Cilia Flores manda en Venezuela
Penalista ¡°con mal genio¡±, Nicol¨¢s Maduro hace m¨¢s caso a su mujer del que querr¨ªan algunos jefes oficialistas. Dispuesta a defender el credo bolivariano ¡°con sus ovarios¡±, la llamada ¡°primera combatiente¡± es la analista de cabecera de su marido
Nicol¨¢s Maduro matrimoni¨® con una abogada penalista de g¨®nadas revolucionarias, Cilia Flores, que frecuentemente marca el paso del presidente de Venezuela en asuntos de Estado y ha prometido defender el credo bolivariano con amor, conciencia y, si hiciera falta, ¡°con sus ovarios¡±. En un subcontinente hist¨®ricamente caudillista, abundante en hombres provinciales que malograron pa¨ªses y libertades en nombre de la libertad y el progreso, el activismo e influencia de esta mujer, de 61 a?os, se consolidan al a?o de la investidura de su marido. Que nadie se llame a enga?o, advirti¨® recientemente al referirse a las protestas callejeras de estas semanas, ¡°Venezuela no es Ucrania¡±.
Reacia a la exposici¨®n medi¨¢tica, Cilia Flores tiene ¡°un genio del carajo¡±, seg¨²n quienes dicen conocerla, y es vehemente y obstinada en la discusi¨®n pol¨ªtica con su esposo, de 51 a?os, que acata el criterio de su compa?era bastante m¨¢s de lo que quisieran algunos jefes de facci¨®n oficialistas. Entre risas y veras, el mandatario admiti¨® hace un a?o no haberse casado con una sumisa ama de casa, sino con una militante de izquierdas que demostr¨® serlo desde sus tempranas peregrinaciones hacia el penal donde permanec¨ªa detenido el militar que hizo historia rompiendo moldes e instituciones: el idolatrado Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas, a quien llama el ¡°comandante eterno¡±.
? CARRERA CON CH?VEZ
- Licenciada en Derecho a los 32 a?os y especializada en penal y laboral.
- Ejerci¨® la abogac¨ªa 10 a?os.
- Defendi¨® a Ch¨¢vez durante su detenci¨®n en 1992.
- Diputada en 1998.
- Presidenta de la Asamblea Nacional (2011-2012).
- Procuradora General de la Rep¨²blica (Fiscal General).
- Fundadora del Partido Socialista Unido (PSUV).
El presidente Maduro asume su obediencia conyugal hasta cierto punto, pues Venezuela es un pa¨ªs estructuralmente machista, como casi todos los latinoamericanos, y la figura del calzonazos perjudica electoralmente: ¡°Ella no es mi costilla, m¨¢s bien es al rev¨¦s¡ Bueno, somos dos costillas complementarias. La ¨²ltima palabra siempre la tengo yo, cuando le digo ¡®as¨ª es, mi amor¡±, declar¨® en p¨²blico hace meses. Puede que as¨ª sea, pero Cilia Flores ha demostrado ser una mujer determinada en el combate ideol¨®gico, y en la contrataci¨®n de 37 familiares, amigos y allegados, entre ellos sus cuatro hermanos, dos sobrinos, dos primos y su exesposo y padre de sus tres hijos, durante su per¨ªodo al frente de la Asamblea Nacional, seg¨²n la denuncia presentada en su d¨ªa por el sindicato de empleados del Parlamento. El nepotismo es una pr¨¢ctica vigente en Am¨¦rica Latina desde hace m¨¢s de cinco siglos.
Lejos de asumir culpas en la contrataci¨®n de la parentela, su reacci¨®n fue desafiante: ¡°Mi familia ingres¨® por cualidades propias. Me siento orgullosa y defender¨¦ su trabajo las veces que haga falta¡±. La mujer m¨¢s influyente de Venezuela apenas retrocede despu¨¦s de tomar una decisi¨®n, y es una furia en la salvaguarda de la revoluci¨®n de Ch¨¢vez, a quien ofreci¨® sus servicios de letrada durante su detenci¨®n como jefe del fallido cuartelazo del 4 de febrero de 1992 contra la presidencia del socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. Hostigada policialmente entonces, incondicional del fallecido ¨¦mulo de Bol¨ªvar, le acompa?¨® hasta el final como activista, y a partir de 1998 como diputada, presidenta de la Asamblea Nacional, Procuradora General de la Rep¨²blica (Fiscal General) y fundadora del Partido Socialista unido de Venezuela (PSUV).
En ocasiones, puede ser lit¨²rgica y campanuda, al estilo de los tribunos decimon¨®nicos: ¡°Seguir¨¦ trabajando siendo pueblo, siendo patria¡±. Pero el pueblo tambi¨¦n se aloja en las trincheras de la oposici¨®n, sublevada los dos ¨²ltimos meses contra el Gobierno de su esposo, tratando de derribarlo como los habitantes de Kiev derribaron al suyo. ¡°Venezuela no es Ucrania. La violencia y el fascismo no se van a imponer porque Gobierno y las mujeres estaremos en las calles¡±, advirti¨® en una concentraci¨®n femenina. Dirigi¨¦ndose a las madres de los estudiantes que participan en las manifestaciones antigubernamentales agreg¨®: ¡°Tu hijo es utilizado como carne de ca?¨®n¡±.
