Lecciones de Bankia
La gesti¨®n profesional y el dinero p¨²blico han salvado la entidad, que debi¨® intervenirse antes
La reforma bancaria espa?ola, imprescindible para recobrar la confianza de los inversores, ten¨ªa una prueba de fuego decisiva en el rescate y salvaci¨®n de Bankia, una de las primeras entidades financieras del pa¨ªs colocada al borde de la quiebra por unos gestores que la implicaron hasta la asfixia en la crisis del ladrillo. El caso Bankia ofrece una doble lecci¨®n. Por un lado, las p¨¦simas consecuencias de una intervenci¨®n descontrolada de intereses pol¨ªticos en la direcci¨®n de una entidad bancaria, hasta que se convirti¨® en una finca particular de los intereses de los partidos y sus entornos; por otro, el m¨¢s amable y del que hay que felicitarse, los efectos beneficiosos y r¨¢pidos de una gesti¨®n profesional. Bankia, dos a?os despu¨¦s de la intervenci¨®n, es una marca recuperada, con expectativas de beneficio y futuro reconocido en el mercado financiero.
Hasta llegar a este punto el rescate de Bankia ha sufrido de demoras, decisiones err¨®neas y momentos dif¨ªciles. Est¨¢ pendiente de soluci¨®n el da?o de las preferentes, pero en ese da?o tambi¨¦n est¨¢ concernido el Gobierno. Hoy es evidente que debi¨® ser intervenida y sus gestores relevados a mediados de 2010, cuando se inyect¨® capital p¨²blico por primera vez. Tambi¨¦n debe ser motivo de reflexi¨®n pol¨ªtica el hecho de que en 2012, cuando la situaci¨®n de la entidad era un grave problema para la econom¨ªa, se aplazaran peligrosamente las decisiones correctas (intervenci¨®n, sustituci¨®n de Rodrigo Rato y su equipo) por razones que no entendieron la urgencia de la intervenci¨®n. El caso Bankia demuestra una vez m¨¢s que cuando se retrasan decisiones econ¨®micas de importancia los costes se disparan y el da?o se extiende a un mayor n¨²mero de ciudadanos.
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Bankia es un caso de salvaci¨®n con ¨¦xito en parte porque se ha volcado en sus balances una cantidad importante de ayudas p¨²blicas. En conjunto, casi 22.500 millones de euros que en estos momentos avalan todos los contribuyentes, adem¨¢s de una desviaci¨®n de activos inmobiliarios a la Sareb que le ha liberado del exceso de morosidad hipotecaria. Los esfuerzos p¨²blicos, soportados por los ciudadanos, deber¨ªan reconocerse con el inter¨¦s, por parte de la entidad y del Gobierno, en que todo o una parte importante de ese dinero p¨²blico, crucial para el rescate, se devuelva cuando se alcancen las mejores condiciones de rentabilidad. Los modelos en los que debemos fijarnos son los pa¨ªses en los cuales las entidades salvadas han devuelto, en alg¨²n caso con beneficios, el dinero aportado por los contribuyentes.
Bankia puede ser un ejemplo afortunado porque el resto de la reforma bancaria se saldar¨¢ con grave quebranto para los intereses p¨²blicos. Las cajas gallegas causar¨¢n una p¨¦rdida de unos 7.000 millones mientras que Catalunya Caixa costar¨¢ entre 12.000 y 14.000 millones. Estas cuentas deber¨ªan ser un argumento de peso para reclamar que la banca desarrolle, sobre todo, una pol¨ªtica razonable de cr¨¦dito.
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