, pues ella crea la igualdad de oportunidades, esencial para que una sociedad libre sea tambi¨¦n una sociedad equitativa, digna y genuinamente democr¨¢tica.
Fue siempre un enemigo declarado de toda forma de nacionalismo, defensor de una Europa unida
Revel fue siempre un enemigo declarado de toda forma de nacionalismo, un promotor de un gobierno supranacional, un defensor de una Europa unida y abierta al resto del mundo, un defensor de la lenta disoluci¨®n de las fronteras a trav¨¦s de los intercambios comerciales y culturales, y alguien a quien su esp¨ªritu curioso llev¨® a interesarse por otras culturas, otras lenguas ¡ªdominaba cinco¡ª y uno de los mejores conocedores de la realidad de Am¨¦rica Latina, sobre la que escribi¨® iluminadores ensayos, refutando a sus ingenuos compatriotas que se empe?aban en ver, como un modelo de revoluci¨®n democr¨¢tica, el castrismo y las fantas¨ªas guevaristas de erupcionar el mundo creando ¡°dos, tres, Vietnam¡±.
Aunque la pol¨ªtica le apasionaba, estaba convencido de que ella no deb¨ªa absorber toda una vida. En todo caso, ella no agotaba su inquietud m¨²ltiple, su pasi¨®n por conocer, lo que hac¨ªa de ¨¦l un heredero directo de la gran tradici¨®n humanista occidental. Escribi¨® una historia de la filosof¨ªa, sobre todo centrada en los pensadores griegos y latinos, y en los renacentistas, para lectores profanos, que se lee con el inter¨¦s de un libro de aventuras, y ensayos sutiles y pol¨¦micos sobre Proust, sobre Descartes, y, sobre gastronom¨ªa, Un festin en paroles, en el que mostr¨®, sin embarazo alguno, adem¨¢s de su iron¨ªa y buen humor, su pasi¨®n por la buena mesa y las buenas bebidas.
Tenemos que agradecerle a Philippe Boulanger el enorme trabajo que debe haber significado para ¨¦l escribir esta formidable biograf¨ªa intelectual y pol¨ªtica de Jean-Fran?ois Revel. Ha sido un acto de justicia con uno de los pensadores m¨¢s agudos y actuales, uno de los mejores continuadores de Tocqueville, y, a la vez, uno de los m¨¢s injustamente marginados en un pa¨ªs en el que, pese a todas las frustraciones y fracasos que le ha significado aferrarse a la tradici¨®n anacr¨®nica del Estado fuerte, grande e intervencionista, que han compartido tanto la izquierda como la derecha, la lecci¨®n de Revel ha sido deso¨ªda y negada. Ya no ser¨¢ posible seguirlo desconociendo despu¨¦s de este admirable reconocimiento de Philippe Boulanger, que ha demostrado la riqueza, profundidad y actualidad de sus ideas.
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? Mario Vargas Llosa, 2014.
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