Ir¨¢n nuclear
Las negociaciones multilaterales con Teher¨¢n entran en su fase decisiva y m¨¢s vulnerable
Las negociaciones reanudadas en Viena entre Ir¨¢n y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania han llegado a su punto culminante. Durante los dos pr¨®ximos meses, hasta el tope de finales de julio previsto en el acuerdo provisional de noviembre pasado, el sprint diplom¨¢tico pretende lograr un compromiso definitivo que reduzca dr¨¢sticamente la avanzada capacidad del r¨¦gimen de los ayatol¨¢s para desarrollar el arma at¨®mica. A cambio, el final progresivo de las sanciones occidentales que han puesto de rodillas la econom¨ªa iran¨ª.
El ambiente esperanzador no oculta que lo m¨¢s complicado, pol¨ªtica y t¨¦cnicamente, comienza ahora en el forcejeo hecho posible por la elecci¨®n de un relativo moderado, Hasan Rohani, como presidente de Ir¨¢n. A?os de mentiras iran¨ªes y una d¨¦cada de diplomacia frustrada han dejado un poso de acusada desconfianza entre los interlocutores, dif¨ªcil de remontar y propicio a ser explotado en esta fase crucial por los halcones de uno y otro lado, b¨¢sicamente la poderosa Guardia Revolucionaria iran¨ª y un sector ultramontano del Congreso estadounidense. Sin olvidar a Israel, que valora como una amenaza existencial la posibilidad de que Teher¨¢n disponga del arma nuclear. Barack Obama, para quien un acuerdo con Ir¨¢n se ha convertido en elemento definitorio de su presidencia, ha resistido las presiones de unos y otros para endurecer las sanciones.
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Los beneficios de un eventual compromiso ser¨ªan muy significativos, no solo para Ir¨¢n. Teher¨¢n, con vastas reservas de gas y petr¨®leo, necesita urgentemente librarse del dogal internacional y reconectarse con la econom¨ªa mundial para legitimar sus ambiciones de poder regional. El horizonte de un alejamiento de la pobreza y el deshielo con Occidente result¨® decisivo en el vuelco popular hace casi un a?o en favor de Rohani. Desde entonces, un balbuciente optimismo dif¨ªcil de defraudar ha permeado la sociedad iran¨ª.
Fuera de sus fronteras, un Ir¨¢n menos alejado de EE?UU e implicado positivamente en la cr¨ªtica situaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo podr¨ªa resultar determinante. Sobre todo en Irak y Siria, reg¨ªmenes clientes en distinto grado. Si en el caso iraqu¨ª resulta evidente el inter¨¦s por garantizar la estabilidad del pa¨ªs vecino, en Siria los ayatol¨¢s manejan en buena medida las palancas que permiten la supervivencia de Bachar el Asad. Sostener al tirano representa para Teher¨¢n una sangr¨ªa econ¨®mica.
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