Uni¨®n Bancaria, a?o cero
Este acuerdo de la UE evitar¨¢ que el contribuyente vuelva a pagar futuras crisis
La crisis financiera ha provocado grandes da?os no solo en la actividad econ¨®mica. La conciencia social tambi¨¦n ha sufrido graves desperfectos. Los ciudadanos han identificado las ayudas al sector bancario con los sacrificios que han debido realizar para salir de la crisis. Y han demandado soluciones a sus Gobiernos para garantizar la salud de las entidades financieras, prohibir las malas pr¨¢cticas que provocaron el desastre y evitar que el contribuyente vuelva a pagar futuras crisis. Esta es la esencia del acuerdo de la uni¨®n bancaria que acabamos de alcanzar en la Uni¨®n Europea y que me atrevo a calificar de, al menos, tan importante como el que dio lugar al nacimiento del euro como divisa en el a?o 1999.
Incluso aunque no se hubiera producido esta crisis, con tanta profundidad y duraci¨®n como la que hemos vivido, una uni¨®n bancaria hubiera sido igualmente necesaria. La mera coordinaci¨®n entre supervisores y reguladores ha resultado insuficiente para garantizar la integraci¨®n econ¨®mica y financiera, sobre todo entre los pa¨ªses que comparten moneda. Los mercados financieros est¨¢n fragmentados por razones geogr¨¢ficas, con costes desiguales de financiaci¨®n para familias y empresas. La pol¨ªtica monetaria no se traslada de forma eficaz a la econom¨ªa real. Eliminar barreras, armonizar criterios, igualar condiciones, vigilancia ¨²nica, proteger a todos por igual¡ De esto se trata.
Un banco en cualquier esquina de un pa¨ªs de la UE ya no ser¨¢ un banco espa?ol, franc¨¦s o italiano. Va a ser un banco europeo. Tendr¨¢ que cumplir los mismos est¨¢ndares de solvencia, estar¨¢ vigilado por un mismo supervisor, pasar¨¢ por los mismos chequeos y se disolver¨¢, si no hay otro remedio, por los mismos procedimientos. El camino que Europa ha emprendido es el de la integraci¨®n en muchos ¨¢mbitos; desde luego, el financiero es el que m¨¢s nos puede ayudar a prevenir futuras crisis. Todo lo que suponga alejarse de ese proceso es ir en contra de los tiempos, quedarse a la intemperie. Esto lo saben muy bien los agentes econ¨®micos, deber¨ªan tenerlo muy en cuenta algunos pol¨ªticos y creo que los ciudadanos as¨ª lo est¨¢n entendiendo.
En Espa?a hemos saneado y recapitalizado el sector financiero en apenas dos a?os
El acuerdo de Uni¨®n Bancaria ha sido complejo, pero creo que ha merecido el esfuerzo. A¨²n no se han puesto realmente en marcha los mecanismos previstos y ya se est¨¢n notando efectos positivos. Llevamos ya bastantes meses de calma en los mercados, lo que se atribuye en buena parte a que, pese a las dificultades, se considera a los pol¨ªticos capaces de ponerse de acuerdo en algo tan sustancial como es la regulaci¨®n del sistema financiero a escala europea. Espa?a ha sido en cierto modo protagonista de este acuerdo. Hemos participado en los momentos decisivos, como la cuarta potencia econ¨®mica de la eurozona que somos. Nuestra experiencia reciente, la manera en que hemos resuelto los problemas y el hecho de haber cumplido los compromisos nos ha hecho recuperar prestigio como pa¨ªs.
La arquitectura de la Uni¨®n Bancaria gira sobre dos ejes fundamentales. Habr¨¢ un supervisor ¨²nico que empezar¨¢ a ser operativo en oto?o de este a?o. Habr¨¢ un Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n que entrar¨¢ en vigor en enero de 2015 y que se completar¨¢ con un Fondo ?nico de Resoluci¨®n cuya creaci¨®n est¨¢ prevista para enero de 2016. Habr¨¢ adem¨¢s unas mismas normas de solvencia, reestructuraci¨®n de bancos y garant¨ªa de dep¨®sitos. El supervisor ¨²nico ser¨¢ el Banco Central Europeo, que vigilar¨¢ de forma directa las entidades significativas o sist¨¦micas; es decir, el 80% de las europeas, el 90% en el caso espa?ol. El Banco de Espa?a ser¨¢ colaborador del BCE en esta responsabilidad.
El Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n es quiz¨¢ el aspecto que m¨¢s ha costado dise?ar, pero se ha conseguido establecer un marco com¨²n para la gesti¨®n de las crisis bancarias. Habr¨¢ una Autoridad ?nica de Resoluci¨®n responsable de adoptar las decisiones en un plazo que no deber¨¢ superar las 24 horas. El Fondo de Resoluci¨®n actuar¨¢ como ¨²ltimo recurso y tendr¨¢ fondos equivalentes al 1% de los dep¨®sitos garantizados a nivel europeo. Contar¨¢, como m¨ªnimo, con 55.000 millones de euros. Ser¨¢ la propia industria quien sustente este fondo, no el contribuyente; es muy importante resaltarlo. En el caso de Espa?a, la aportaci¨®n rondar¨¢ el 12% del total.
Con el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n se establece un marco com¨²n para la gesti¨®n
de las crisis bancarias
La cuant¨ªa puede parecer peque?a si se compara con el coste de la reciente crisis bancaria que, por ejemplo, en Espa?a, ha sido claramente superior. Pero no es as¨ª. Se trata de un fondo que se mutualizar¨¢ en un plazo de ocho a?os, hasta ser totalmente europeo, no nacional. Es decir, habr¨¢ una respuesta com¨²n ante la liquidaci¨®n de una entidad concreta en un pa¨ªs determinado. El Fondo de Resoluci¨®n podr¨¢ adem¨¢s acudir a los mercados en caso de necesidad. Una operaci¨®n de este calado, que tiene el respaldo impl¨ªcito de los Estados y ha sido refrendada por el Parlamento Europeo, podr¨ªamos decir que significa, en ¨²ltima instancia, poner ¡°toda la carne en el asador¡±.
Otra cuesti¨®n que ha planteado dudas es qu¨¦ ocurre con los depositantes; c¨®mo les va a afectar la resoluci¨®n o liquidaci¨®n de una entidad bancaria. Aqu¨ª se va a seguir lo establecido en la Directiva de Resoluci¨®n Bancaria, cuyo objetivo es evitar el coste para el contribuyente y dar la m¨¢xima protecci¨®n a los depositantes. Los accionistas soportar¨¢n en primer lugar las p¨¦rdidas y tras ellos, el resto de acreedores. Los depositantes mantienen la cobertura para cantidades de hasta 100.000 euros, a lo que se suma el tratamiento de m¨¢ximo privilegio y protecci¨®n como acreedores de los bancos. Adicionalmente, todos los dep¨®sitos de personas f¨ªsicas y pymes por encima de 100.000 euros gozar¨¢n de un privilegio especial que fortalecer¨¢ su posici¨®n sobre el resto de acreedores ordinarios.
No cabe duda de que una uni¨®n bancaria supone cierta cesi¨®n de soberan¨ªa. Pues bienvenida sea. Si hay algo que lamentar es no haber contado con estos instrumentos bastante antes. En Espa?a hemos tenido que ir por delante de nuestros socios europeos en la aplicaci¨®n de medidas similares, aunque hemos actuado con retraso en la crisis bancaria. Esa es la paradoja. En apenas dos a?os hemos saneado y recapitalizado el sector financiero y, lo que considero m¨¢s importante, hemos hecho un ejercicio de transparencia profundo y riguroso. En poco tiempo, la banca europea deber¨¢ someterse a un an¨¢lisis, al menos, igual de exigente. Entramos en el a?o cero de la Uni¨®n Bancaria.
Luis de Guindos Jurado es ministro de Econom¨ªa y Competitividad.
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