Cadena de trasplantes
Una ingeniosa f¨®rmula permite que no se pierdan ¨®rganos de donante vivo por culpa de una incompatibilidad
Un aut¨¦ntico ejercicio de ingenier¨ªa social. Eso es lo que la sanidad p¨²blica ha logrado al realizar seis trasplantes renales en cadena en diferentes hospitales. T¨¦cnicamente se le llama trasplante de ri?¨®n cruzado, un plan pionero iniciado en 2009. La escasez de ¨®rganos procedentes de cad¨¢ver llev¨® a la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes a potenciar el trasplante de donante vivo.
Ante la dificultad de encontrar a tiempo un ¨®rgano de cad¨¢ver, muchos pacientes buscan en su entorno familiar un donante dispuesto a ceder uno de sus dos ri?ones. Cuando este familiar es un hijo, hay muchas posibilidades de que sea compatible pero cuando es la pareja, es muy posible que no lo sea. Es una situaci¨®n frustrante porque hay un donante dispuesto a sacrificarse y un receptor que lo necesita, pero no sirve de nada.
Para evitar que se pierda la oportunidad de salvar una vida, se ide¨® una ingeniosa f¨®rmula cuyo ¨¦xito requiere la presencia de un buen samaritano que inicie la cadena, un primer donante dispuesto a dar su ri?¨®n al paciente. A partir de aqu¨ª, la pareja del receptor dona su ri?¨®n a otro enfermo, cuya pareja dona el suyo a otro, y as¨ª sucesivamente. En estos momentos hay 104 parejas dispuestas a participar en una cadena de este tipo.
Pero igual que hay un buen samaritano inicial, suele haber alguien que rompe la cadena cuando ya se ha realizado el trasplante a su familiar. Es muy humano y est¨¢ en su derecho. Prescindir de uno de los dos ri?ones no es una decisi¨®n f¨¢cil y no es lo mismo ir a quir¨®fano al mismo tiempo que la persona querida, que hacerlo en favor de un desconocido cuando la pareja est¨¢ ya a salvo.
Hasta hace poco las operaciones se hac¨ªan de forma simult¨¢nea y las cadenas sol¨ªan dar para dos o tres trasplantes. Pero se decidi¨® dilatar las intervenciones, pese a que este sistema daba m¨¢s oportunidades al arrepentimiento, para asegurar mejor la elecci¨®n del receptor m¨¢s id¨®neo.
Contra todo pron¨®stico, esto no se ha traducido en un mayor ¨ªndice de desistimientos, sino que incluso ha alargado la cadena, en este caso hasta seis trasplantes. Habr¨¢ que agradecer a la ONT esta fabulosa oportunidad de comprobar que, a pesar de todo, a¨²n podemos confiar en la naturaleza humana.
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