Avestruces
Dicen que crece, en la Argentina, el problema del narcotr¨¢fico
Dicen que crece, en la Argentina, el problema del narcotr¨¢fico. Hay gente preocupada. Hurgando en el asunto, y como Gendarmer¨ªa se ocupa del control de las fronteras ¡ªaunque no solo¡ª, me top¨¦ con este titular que, hace poco, ocup¨® la portada de un diario: ¡°Gendarmer¨ªa rescat¨® a dos tortugas en estado de hacinamiento¡±. Al efectuar controles en una camioneta, los gendarmes ¡°observaron en un balde de pl¨¢stico dos tortugas hacinadas y con signos de descalcificaci¨®n (...)¡±. Entonces ¡°incautaron los animales y los pusieron a disposici¨®n de la autoridad competente¡±. Termin¨¦ de leer y me dije: ¡°Ahora s¨ª, seguro que lo hicieron¡±. Y fui a ver. Pero no. Todo estaba ah¨ª. En el barrio de Pompeya, Buenos Aires, funciona cada domingo, desde hace a?os, una feria que vende, legalmente, peces y p¨¢jaros y, muy ilegalmente, fauna aut¨®ctona cuya comercializaci¨®n est¨¢ prohibida: lagartos overos, ¨¢guilas, b¨²hos, gavilanes y, s¨ª, tortugas. En cajas al sol sobre el asfalto ardiente, no descalcificadas sino casi muertas, no en s¨®tanos oscuros sino a la vista de todos, sobre la avenida S¨¢enz, frente a la popular¨ªsima iglesia de Pompeya. Yo he ido muchas veces. Me gustan los sitios que muestran lo que una sociedad preferir¨ªa ocultar, territorios sin hipocres¨ªa ni buena conciencia. Pero, despu¨¦s de leer la noticia, supuse que la habr¨ªan desmantelado. Y no. Estaba. Con sus bichos, con sus vendedores y con, oh, el gendarme que custodia, a la vuelta de la esquina, las puertas de un restaurante. Esta no es una columna en defensa de los animales (no romper¨ªa una sola lanza por ellos, y menos mientras, por ejemplo, la homosexualidad sea delito en Uganda). Pero pens¨¦ que, si de verdad hubiera que preocuparse por el tema narco, y si se aplicara a las fronteras el mismo m¨¦todo ¡ªsecuestrar 500 gramos de mascotas sin inmutarse por toneladas de carne que fluyen a dos pasos¡ª, a lo mejor estar¨ªamos en problemas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.