Matar de hambre

Voy a votar ya. No voy a esperar al 25 de mayo. Las encuestas no hablan de nosotros, pero somos ya 405.000 y es posible que en esa fecha superemos el medio mill¨®n. Votar on line por la iniciativa de Figueroa. Hay quien lucha por poltronas, y quien lucha por la vida. Masticando el tiempo, minuto a minuto. Beatriz Figueroa es, ella misma, una red social, una revoluci¨®n de heridos. Nada de sofismas. Su llamamiento comienza con un aullido: ¡°Los m¨¦dicos est¨¢n intentando curarme, pero la Administraci¨®n me va a matar de hambre¡±. Beatriz existe, e incluso mantiene con iron¨ªa una web titulada La vida no sigue igual. Su manifiesto retumba de principio a final. Una denuncia que duele y que asusta por la desconsideraci¨®n en que se ha mantenido un problema grav¨ªsimo, con miles de afectados doblemente vulnerables: sin trabajo y sin salud. Se trata de la situaci¨®n de los enfermos graves de c¨¢ncer y enfermedades cr¨®nicas, a quienes se les deniega sistem¨¢ticamente, ¡°de oficio¡±, la pensi¨®n de incapacidad permanente. El ocultamiento tambi¨¦n ha sido cr¨®nico. El silencio s¨®lo comenz¨® a romperse con la huelga de hambre de Beatriz durante un mes. Cuando pudo comparecer en comisi¨®n parlamentaria muchos diputados ignoraban que estos enfermos graves tienen como ¨²nica percepci¨®n un subsidio de 426 euros, y la obligaci¨®n de pagar un 40% del precio de la medicaci¨®n. La ¨²nica posibilidad de conseguir la incapacidad permanente (revisable) es por v¨ªa judicial. A Beatriz, como a tantos, la Administraci¨®n le deneg¨® tres veces la pensi¨®n. El judicial es un proceso lent¨ªsimo. Muchos se quedan en el camino. Beatriz ha pasado varias veces por el quir¨®fano, la ¨²ltima en febrero. Confiesa que ha llegado al l¨ªmite. Derrotada en comisi¨®n por el rodillo gubernamental, la iniciativa volver¨¢ al Pleno. ¡°Intacto era fragil¨ªsimo¡±, dec¨ªa Euclides da Cunha de un personaje, ¡°pero hecho escombros, formidable¡±. Beatriz Figueroa merece ser el nombre de una victoria.