Otra pol¨ªtica econ¨®mica
La ca¨ªda de la prima de riesgo permite ya apostar por el crecimiento y el empleo
Desde el primer momento de su mandato, el Gobierno de Mariano Rajoy, empujado por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional, ha querido desarrollar una pol¨ªtica econ¨®mica de estabilidad consistente en reducir el d¨¦ficit p¨²blico y contener el crecimiento de la deuda. El criterio que ha informado esta pol¨ªtica es el de calmar la inquietud de los mercados de deuda, que hab¨ªan disparado la prima de riesgo de la econom¨ªa hasta l¨ªmites cercanos al colapso financiero a partir de 2010, con situaciones pr¨®ximas al p¨¢nico en 2012 (632 puntos b¨¢sicos en julio). Pues bien, la prima de riesgo se situ¨® ayer durante algunas horas en 164 puntos b¨¢sicos (despu¨¦s subi¨® a 166), por debajo del nivel que marc¨® las primeras alarmas en 2010.
Los costes financieros ya no suponen un estrangulamiento para las cuentas p¨²blicas. Esta es la gran ventaja sobre la amenazadora situaci¨®n de 2010. La disminuci¨®n de los costes de la deuda aumenta los m¨¢rgenes de acci¨®n presupuestaria y debe mejorar el acceso al cr¨¦dito en buenas condiciones de los agentes econ¨®micos, desde los inversores particulares hasta los bancos y el Tesoro. El pago de la deuda ha dejado de ser un factor de riesgo, aunque sea evidente que los ahorros que se obtengan por retribuir las emisiones de forma m¨¢s barata pueden perderse por el crecimiento de la deuda p¨²blica (ya en el 94% del PIB).
No conviene perder de vista las razones que han causado la reducci¨®n de la prima de riesgo. Poco o nada tienen que ver con la eficacia del ajuste presupuestario aplicado por el Gobierno, porque los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit no se han conseguido ni en 2012 ni en 2013 y la deuda sigue creciendo sin cesar. La receta que ha bajado el coste financiero al Tesoro espa?ol son las palabras m¨¢gicas de Mario Draghi cuando asegur¨® que har¨ªa ¡°todo lo necesario¡± para evitar la ruptura del euro. La pol¨ªtica de austeridad a ultranza (en la que hay que incluir las subidas de impuestos y la posible del IVA en el futuro) ha tenido, sin embargo, el valor de intercambio pol¨ªtico; sin los compromisos de ajuste el BCE probablemente no hubiera pronunciado las palabras m¨¢gicas.
Editoriales anteriores
Si la prima de riesgo ha ca¨ªdo de forma dr¨¢stica y el dinero extranjero vuelve a las emisiones del Tesoro y a las inversiones espa?olas a pesar del aumento de la deuda, la deducci¨®n es sencilla: los inversores valoran otros factores m¨¢s que la propia austeridad. Tienen en cuenta, por ejemplo, las expectativas de crecimiento ¡ªEconom¨ªa acaba de pronosticar un aumento del PIB del 1,5% para este a?o¡ª, porque as¨ª se garantizan la devoluci¨®n del principal y de los intereses; consideran la rentabilidad del bono y, por supuesto, la solidez del euro. Esta es la raz¨®n por la cual ha llegado el momento de reorientar la pol¨ªtica econ¨®mica, en los m¨¢rgenes que permita el control del d¨¦ficit (ahora mayores que en 2011), hacia el crecimiento y el empleo. El obst¨¢culo principal sigue siendo la ca¨ªda del cr¨¦dito. Los efectos del rescate bancario tardan en manifestarse.
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