¡°No puedo dejar los ojos de arque¨®logo en casa¡±
El investigador intenta conocer la historia submarina de la Pen¨ªnsula
De ni?o so?aba con aviones. Ahora, con barcos hundidos. La vida de Marcus H. Hermanns transcurre en dos atm¨®sferas muy diferentes: rodeado de monta?as de libros y anotaciones o bajo toneladas de agua en las costas de Ibiza y Formentera. Como director cient¨ªfico del Instituto Arqueol¨®gico Alem¨¢n en Madrid, lleva a?os rastreando el fondo marino de las Pitiusas en busca de pistas que despejen las inc¨®gnitas del pasado. El problema es que ¡°gran parte de la informaci¨®n que podr¨ªa desvelar la historia de la navegaci¨®n medieval en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica se encuentra en tierra y no bajo el resguardo del Mediterr¨¢neo¡±.
¡°En los a?os setenta y ochenta se populariz¨® el buceo y los hallazgos fortuitos de objetos procedentes de naves hundidas. Surgieron muchas colecciones privadas a las que intento acceder¡±, explica el arque¨®logo subacu¨¢tico. Ahora ha sacado a la luz un candelabro de bronce que encontr¨® un submarinista hace cuatro d¨¦cadas. ¡°Se trata de una pieza del siglo X que podr¨ªa dar pistas sobre las rutas marinas de la ¨¦poca. Hay muy pocos objetos que mantengan el contexto arqueol¨®gico de forma bien documentada. Es una pieza ¨²nica¡±.
Pero no todos los propietarios se lo ponen f¨¢cil. ¡°Un alem¨¢n afincado en la isla me colg¨® el tel¨¦fono. Y no solo una vez¡±, cuenta. ¡°No quiero llevar a la Guardia Civil a que se incaute de las piezas. Soy m¨¢s de tomar unas tapas y unas cervecitas para intentar convencerlos. Y no es porque sea alem¨¢n¡±, r¨ªe. ¡°Es necesaria una mayor concienciaci¨®n a nivel institucional. En Centroeuropa se est¨¢n implantando cursos en las federaciones de buceo sobre la importancia de conservar el patrimonio igual que se potencia el respeto a la fauna y la flora submarinas¡±.
Conversa de manera pausada, eligiendo cada palabra de un idioma prestado. De D¨¹sseldorf se mud¨® a Ibiza a los seis a?os, donde permaneci¨® hasta despu¨¦s de selectividad. ¡°Volv¨ª a Colonia con la intenci¨®n de combinar la carrera con unos cursos de traducci¨®n. Me di cuenta de que no abundaban los int¨¦rpretes de catal¨¢n a alem¨¢n y pens¨¦ que podr¨ªa utilizar esa v¨ªa en alg¨²n momento¡±. El proyecto no lleg¨® a materializarse y acab¨® perdiendo la lengua que aprendi¨® en su infancia. ¡°El castellano lo he mantenido gracias a los cursos de conversaci¨®n de la universidad, pero ahora me cuesta separarlo del italiano¡±. Hace un gesto de resignaci¨®n y sonr¨ªe. ¡°En la excavaci¨®n de Sicilia me llamaban lo spagnolo porque hablaba italiano con acento espa?ol¡±.
Espa?a, Alemania, Italia, Egipto, Sud¨¢n, Siria, Jordania, Turqu¨ªa y vuelta a Espa?a. ¡°Vivir en diferentes pa¨ªses te da amplitud de miras. Me encanta viajar¡±. Quiz¨¢ por ello se interes¨® por la aviaci¨®n. ¡°Me parec¨ªa alucinante que existiera un aparato que, a pesar de su enorme peso, pudiera elevarse por s¨ª mismo¡±. Sus ojos reflejan emoci¨®n. ¡°Pero llegaron las gafas¡±, dice se?alando las lentes, ¡°y la cosa se estrope¨®¡±.
¡°Nunca me hab¨ªa planteado hacer submarinismo, pero los arque¨®logos somos muy curiosos, como los ni?os. Siempre nos preguntamos por qu¨¦, cu¨¢ndo y c¨®mo. Y si para responder necesitas meterte bajo el agua, te sumerges¡±, se?ala. ¡°De vez en cuando me gusta ir a bucear por placer, pero no puedo dejar los ojos de arque¨®logo en casa. Me pasa lo mismo cuando paseo. No puedo evitar fijarme en el suelo, en los cortes de roca¡ peque?os detalles que pueden pasar inadvertidos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.