La mujer que manda en el Milan
Barbara Berlusconi se afianza al frente del equipo que preside su padre Esta semana se ha situado como presidenta de otras dos sociedades vinculadas al club La consejera delegada del Milan ha realizado varios nombramientos de personas afines
Las hijas de Silvio Berlusconi vuelven a dictar titulares a la prensa italiana. La mayor de los cinco, Marina, que preside el mastodonte editorial Mondadori, aparece t¨ªmidamente en los peri¨®dicos arrastrada por su padre, que quisiera dejarle en herencia su partido pol¨ªtico. Y Barbara, nacida en 1984 y licenciada en filosof¨ªa, se atrinchera en la rama deportiva del imperio del ex primer ministro, que cumple condena por el fraude a Hacienda de su sociedad televisiva. La joven, la mayor de los hijos de la segunda esposa de Berlusconi, Veronica Lario, asciende cada vez m¨¢s en las empresas que dependen del AC Milan, el equipo rojinegro del f¨²tbol italiano, y se rodea de amigos para blindar su posici¨®n. Y es que ser la hija del jefe no le evita discordias y zancadillas internas.
La prensa italiana, un¨¢nime, interpreta con esta clave -la de que est¨¢ formando un ej¨¦rcito pretoriano, dispuesto a defenderla- el ¨²ltimo baile de sillas en los consejos de administraci¨®n de las sociedades vinculadas con el Milan, que Berlusconi compr¨® en 1986. El empresario y l¨ªder de la derecha presidi¨® el club deportivo hasta 2004, cuando una ley sobre el conflicto de intereses le impidi¨® mantener cargos sociales en sus empresas, aunque no le oblig¨® a renunciar a la cuota de propiedad. La presidencia sigue vacante, pero Barbara Berlusconi comparte el puesto de consejera delegada con el empresario Adriano Galliani, amigo del ex primer ministro italiano. Ella se ocupa de las cuestiones no deportivas, mientras que a ¨¦l han sido delegados por el presidente honor¨ªfico (Silvio Berlusconi) los asuntos estrictamente vinculados con el f¨²tbol, el mercado de jugadores, contrataci¨®n de entrenador, etc¨¦tera. Pero los roces y diferencias entre la delfina y el hombre de confianza del exmandatario son continuos.
De hecho, la semana pasada, Barbara se situ¨® al frente de Milan Entertainment, el grupo que explota los derechos publicitarios del equipo, y como presidenta de Milan Real State, la empresa propietaria de los inmuebles del club deportivo, puesto en el que sustituye justamente a Galliani. De esta manera, refuerza su posici¨®n en las dos sociedades controladas por el Milan, con ocasi¨®n de las asambleas que aprobaron las cuentas empresariales: Milan Real Estate cuenta con unos beneficios de 3 millones de euros y Milan Entertainment de 15,5 millones, seg¨²n inform¨® la agencia de noticias econ¨®micas Radiocor.
Coyunturalmente, la primog¨¦nita del disuelto matrimonio Berlusconi Lario comunic¨® que entraban en los consejos de administraci¨®n algunos rostros nuevos y muy afines a ella. Entre los nombramientos, llam¨® especialmente la atenci¨®n Geronimo La Russa. Colega de edad cercana (naci¨® en 1980) y pr¨®ximo por creencias pol¨ªticas (es hijo de Ignazio, que gobern¨® con Berlusconi), los corazones de Geronimo y Barbara laten sin embargo por dos equipos rivales. Porque el abogado es un c¨¦lebre y notorio tifoso del Inter, detalle que no ha escapado a las cr¨®nicas locales. Vamos, como si Florentino P¨¦rez llamara a cubrir un puesto de consejero del Real Madrid a un famoso forofo del Atl¨¦tico. Algo chirr¨ªa.
Pero la mujer fuerte del Milan parece considerar que el calcio no es pura cuesti¨®n de fe, sino que tambi¨¦n es una industria. Y los negocios son negocios: como en el amor y en la guerra, todo vale. El nombramiento unilateral de un amigo (incluso del equipo adversario) ha sido interpretado como un abierto acto de defensa preventiva en la guerra fr¨ªa de la casa rojinegra. Un feo al colega Galliani, que equivale a pararlo y decirle: ¡°Aqu¨ª quien manda soy yo¡±.
Sin embargo, Barbara y Geronimo se conocen desde hace mucho tiempo, sobre todo por la relaci¨®n pol¨ªtica que vincula a sus padres. Y esta incursi¨®n milanista no es la primera aventura empresarial en la que se zambullen juntos. Los dos se sientan ya entre los directivos del ente de beneficiencia Milano Young Onlus y de la sociedad Cardi Black Box, que controla una galer¨ªa de arte contempor¨¢neo.
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