Verduleras en las redes sociales
No hay ¨¢mbito que se libre del conflicto: hasta los cocineros famosos, cuyo gremio siempre hace gala de buenrollismo cara a la galer¨ªa, gustan de zurrarse en estos cuadril¨¢teros
Dicen que lo mejor de Twitter es la posibilidad de seguir acontecimientos al instante y de estar en contacto con personas e instituciones. No ser¨¦ yo quien ose rebatir la palabra de los gur¨²s, pero desde mi posici¨®n de usuario creo que el cl¨ªmax en esa web no se alcanza enter¨¢ndote el primero de un ataque prorruso en Ucrania o dialogando con Carrefour o con Carmen Lomana. Lo m¨¢s grande, lo m¨¢s intenso, lo que m¨¢s satisface la curiosidad insana inherente a todo uso de una red social, es asistir a una buena trifulca en directo desde la comodidad del voyeur an¨®nimo.
Ning¨²n habitual de Twitter me podr¨¢ negar que ha seguido con pasi¨®n enganchadas de esta clase, algunas tan sonadas y recientes como la de Dani Rovira con Esperanza Aguirre o la de M¨¢ximo Pradera con Hermann Tertsch. Por fortuna para los morbosos, no hay ¨¢mbito que se libre del conflicto: hasta los cocineros famosos, cuyo gremio siempre hace gala de buenrollismo cara a la galer¨ªa, gustan de zurrarse de cuando en cuando en estos mismos cuadril¨¢teros. Hace unos meses, Jordi Cruz (Abac, MasterChef) y David Mu?oz (DiverXo) deleitaban a la parroquia foodie con una buena tangana a cuenta de unas declaraciones del primero, en las que insinuaba que la Gu¨ªa Michelin hab¨ªa concedido la tercera estrella al segundo por compensaci¨®n territorial a Madrid. Esta semana, han sido Mario Sandoval (Coque) y Rodrigo de la Calle (Villa Magna) quienes nos han proporcionado nuestra dosis gratuita de lucha libre.
La tormenta la desencaden¨® una entrada del blog del cr¨ªtico gastron¨®mico de este peri¨®dico, Jos¨¦ Carlos Capel, en la que contaba c¨®mo Sandoval le hab¨ªa descubierto unos invernaderos fant¨¢sticos en una zona industrial del extrarradio de Madrid. De La Calle, ap¨®stol de la gastrobot¨¢nica m¨¢s ecol¨®gica, protest¨® en Twitter por tama?a apolog¨ªa del pl¨¢stico, y pronto empezaron los gritos en forma de may¨²sculas. ¡°ERROR¡±, dijo Rodrigo. ¡°DOCUM?NTATE¡±, contratac¨® Mario. ¡°Y t¨² revisa tus proveedores¡±, se atrevi¨® a responder Rodrigo golpeando donde m¨¢s duele.
No entro en el fondo de la cuesti¨®n porque mis conocimientos agropecuarios son limitados, pero s¨ª extraigo dos conclusiones de tan agrio intercambio de opiniones. Una, que el debate sobre qui¨¦n la tiene m¨¢s verde est¨¢ caliente en la gastronom¨ªa espa?ola. Dos, que a veces en las redes se nos va la pinza, subimos el tono y no nos damos cuenta de que todo el mundo nos ve, lo que convierte nuestras discusiones en una suerte de espect¨¢culo de verduleras.
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