Manuel Valls impone sus gustos en los fogones del gobierno franc¨¦s

Del primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, se ha dicho que es el nuevo hombre fuerte de Fran?ois Hollande, el representante del ala derecha del Partido Socialista y una persona de car¨¢cter sangu¨ªneo. La prensa francesa del coraz¨®n se ha entretenido estos d¨ªas haci¨¦ndose eco de que, adem¨¢s, Valls tambi¨¦n tiene gustos muy particulares en materia de comidas, y as¨ª se lo ha hecho saber a los chefs que se encargan de los fogones del palacio de Matignon, sede del gobierno.

El revuelo hace alusi¨®n a un art¨ªculo publicado en el diario conservador Le Figaro, seg¨²n el cual Valls, reci¨¦n aterrizado en su puesto como jefe de Gobierno franc¨¦s, ¡°ha vuelto locos a los cocineros de Matignon¡± y ha expresado, por ejemplo, su preferencia por la carne frente al pescado.

Y lo peor, seg¨²n la investigaci¨®n de Le Figaro, es que Valls es intolerante al gluten, por lo que ¡°deber¨¢ privarse de muchos postres¡±. Entre sus elucubraciones, el diario llega a la conclusi¨®n por s¨ª solo de que ¡°no podr¨¢ degustar los grandes postres tradicionales de la reposter¨ªa francesa, como la tarta de lim¨®n merengada, un Paris-Brest o un Saint-Honor¨¦¡±.

Este esbozo de tentativa de revuelo sigue a las declaraciones efectuadas la pasada semana por la que fue ministra de Comercio Exterior, Nicole Bricq, que calific¨® una cena en el palacio presidencial del El¨ªseo de ¡°asquerosa¡±.

Posteriormente se disculp¨®, pero el jefe de la brigada de chefs del El¨ªseo y presidente de la asociaci¨®n de Cocineros de la Rep¨²blica Francesa, Guillaume G¨®mez, public¨® una nota de respuesta en su p¨¢gina oficial en Facebook en la que lamentaba que ese episodio hubiera tenido tanto eco.

Tras agradecer los numerosos apoyos recibidos, G¨®mez dec¨ªa que ese incidente revelaba "hasta qu¨¦ punto" su trabajo "est¨¢ sometido constantemente al escrutinio, ya sea positivo o negativo¡±, de los dem¨¢s, y contextualizaba: ¡°Todos somos artesanos, y conocemos las reglas que imperan en nuestro oficio¡±.

La gastronom¨ªa siempre ha sido un asunto importante para el gobierno franc¨¦s, que destina a ese apartado una partida sustanciosa de los presupuestos. Las cocinas del El¨ªseo cuestan al contribuyente 4,4 millones por a?o, seg¨²n los datos oficiales.

Tras su llegada al palacio del El¨ªseo, el presidente Hollande introdujo algunos cambios, pero no en materia de pol¨ªtica gastron¨®mica sino de reducci¨®n del gasto. El jefe del Estado decidi¨® renovar la bodega de palacio subastando varios centenares de botellas de grandes vinos. En mayo del a?o pasado fueron puestas a la venta en el H?tel Drouot de Par¨ªs 1.200 botellas de las 12.000 con las que cuenta la presidencia. La idea era tambi¨¦n reorientarse hacia caldos m¨¢s modestos (en el lote hab¨ªa hasta un Petrus de 1990 tasado en 2.200 euros). La bodega presidencial es todo un s¨ªmbolo en Francia: creada en 1947 bajo la presidencia de Vincent Auriol, la selecci¨®n de vinos ha ido evolucionando en funci¨®n de los gustos de los sucesivos inquilinos del El¨ªseo.