Errores y aciertos de la serie m¨¢s vista del a?o

Ojo, contiene espoilers

Pasaba la medianoche cuando un ¨²ltimo plano cerraba la primera temporada de El Pr¨ªncipe: un flashback al primer episodio en el que Fran (Jos¨¦ Coronado) le soltaba a Morey (?lex Gonz¨¢lez) una sentencia de ecos polanskianos en Chinatown: ¡°Los de aqu¨ª decimos que en El Pr¨ªncipe todo acaba en agua salada: o sea, en l¨¢grimas o en el fondo del mar¡±. Minutos antes, el agujero de bala entre ceja y ceja descerrajado a Abdul marcaba un macabro punto y seguido en la que se ha convertido en la serie del a?o. Parec¨ªa dif¨ªcil superar a El tiempo entre costuras, pero con sus 26,3% de share y m¨¢s de 5 millones de espectadores por cap¨ªtulo (ayer cerr¨® con un 33,3% y 6,6), El Pr¨ªncipe lo ha conseguido. Estos son los amos del barrio y estas son sus credenciales.

Hiba Abouk: la reina mora. Si alg¨²n d¨ªa se pone de moda lo de la clonaci¨®n, que los primeros sean los se?ores de Ben Barek, porque hay que ver c¨®mo les han salido las criaturas, oiga: Faruq, F¨¢tima, Nayat y Abdu, casi nada¡­ Desde el 4 de febrero, cuando se estren¨® El Pr¨ªncipe, al d¨ªa de hoy (ayer la serie cerr¨® su primera temporada), Hiba ha pasado de ser la actriz/conquista de Hugo Silva a la estrella del momento. Las revistas del coraz¨®n de los lunes (que ya la amaban) y las de los mi¨¦rcoles (siempre m¨¢s aristrocr¨¢ticas) le han abierto sus exclusivas de par en par. Que si mantiene un romance con su compa?ero de reparto ?lex Gonz¨¢lez (algo que ella ha negado) o que si ha pasado por quir¨®fano para retocarse pechos y cadera (calla como una tumba). Poco ha importado que su personaje est¨¦ lleno de inexactitudes: se llama ¡°F¨¢tima¡±, en cristiano, a pesar de que, siendo musulmana deber¨ªa llamarse ¡°Fatima¡±; y por exigencias del guion (esto es, por salir mona) no lleva el velo como debiera, sino que muestra su cabello. Su representante confirma que Hiba comenzar¨¢ a rodar en junio la segunda temporada de la serie de Telecinco.

?Al rico croma! En una ficci¨®n profundamente conservadora en el fondo y en la forma, como es la espa?ola, El Pr¨ªncipe ha supuesto una revoluci¨®n. Rodada en Madrid, ha correspondido a Stargate Studios la misi¨®n de recrear el conflictivo barrio ceut¨ª que da nombre a la serie. Telecinco no se ha cansado de repetir que la empresa es la misma que trabaja para The Walking Dead o C.S.I. El resultado ha sorprendido al p¨²blico peninsular¡­ y al local, tambi¨¦n: basta darse una vuelta por los foros para encontrarse con ceut¨ªes que no reconocen en ese pinturero amasijo de casitas coloreadas que parecen sacadas de Tint¨ªn la realidad de El Pr¨ªncipe. Sea como fuere, su ¨¦xito deber¨ªa inducir a las futuras series a asumir m¨¢s riesgos en la producci¨®n.

Rub¨¦n Cortada: el ¨¢rabe mulato. Telecinco se asegur¨® a dos pesos pesados de la lista de los hombres m¨¢s deseados de Espa?a como protagonistas: ?lex Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Coronado. Sorprendentemente, el que m¨¢s provecho le ha sacado ha sido el tercero en discordia, Rub¨¦n Cortada. Ayer casi se pod¨ªa o¨ªr c¨®mo se cortaba el aliento de millones de espectadores (en especial, espectadoras) cuando su herc¨²leo cuerpo recib¨ªa un disparo. Falsa alarma, solo fue un rasgu?o. Tremendo a?o el de Cortada, presente en los dos fen¨®menos de la ficci¨®n cat¨®dica de la temporada: en El tiempo entre costuras era Ramiro, el marido poco de fiar que arrastraba a Sira Quiroga a Marruecos; en El Pr¨ªncipe, Faruq ha sido el rey dentro y fuera del barrio. No se recordaba un fervor as¨ª por un actor desde Miguel ?ngel Silvestre/El Duque.

Echando redes. Mucho CNI y mucho inc¨®gnito, pero Morey no paraba de tuitear y retuitear¡­ Y es que Telecinco ha hecho todo lo posible por visibilizar su ficci¨®n estrella por tierra, mar e Internet. H¨¢bilmente, han creado perfiles de Twitter (por supuesto, ficticios) de sus personajes, para tuitear e interactuar con los fans. Un m¨¦todo de promoci¨®n barato que se ha demostrado todo un ¨¦xito y que parece dif¨ªcil que no copie cualquier serie que se produzca en las pr¨®ximas semanas, d¨ªas u horas. Con ellos, El Pr¨ªncipe ha conseguido semana tras semana ser trending topic, demostrando que su red social era mayor que la de los terroristas de Akrab. Afortunadamente, tambi¨¦n es menos sanguinaria y bastante m¨¢s popular: en una televisi¨®n cada vez m¨¢s transmediatizada, en la que el tradicional televisor solo es una pantalla m¨¢s, El Pr¨ªncipe ha batido todos los r¨¦cords de reproducci¨®n en internet con m¨¢s de 13 millones de visionados en streaming (a falta de los datos de ayer).

Mariano, tenemos un problema. Y gordo, adem¨¢s. Por momentos, parece que, por el hecho de ser musulmanes, los Ben Barek no sean espa?oles de la muy cat¨®lica Espa?a. Como no hay mal que por bien no venga, el defecto ha servido para darnos cuenta de lo poco que hemos avanzado en la lucha contra los estereotipos. Deber¨ªa servir para reflexionar y mejorar en el conocimiento de nuestras diferencias. Por lo pronto, la serie ya est¨¢ atrayendo turismo a un barrio que bien lo necesita, con un 40% de paro y un 71% de familias en la extrema pobreza. A pesar de ello, no estar¨ªa mal corregir estos errores en la segunda temporada, que se antoja todo un ¨¦xito. Y es que, hoy por hoy, o¨ªr El Pr¨ªncipe evoca m¨¢s una serie de televisi¨®n que a un tal Felipe de Borb¨®n.