¡°Venezuela no es Ucrania. La violencia y el fascismo no se impondr¨¢n¡±, dijo
Para los opositores que la tienen por dogm¨¢tica e intolerante, cobra vigencia el comentario de cen¨¢culo atribuido al expresidente Adolfo Su¨¢rez durante el ruido de sables de la Transici¨®n espa?ola: ¡°No me preocupan los coroneles, sino las mujeres de los coroneles¡±. Maduro invoca la memoria de Hugo Ch¨¢vez para agrupar fuerzas, y un d¨ªa lo resucit¨® en se?ales canoras, pero escucha mucho las recomendaciones de su analista de cabecera, una mujer cautelosa y herm¨¦tica, con la que comparte casi todo.
Cilia enamor¨® a Nicol¨¢s hace casi dos decenios cuando el entonces fornido sindicalista participaba en el agolpamiento revolucionario del penal de Yare, en el Estado de Miranda, celda y despacho del gu¨ªa Hugo Ch¨¢vez durante sus dos a?os de privaci¨®n de libertad. Hasta que apareci¨® Ch¨¢vez, la abogada no cre¨ªa en la democracia anterior al triunfo bolivariano: ¡°Nunca antes hab¨ªa votado, porque yo era abstencionista. Jam¨¢s quise comprometerme con ning¨²n grupo pol¨ªtico¡±.
El caudillo de la boina colorada revolucion¨® la vida de la primera combatiente del pa¨ªs, la menor de seis hermanos, que no se cri¨® en una familia con residencia vacacional en las playas de Florida, sino en un ¡°rancho (vivienda de ¨ªnfima calidad) con piso de tierra¡±, levantado en una de depauperada barriada del oeste caraque?o, seg¨²n la exageraci¨®n de Maduro para subrayar la conciencia de clase de su consorte. Formada en el seno de una clase media precaria, se licenci¨® en Derecho, a los 32 a?os, en la Universidad Santa Mar¨ªa, especializ¨¢ndose en derecho penal y laboral. Ejerci¨® la abogac¨ªa durante 10 a?os, hasta la irrupci¨®n en pol¨ªtica del teniente coronel de paracaidistas que zarande¨® Venezuela, y aup¨® a la pareja hasta el v¨¦rtice de su Gobierno.
¡°La conoc¨ª en esos a?os de lucha. Era la abogada del comandante y, bueno, ella me empez¨® a picar el ojo, a hacer ojitos¡±, explic¨® el heredero de Ch¨¢vez durante la presentaci¨®n en sociedad de su novia, con la que se cas¨® en segundas nupcias en julio del pasado a?o. La primera boda de Flores fue en 1975, con su novio del bachillerato, el abogado Walter Gavidia, hoy pol¨ªtico oficialista, con quien tuvo tres hijos varones, y cuyas frecuentes infidelidades le hartaron. Acab¨® divorci¨¢ndose. ¡°Es una excelente persona, pero como esposo no funcionaba porque es mujeriego. Decepci¨®n tras decepci¨®n, el amor se va muriendo¡±, confes¨® al periodista Eligio Rojas, en una entrevista publicada en el 2002 por ?ltimas Noticias. Nunca m¨¢s habl¨® tan abiertamente de sus sentimientos.
A?os despu¨¦s comprendi¨® que el sufrimiento no es parte del amor. ¡°Eso lo aprend¨ª con Nicol¨¢s. En mi relaci¨®n anterior yo cre¨ªa que todo formaba parte del matrimonio y que era para toda la vida. Ahora ya no creo en los amores masoquistas¡±. Trabajadora hasta la extenuaci¨®n, abonada a las ensaladas, la pasta y las arepas con perico ¡ªel revuelto nacional de huevos, tomate, cebolla, aj¨ª y piment¨®n¡ª, la mujer del presidente gusta de la metaf¨ªsica y las c¨¢balas. Fue disc¨ªpula del gur¨² indio Sai Baba (1926-2011), y suele consultar el I-Ching, un or¨¢culo para los devotos del milenario libro chino. Ley¨¦ndolo dijo haber anticipado la inminencia del golpe del 11 de abril del 2002 contra Ch¨¢vez. Nicol¨¢s Maduro acabar¨ªa sum¨¢ndose a la fascinaci¨®n de Cilia por el l¨ªder espiritual de Puttaparthi (India), al que visitaron juntos en su retiro del Estado sure?o de Pradesh.
No todos comparten los alardes amorosos del presidente, como qued¨® de manifiesto en la grabaci¨®n atribuida en mayo del 2013 al entonces ariete gubernamental en la televisi¨®n venezolana, Mario Silva: ¡°Tengo temor de que Nicol¨¢s, primero, est¨¦ siendo manipulado por Cilia¡±, le dice a un interlocutor, supuestamente un agente de inteligencia cubano. ¡°Este es un continente de caudillos, compadre, y la mujer tiene que estar en la sombra. Por muchas vainas m¨ªsticas, vainas espirituales, a la misma mujer venezolana le gusta el hombre de poder¡±.
Molesto por la visibilidad de las ternuras matrimoniales, el retr¨®grado agitador televisivo agrega: ¡°?Habr¨¢ alguien que le diga a Nicol¨¢s que deje de estar mostrando a Cilia? Que se mantenga como l¨ªder, y no como que ¡®aqu¨ª est¨¢ mi mujer, un besito¡¯ y vainas as¨ª por el estilo. Esta no es una campa?a norteamericana, esta es una campa?a latinoamericana¡±.
La campa?a del 2013 termin¨®, y con ella las caranto?as propagand¨ªsticas, pero un a?o despu¨¦s prosigue la complicidad sentimental y pol¨ªtica de la pareja presidencial, la coalici¨®n entre Cilia Flores y Nicol¨¢s Maduro, para afrontar el alzamiento de una oposici¨®n que quiere expulsarles del poder cuanto antes.
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