Invertebrados
Me sorprendi¨® la contundencia campanuda con que una se?or¨ªa sentenci¨® que hay cosas que no se pueden votar
Tan hipercr¨ªticos ahora con el nivel escolar, y hay oradores en el Congreso que no pasar¨ªan una rev¨¢lida. Mientras atend¨ªa algunas intervenciones sobre el asunto mayor del laberinto hispano-catal¨¢n, uno no pod¨ªa dejar de pensar en lo que dir¨ªa Aza?a, tan excelente en sus discursos que bien se merece un exceso de saudade. Don Manuel ten¨ªa una pasi¨®n de pararrayos y no solo en eso presentaba un parecido asombroso con Lichtenberg, el genial jorobado de Gotinga: ¡°Sufr¨ª el reproche de mis censuradores por errores que ellos no tuvieron el valor ni el talento de cometer.¡± Como no hemos salido de la noria de la Espa?a invertebrada, tambi¨¦n me acord¨¦ del episodio pedag¨®gico de aquel ni?o al que el maestro pregunt¨® el nombre de un invertebrado y ¨¦l, despu¨¦s de meditar en la profundidad del est¨®mago vac¨ªo, le sali¨® del alma la respuesta precisa: ¡°?El chorizo!¡±. He ah¨ª una sabidur¨ªa popular sobre la evoluci¨®n c¨®mica de las especies de la que, por lo visto, carecen nuestros portavoces. Me sorprendi¨® la contundencia campanuda con que una se?or¨ªa sentenci¨® que hay cosas no se pueden votar. Cierto que ilustr¨® bien tal dogma con una referencia a la pena de muerte. Pero hablando de cosas que no se deber¨ªan someter nunca a votaci¨®n, en el Parlamento espa?ol se ha votado y acordado muy recientemente la pr¨¢ctica fumigaci¨®n de la justicia universal. Una decisi¨®n que, entre otras soberanas desverg¨¹enzas, puede suponer la impunidad para los causantes de la muerte del c¨¢mara espa?ol Jos¨¦ Couso. O de los componentes de mafias y poderosos entramados del narcotr¨¢fico. Se puede votar tambi¨¦n, y as¨ª se hizo con la Educaci¨®n y se planea hacer con una libertad fundamental de la mujer, la sumisi¨®n del Estado laico a un poder eclesi¨¢stico. Es decir, con licencia, un modelo cat¨®lico de islamismo moderado. No, no todo se puede ni debe votar. Por ejemplo, el poner puertas al campo.
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