El gran ego xen¨®fobo de los Clippers
Acumulaba denuncias por racismo. La ¨²ltima ha supuesto su lapidaci¨®n El magnate Donald Sterling se ha desplomado sobre su propia cancha de la NBA despu¨¦s de que el mundo entero oyese c¨®mo le ped¨ªa a su novia que no llevase negros a su campo
¡°Me gusta la gente triunfadora¡±, desliz¨® Donald Sterling en una de sus contadas comparecencias ante la prensa californiana. El triunfo es el motor vital del magnate inmobiliario y propietario de los Clippers de Los ?ngeles. Carl Douglas, un abogado que trabaj¨® en uno de sus numerosos pleitos laborales, dice: ¡°Tiene un ego del tama?o del Gran Ca?¨®n¡±. Hasta la semana pasada, pr¨¢cticamente hasta el s¨¢bado, que cumpl¨ªa 80 a?os, Sterling pod¨ªa pasearse por Beverly Hills y sentarse en el Staples Center de Los ?ngeles con el gesto soberano y la sonrisa magn¨¢nima de un poderoso empresario que figura en la lista de las mil personas m¨¢s ricas del globo, con una fortuna estimada en 1.900 millones de d¨®lares.
Nadie le ha tocado un c¨¦ntimo, sus propiedades inmobiliarias desparramadas por las exclusivas zonas de Beverly Hills y la costa del Pac¨ªfico son incontables, y legalmente sigue siendo el propietario de los Clippers. Pero de repente se ha visto sepultado en la ruina social. La raz¨®n de su ca¨ªda en desgracia es la grabaci¨®n de una conversaci¨®n telef¨®nica con su novia, la mexicana Vanessa Stiviano, un compendio de exabruptos racistas. ¡°Me molesta mucho que difundas que te est¨¢s relacionando con gente negra. Puedes dormir con ellos. Puedes traerlos aqu¨ª. Puedes hacer lo que quieras. Lo poco que te pido es que no lo promociones, que no los lleves a mis partidos, que no los traigas al pabell¨®n. No pongas a Magic [Johnson] ah¨ª, en Instagram, para que el mundo lo tenga que ver y luego tengan que llamarme. Y no le traigas a mis partidos. ?Por qu¨¦ te haces fotos con minor¨ªas?¡±, le dijo Sterling a Stiviano.
Eran de sobra conocidos sus desatinos. Le hab¨ªan costado varias demandas judiciales, unas por su xenofobia, otras por no cumplir sus compromisos contractuales y algunas por agresi¨®n sexual. Pero esta vez le ha ca¨ªdo encima el cielo entero. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calific¨® sus frases: ¡°Son incre¨ªblemente ofensivas y racistas¡±. Magic Johnson, LeBron James, Kobe Bryant, todas las estrellas y legendarios jugadores de la NBA expresaron su indignaci¨®n con Sterling.
Despu¨¦s de que el pasado mi¨¦rcoles la NBA lo sancionara de por vida y le impusiera la m¨¢xima multa permitida ¡ª2,5 millones de d¨®lares (1,8 millones de euros)¡ª, continu¨® el goteo de descalificaciones. ¡°Habla con la mentalidad de un capataz de una plantaci¨®n de esclavos en el siglo XXI. Simplemente, no encaja¡±, opin¨® la conocida presentadora de televisi¨®n Oprah Winfrey. ¡°Soy seguidor de los Clippers. Estoy completamente de acuerdo con la decisi¨®n de Adam Silver [abogado y comisionado de la NBA]. No iba a dejar que mis hijos fueran a los partidos, pero ahora s¨ª podr¨¢n ir. Conozco a Donald Sterling. Resulta embarazoso. Admiro a su esposa y merece lo mejor. Fue una gran decisi¨®n para la Liga y para la sociedad. Fue un d¨ªa hist¨®rico. Go Clippers!¡±, sintetiz¨® el periodista y escritor Larry King.
Donald Sterling no se llamaba Donald Sterling, sino Donald Tokowitz. Hijo de emigrantes europeos de origen judio, naci¨® en Chicago en 1933. Su padre, Mickey, trabajaba como comerciante. Cuando ¨¦l ten¨ªa dos a?os, la familia se traslad¨® a Boyle Heights, un barrio de clase obrera de Los ?ngeles. Fue elegido presidente de la clase de su instituto y destac¨® por llegar a las finales de gimnasia en una competici¨®n nacional. Estudi¨® en escuelas p¨²blicas y se pag¨® sus clases de Derecho con lo que ganaba como empleado en unos grandes almacenes de muebles. Se cas¨® con Shelly, la hija del propietario. Tuvo tres hijos, aunque uno de ellos, Chris, fue encontrado muerto cuando ten¨ªa 32 a?os, aparentemente a causa de una sobredosis.
Hoy por hoy Shelly Sterling est¨¢ al corriente de que Vanessa Stiviano es la amante de su esposo. Ella la califica de ¡°cazafortunas¡± y en marzo de 2012 le present¨® una demanda para que devolviera los regalos que le hizo, entre otros, un apartamento en el centro de Los ?ngeles, una elevada cantidad econ¨®mica y varios coches. Seg¨²n algunos medios estadounidenses, Donald y su esposa mantienen una relaci¨®n de amistad y conveniencia, y no se han separado debido a los costes que ello les supondr¨ªa a ambos. Hay que tener en cuenta que su esposa es copropietaria de varias de las empresas creadas por su marido.
