El drama educativo

Una y otra vez, el informe PISA insiste en advertir de que el nivel de los alumnos espa?oles est¨¢ lejos del que deber¨ªa ser. Si en pruebas anteriores hab¨ªan obtenido mediocres resultados en matem¨¢ticas, ciencias y comprensi¨®n lectora, la ¨²ltima evaluaci¨®n realizada ha demostrado que en habilidades pr¨¢cticas los resultados son peores. En unas pruebas que miden la capacidad para desenvolverse en la vida, como programar el aire acondicionado o sacar un billete de transporte combinado, los alumnos espa?oles de 15 a?os est¨¢n 23 puntos por debajo de la media de los pa¨ªses de la OCDE y 30 puntos por debajo de Francia, Italia y Alemania.

Se trata de un aut¨¦ntico drama del que no parecen ser del todo conscientes los responsables en todos los ¨¢mbitos. Se ha perdido ¡ªdesde hace tantos a?os¡ª demasiado tiempo en luchas ideol¨®gicas est¨¦riles sobre el papel que debe tener la religi¨®n en la escuela o sobre qu¨¦ valores se han de transmitir en lugar de buscar el consenso necesario para dar el vuelco que la educaci¨®n necesita en nuestro pa¨ªs. No ha habido reforma capaz de enderezar la situaci¨®n, y est¨¢ por ver que la ¨²ltima pueda aportar cambios sustanciales. ¡°Hace falta un cambio radical en la metodolog¨ªa de la ense?anza¡±, afirm¨® la secretaria de Estado de Educaci¨®n, para superar modelos ¡°anticuados¡± basados solo en memorizaci¨®n de contenidos. Lo que el informe PISA sugiere es que hay que dotar a los alumnos de las habilidades necesarias para aplicar los conocimientos que adquieren; lo importante no es cu¨¢nto se sabe, sino qu¨¦ se puede hacer con lo que se sabe, y ser adem¨¢s capaz de aprender lo que se ignora.

Con un profesorado diezmado, desanimado y sin posibilidades de reciclaje, dif¨ªcilmente se podr¨¢n vencer las inercias did¨¢cticas que han conducido a estos resultados. La educaci¨®n requer¨ªa y sigue requiriendo un pacto de Estado que permita alcanzar un diagn¨®stico fiable de las carencias que tenemos y aplicar los cambios necesarios. Es urgente, en primer lugar, un planteamiento pedag¨®gico mucho m¨¢s orientado a desarrollar capacidades y habilidades creativas. Y en segundo lugar, medidas de refuerzo de la actividad docente, con programas destinados a mejorar la capacidad did¨¢ctica del profesorado y de apoyo a los alumnos m¨¢s rezagados. Sin medidas extraordinarias, dif¨ªcilmente lograremos superar el diferencial que nos separa de los mejores.