Llegar al fondo
La instrucci¨®n del accidente del metro de Valencia da un giro en la buena direcci¨®n
Cuando se cumplen cerca de ocho a?os del mayor y m¨¢s grave accidente de metro de Espa?a, ocurrido en Valencia en julio de 2006 con 43 muertos y 47 heridos, el giro que ha dado la investigaci¨®n judicial permite albergar la esperanza de que esta vez s¨ª, la justicia pueda llegar hasta el fondo del asunto y aclarar un suceso al que se hab¨ªa dado carpetazo judicial, pese a los muchos puntos oscuros que quedaban por dilucidar. Obligada a reabrir la causa en enero por orden de la Audiencia Provincial de Valencia, la juez que instruye el caso ha imputado ahora a tres directivos de la empresa que gestiona el servicio, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. Esa imputaci¨®n implica que, como han sostenido las v¨ªctimas con una constancia y una determinaci¨®n dignas de encomio, existen indicios s¨®lidos de que, adem¨¢s de un exceso de velocidad, se produjeron tambi¨¦n errores en la planificaci¨®n y programaci¨®n de los mecanismos de seguridad que deber¨ªan haber frenado el tren.
La instrucci¨®n de este caso est¨¢ resultando ser una de las m¨¢s penosas de la justicia espa?ola, no solo por la magnitud del sufrimiento que comporta un suceso con tantas v¨ªctimas y las muchas obstrucciones que encuentra la b¨²squeda de la verdad, sino por las graves carencias que ha demostrado la instrucci¨®n. La juez hab¨ªa considerado el exceso de velocidad como ¨²nica causa del accidente y como el conductor al que pod¨ªa atribuirse hab¨ªa fallecido, archiv¨® el caso. La insistencia de las v¨ªctimas ha permitido acreditar que un sistema de balizas eficiente podr¨ªa haber frenado el tren al sobrepasar la velocidad permitida. Pero solo hab¨ªa una baliza y no estaba correctamente programada. Pese a negar la influencia de ese factor, la compa?¨ªa instal¨® 14 nuevas balizas de seguridad en la l¨ªnea a los dos meses del accidente.
La ocultaci¨®n de datos llev¨® a la fiscal¨ªa a pedir la reapertura del caso. En la instrucci¨®n se han producido anomal¨ªas graves, como que la caja negra se abriera en dependencias de la empresa y sin presencia judicial; que parte de los peritajes iniciales se realizaran con el servicio ya reanudado o que se afirmara que los restos del convoy hab¨ªan sido destruidos, cuando no era as¨ª. Y tambi¨¦n maniobras indignas de instancias pol¨ªticas para que las v¨ªctimas ¡ªque llegaron a hacer 91 manifestaciones¡ª desistieran de su empe?o. Esperemos que esta vez la instrucci¨®n prosiga con las garant¨ªas necesarias y los responsables pol¨ªticos se abstengan de interferir.
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