El magnate inici¨® su carrera en 1961. Se estableci¨® como abogado independiente especializado en delitos de lesiones y en divorcios. Asegura haber trabajado en 10.000 casos. Invirti¨® sus ganancias en bienes inmuebles, la mayor¨ªa entre Beverly Hills y la zona costera de Los ?ngeles.
En 1970 conoci¨® a Jerry Buss, tambi¨¦n inversor inmobiliario, el hombre que en mayo de 1979 adquiri¨® los Lakers. Sterling financi¨® parte de la suma que tuvo que desembolsar Buss. Los Clippers, radicados entonces en San Diego, tambi¨¦n se pusieron a la venta. Buss sugiri¨® a Sterling que comprara los Clippers. Le hizo caso y en 1981 pag¨® 12,7 millones de d¨®lares (9,1 millones de euros).
Tras la primera victoria del equipo, salt¨® a la cancha a abrazarse con los jugadores y con el entrenador, Paul Silas. Ya entonces empez¨® a hacer gala de sus excentricidades. En la siguiente temporada nombr¨® m¨¢nager general a una exmodelo llamada Patricia Simmons y la instal¨® en el despacho de Silas mientras el entrenador estaba de viaje en China. En San Diego empez¨® a utilizar su t¨¢ctica de ahorro y el equipo estuvo a punto de no comparecer en alg¨²n partido debido a que solo contaba con siete jugadores.
En 1984, de modo repentino y sin seguir el protocolo de la Liga, traslad¨® el equipo a Los ?ngeles. La NBA le sancion¨® con 25 millones d¨®lares. ?l respondi¨® con otra demanda por 100 millones y la Liga recort¨® la sanci¨®n a seis.
Dos equipos de Los ?ngeles. Los Lakers acaparaban el glamour, el dinero, la fama, el carisma, la atenci¨®n de las celebridades, y los mejores jugadores quer¨ªan jugar con su camiseta. Los Clippers eran sin¨®nimo de equipo perdedor, problem¨¢tico, ca¨®tico, sin atractivo para los jugadores.
Pese a sus malos resultados, los Clippers ingresaban el mismo dinero del reparto televisivo, por lo que el negocio era redondo para Sterling: arriesgaba poco y ganaba mucho. The New York Times y Forbes lo calificaron como el peor propietario de una franquicia de la NBA.
En 2011, tras a?os de fichajes previos, los Clippers se met¨ªan en los playoffs, algo que solo hab¨ªan conseguido en una ocasi¨®n desde 1997, y en los que ahora llevan tres a?os. Este a?o han sido tasados en 575 millones de d¨®lares (414 millones de euros) seg¨²n Forbes, en el puesto n¨²mero 13 de la NBA. Su popularidad aumenta y ocupan el quinto puesto en las audiencias televisivas.
La mansi¨®n de Sterling en Beverly Hills perteneci¨® a Cary Grant. Demostr¨® su megaloman¨ªa al rebautizar como Sterling Plaza el edificio art d¨¦co en el que estableci¨® sus oficinas. Eso ha sido miembro del Partido Republicano desde 1998, pero tambi¨¦n ha contribuido a las campa?as de al menos tres candidatos dem¨®cratas, entre ellos el exjugador de los Knicks Bill Bradley. Afront¨® numerosos cargos por discriminaci¨®n racial en sus empresas y fue demandado por acoso sexual. En 2006, el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo demand¨® por discriminaci¨®n racial en el alquiler de sus propiedades. ¡°Los inquilinos negros huelen y atraen a los bichos¡±, dijo Sterling, seg¨²n la acusaci¨®n. En 2009 tuvo que pagar 2,7 millones de d¨®lares para librarse de las acusaciones de discriminaci¨®n sistem¨¢tica de latinos y afroamericanos. Ese mismo a?o fue demandado por el director deportivo de los Clippers, el exjugador negro Elgin Baylor, que lo acus¨® por segregarle por su edad y su raza.
¡°Puede convencerte de cualquier cosa. Posee un entusiasmo, una sonrisa contagiosa y una propensi¨®n a abrazar y masajear los hombros de la gente¡±, explic¨® el periodista de ESPN Magazine Peter Keating. Un abogado que le conoce sentencia: ¡°Quiere desesperadamente que la gente crea que es una buena persona¡±. Realiza contribuciones caritativas, pero uno de sus agentes asegura que no extiende ning¨²n cheque sin obtener retorno.
Ahora, tras el episodio de sus grabaciones, la NAACP, una de las principales asociaciones de defensa de los derechos civiles en Estados Unidos, ha anunciado que desposee a Sterling del premio que le hab¨ªa concedido por el conjunto de sus logros y aportaciones. La organizaci¨®n tambi¨¦n planea devolver las donaciones efectuadas, que seg¨²n explic¨® uno de sus directivos ¡°es una insignificante cantidad econ¨®mica¡±.
¡°Es el precio personal, econ¨®mico y social que el se?or Sterling debe pagar por su intento de retrasar el reloj en las relaciones raciales¡±, sentencia Leon Jenkins, presidente de la NAACP de Los ?ngeles, que ha dimitido a ra¨ªz del esc¨¢ndalo. Un directivo de los Clippers resume a la perfecci¨®n lo ocurrido con Sterling: ¡°No estoy sorprendido porque Donald se haya estrellado, estoy sorprendido porque no se estrellara antes¡±.
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