El mayo que cambiar¨¢ Europa

M¨¢s de 500 millones de hombres y mujeres, de 28 pa¨ªses distintos, celebran hoy pertenecer a una misma Uni¨®n Europea. Tienen razones profundas para sentirse orgullosos de formar parte de ese gran proyecto compartido. Ninguna otra entidad, ning¨²n otro espacio del mundo, puede presentar una combinaci¨®n m¨¢s equilibrada de econom¨ªa desarrollada, justicia social, libertades civiles, institucionalidad democr¨¢tica, solidaridad con el resto del mundo y contribuci¨®n a la paz. Ese es el legado del sue?o originario de su fundaci¨®n. Ese es el espejo en el que se mira con esperanza una gran parte de la humanidad, centenares de millones de seres humanos que aspiran a progresar, que luchan por conseguir una vida mejor.

Pero, en los ¨²ltimos a?os, cada vez m¨¢s europeos tienen tambi¨¦n motivos para la desilusi¨®n, el descontento. Sienten que la Uni¨®n les ha fallado. Entienden que ha emprendido una direcci¨®n no solo equivocada, sino contraria a su esp¨ªritu genuino, que no se ha enfrentado a la crisis de manera eficaz, ni lo ha hecho con un reparto justo de esfuerzos, ni ha preservado la cohesi¨®n y la solidaridad interna. Y tienen razones para pensar que ha salvado a quienes fueron irresponsables y no ha protegido a los que lo est¨¢n pagando con sus sacrificios.

Esos ciudadanos reclaman hoy un cambio profundo. No un cambio cosm¨¦tico, ofrecido y protagonizado por la misma mayor¨ªa que ha impuesto, como ¨²nica soluci¨®n, una austeridad, cuyos resultados bien visibles son el aumento del desempleo y de la pobreza. Hoy cerca de 27 millones de europeos est¨¢n en paro, muchos de ellos pertenecen a familias en las que ninguno de sus miembros tiene trabajo. La pobreza es una amenaza real para 125 millones de personas en Europa, al tiempo que ven c¨®mo los mecanismos de protecci¨®n social van reduci¨¦ndose. Y todo ello como consecuencia de las pol¨ªticas de una derecha que nunca ha tenido la igualdad entre sus objetivos.

Esos ciudadanos, especialmente los j¨®venes que ven c¨®mo se les niega el futuro, piden un aut¨¦ntico cambio de rumbo, de valores y de pol¨ªticas, de prioridades y de estrategias, cuyos destinatarios inmediatos y finales sean las personas, las clases medias trabajadoras, los que est¨¢n sufriendo la crisis, la gran mayor¨ªa.

El BCE ha de ser una garant¨ªa de que el cr¨¦dito del sistema bancario fluya

Los europeos, los espa?oles tienen en sus manos promover ese cambio de rumbo el pr¨®ximo 25 de mayo. Pueden impulsarlo decisivamente eligiendo una mayor¨ªa socialista en el Parlamento Europeo y, por primera vez, un presidente socialista en la Comisi¨®n Europea.

Nuestro proyecto para Europa tiene una clara orientaci¨®n y unas propuestas muy precisas. La Uni¨®n nunca saldr¨¢ de la crisis m¨¢s fuerte ni m¨¢s justa con la receta de la austeridad. Necesitamos crecimiento y lo necesitamos ya. Hacen falta pol¨ªticas de impulso al crecimiento especialmente en los pa¨ªses del Sur, los que m¨¢s lo necesitan.

Nuestras propuestas incluyen reequilibrar el control del d¨¦ficit, con calendarios sostenibles, y poner freno a la deuda, con est¨ªmulos al crecimiento y el empleo. Defendemos la necesidad de un potente plan de inversiones europeas en infraestructuras de transporte, energ¨¦ticas, en formaci¨®n y educaci¨®n, investigaci¨®n y desarrollo. Estamos convencidos de que es posible acordar que inversiones de ese tipo no cuenten como d¨¦ficit.

Europa necesita una nueva pol¨ªtica industrial. El BCE ha de ser una garant¨ªa de que el cr¨¦dito del sistema bancario fluya a la econom¨ªa real, en especial a las pymes. El BEI tiene que incrementar sus recursos y agilizar su actividad. Debemos ser m¨¢s r¨¢pidos y m¨¢s decididos en la regulaci¨®n y control de los mercados financieros, acelerando la Uni¨®n Bancaria, para que los desastres de los bancos no los paguen los ciudadanos. Hay que acabar con los para¨ªsos fiscales e impedir que se amnist¨ªe a quien ha defraudado. Para los socialistas es imprescindible aprobar un Pacto de Progreso Social de importancia equivalente al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, con indicadores sociales tan vinculantes como los econ¨®micos. Y lucharemos por un marco europeo de salarios m¨ªnimos y medidas para acabar con la discriminaci¨®n salarial de las mujeres; aumentar los fondos de la Garant¨ªa Juvenil y del Fondo Europeo contra la pobreza. En definitiva, trabajaremos por activar el crecimiento, crear empleo, restablecer la solidaridad y asegurar un reparto equitativo de las cargas entre los miembros de la Uni¨®n.

Es una s¨ªntesis apretada de nuestro proyecto pol¨ªtico de cambio. Una plataforma que se ajusta mejor que la de la derecha a los intereses de los pa¨ªses del sur de Europa. Una plataforma con la que Espa?a y los espa?oles estar¨ªan entre los m¨¢s beneficiados.

La pondremos en marcha, si los ciudadanos nos dan el impulso necesario; un impulso que solo puede transformar en acci¨®n una fuerza con gran representaci¨®n en el Parlamento Europeo como la de los socialdem¨®cratas. ?se es nuestro objetivo porque as¨ª aseguraremos el lugar que la Uni¨®n debe tener en el mundo globalizado; porque respetaremos el mandato de los tratados de preservar una econom¨ªa social de mercado; porque atenderemos a las necesidades de la gente corriente; porque responderemos con justicia y cooperaci¨®n a un quinquenio de ego¨ªsmo e insolidaridad. Porque queremos acabar con tantas pesadillas, de tanta gente, y por tanto tiempo, y recuperar para todos los ciudadanos la confianza en el sue?o com¨²n europeo.

Elena Valenciano es vicesecretaria general del PSOE y su candidata n¨²mero 1 al Parlamento Europeo y Martin Schulz es el actual presidente del Parlamento Europeo y candidato socialdem¨®crata a la presidencia de la Comisi¨®n.