Rebajar la tensi¨®n
Las agresiones a pol¨ªticos y las muestras de intolerancia no deben ser objeto de banalizaci¨®n
La agresi¨®n al l¨ªder del socialismo catal¨¢n Pere Navarro el pasado domingo en Terrassa cuando participaba en una ceremonia religiosa puede ser un incidente puntual, pero incluso en ese caso, no debe ser minimizado. Aunque no se conocen los motivos por los que una mujer le propin¨® un pu?etazo en la cara mientras le insultaba, las reacciones al incidente muestran que es preciso abundar en una reflexi¨®n reposada pero firme sobre los l¨ªmites de la expresi¨®n pol¨ªtica de la divergencia. Ning¨²n tipo de agresi¨®n es tolerable en una democracia, en la que todos pueden defender sus ideas de forma pac¨ªfica.
A ra¨ªz del incidente de Terrassa, el entorno de Pere Navarro ha dado a conocer que el dirigente socialista es desde hace un tiempo v¨ªctima de insultos y amenazas. No es el ¨²nico. Otros dirigentes de signo pol¨ªtico distinto y de distintos lugares de Espa?a han referido tambi¨¦n haber recibido amenazas en ocasiones y el domingo mismo, el segundo candidato del PP a las elecciones europeas, Esteban Gonz¨¢lez Pons, recibi¨® en Castell¨®n el impacto de un huevo. Este tipo de incidentes merecen la m¨¢s absoluta reprobaci¨®n y no cabe justificaci¨®n alguna.
Entre las reacciones a la agresi¨®n sufrida por Pere Navarro se han observado algunos excesos que deben evitarse. Es aventurado atribuir la agresi¨®n directamente a la tensi¨®n soberanista, algo que no se ha acreditado y que no debe servir para descalificar las ideas. Pero tambi¨¦n es muy irresponsable minimizar la agresi¨®n y criminalizar a quien ha sido v¨ªctima de ella, acus¨¢ndole de querer aprovecharse del incidente. Este tipo de respuestas contribuyen a la dial¨¦ctica de la tensi¨®n y esta se exacerba cuando cada uno trata de justificar los incidentes si provienen de las propias filas, y a magnificarlos si proceden del adversario. Son formas de banalizar la violencia y eso s¨ª que es peligroso.
Editoriales anteriores
Tiene raz¨®n Navarro en que insultar al contrincante, despreciarle, tratarlo de forma irrespetuosa o tratar de criminalizar sus actos contribuye a degradar el clima pol¨ªtico y siembra las semillas de futuros enfrentamientos. Quienes lo hacen no pueden ignorar que estas estrategias alimentan el clima de tensi¨®n del que, en un momento dado, pueden surgir expresiones de violencia. Pintar dianas, aunque sea verbales, en la espalda de los pol¨ªticos puede tener graves consecuencias. Por eso es obligado hacer un llamamiento a la mesura y abogar una vez m¨¢s por el di¨¢logo pol¨ªtico m¨¢s respetuoso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.