Unos pocos y tanto da?o
Por motivos ajenos a la manifestaci¨®n yo tambi¨¦n estaba la tarde del 22-M en Madrid. Paseo del Prado arriba era una fiesta con cientos de familias con ni?os y grupos de todas las edades.
Por la noche, mientras tranquilamente todos regresaban paseo abajo, o¨ªmos lo que cre¨ªmos eran petardos. De repente, ante nosotros, un grupo de j¨®venes encapuchados hizo una barricada con contenedores y en la huida un alud de v¨¢ndalos estuvo a punto de arrastrarnos por el suelo. Ilesos, a medida que nos alej¨¢bamos se intensificaban silbatos, sirenas y cantos que no ten¨ªan nada que ver con la marcha pac¨ªfica y festiva que hab¨ªamos visto empezar y terminar.
Me indigna tanto ver a la polic¨ªa agredida como la agresi¨®n a personas que no tienen nada que ver con los violentos. Y me duele ver que, por estos pocos violentos, medios y pol¨ªticos criminalizan a miles de personas que de forma pac¨ªfica reclamaban lo que por derecho, y seg¨²n la Constituci¨®n, les corresponde.¡ª Marta Casademont. Barcelona.
En estos d¨ªas nos ha tocado vivir dos situaciones tr¨¢gicas en Madrid y, por ende, en toda Espa?a.
En primer lugar, por orden de importancia, el fallecimiento acaecido el d¨ªa 23, de Adolfo Su¨¢rez. En segundo lugar, y m¨¢s tr¨¢gico a¨²n si cabe, el ataque a la democracia por parte de unos grupos profesionales de la violencia que se produjo al final de la Marcha por la Dignidad, que tuvo lugar el d¨ªa 22.
Un solo recuerdo para esa minor¨ªa violenta: la democracia est¨¢ radicalmente re?ida con la violencia, pues en aquella todo est¨¢ construido a base de derechos y deberes, y sobre el respeto absoluto a los dem¨¢s, estemos o no de acuerdo con sus ideas, y donde la libertad de uno acaba justo donde empieza la libertad del otro. No convirtamos esto en una mera ¡°teor¨ªa¡±, sino en una pr¨¢ctica diaria.
Sigamos entre todos haciendo viable lo que consta en el epitafio de la l¨¢pida de Adolfo Su¨¢rez: ¡°La concordia fue posible¡±. Consigamos entre todos que esta siga siendo posible ad eternum, pues es algo capital para mantener viva nuestra democracia.¡ª Emilio Sancho Lozano. Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.