Hechos, no palabras
El di¨¢logo para pacificar Venezuela no avanzar¨¢ si Maduro mantiene la represi¨®n
Los nuevos disturbios en Caracas, d¨ªas despu¨¦s de la segunda reuni¨®n entre el Gobierno y la oposici¨®n representada en la Mesa de Unidad Democr¨¢tica, alertan de que se mantiene el foso entre el presidente venezolano Nicol¨¢s Maduro y sus adversarios. Ese foso no ha dejado de crecer desde que comenzaran en febrero las masivas protestas que han causado decenas de muertos.
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Es improbable que en su ¨¢mbito actual el di¨¢logo auspiciado por Unasur y la Iglesia conduzca a la pacificaci¨®n de Venezuela. Lo que cada vez m¨¢s separa a Maduro y sus cr¨ªticos no son matices, sino el cuestionamiento radical de una manera de entender el poder, caudillista y sectaria, que empuja al pa¨ªs latinoamericano por un tobog¨¢n alarmante.
La semana pasada se alcanzaron t¨ªmidos compromisos para sumar figuras respetadas a la comisi¨®n que investigar¨¢ el uso excesivo de la fuerza; o agilizar la designaci¨®n parlamentaria de autoridades electorales y judiciales. Pero las protestas tienen un car¨¢cter insurreccional y est¨¢n respaldadas por una parte de la oposici¨®n que no se siente representada por la Mesa de Unidad. Ni los principales l¨ªderes en el origen de la crisis actual ni el movimiento universitario participan de una negociaci¨®n en la que el Gobierno ya ha rechazado amnistiar a los dirigentes opositores encarcelados y a los centenares de detenidos en las manifestaciones.
A corto plazo, y a la espera de un nuevo encuentro, el di¨¢logo solo puede avanzar con un cambio de la pol¨ªtica de orden p¨²blico por parte del presidente venezolano. Los elementos b¨¢sicos son la desaparici¨®n de los grupos de choque gubernamentales y la exigencia de disciplina a las fuerzas de seguridad conforme a los est¨¢ndares de un Estado democr¨¢tico.
Venezuela ofrece un cuadro ag¨®nico un a?o despu¨¦s de que Maduro asumiera el infausto legado de Ch¨¢vez tras unas elecciones poco cre¨ªbles, cuyos estrech¨ªsimos resultados fueron cuestionados por la oposici¨®n. La inflaci¨®n puede llegar a finales de a?o al 75% y la escasez de alimentos y productos b¨¢sicos no deja de aumentar, como la disparada tasa de homicidios o la violencia pol¨ªtica. El Gobierno de Maduro, en nombre de imaginarias conspiraciones internas y externas, ha multiplicado la represi¨®n, el control informativo y las violaciones de libertades b¨¢sicas. El escenario es insostenible sin un golpe de tim¨®n del que, por el momento, no hay indicios.
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