Tres d¨ªas

Para hablar, por ejemplo, de lo de las doscientas ni?as secuestradas en Nigeria, no disponemos de recursos especiales. Hay que usar las palabras de todos los d¨ªas, las comas y los puntos de siempre, las posibilidades sint¨¢cticas de cada oraci¨®n. Por eso huimos de comentar ciertas noticias. Porque tendr¨ªa uno que hacerlo en un idioma que, sin dejar de ser el propio, proporcionara el desconcierto del ajeno. Que se entendiera y no se entendiera al mismo tiempo. Y que el hecho de no entenderlo proveyera de una fuerza in¨¦dita al de entenderlo. Se puede hacer, claro, los genios lo hacen. Los genios son capaces de escribir raro bajo la apariencia de escribir normal. Si un genio te cuenta lo de las doscientas ni?as de Nigeria, te rompe el coraz¨®n.

De modo que hay casi doscientas cr¨ªas ah¨ª, en los v¨ªdeos de un enfermo de c¨®lera. De un ej¨¦rcito de enfermos de c¨®lera. De un pa¨ªs colmado de c¨®lera. De un mundo ah¨ªto de c¨®lera. De un mundo indiferente tambi¨¦n. Indiferente y col¨¦rico. He ah¨ª una combinaci¨®n brutal. Doscientas ni?as que estaban estudiando lo que se estudia en las escuelas: teor¨ªa. El otro lado de la vida pr¨¢ctica. El del pensamiento especulativo, todo aquello que nos separa de la condici¨®n ofensiva de los Boko Haram. Le¨ªan en voz alta o resolv¨ªan un quebrado cuando un monstruo de cuento infantil las llev¨® al bosque para venderlas o para tenerlas a su servicio o para violarlas. ?Y por qu¨¦ no las tres cosas? Boko Haram vive en un lado de la frontera que no es el nuestro. Pero se ha llevado a doscientas ni?as nuestras, doscientas ni?as que quer¨ªan ser hijas de la gram¨¢tica, de la geometr¨ªa, del dibujo lineal, no s¨¦, del conocimiento del medio. Y se las ha llevado por eso, porque tiene p¨¢nico al pensamiento y horror a la mujer. La mezcla de pensamiento y mujer ¡ªlo saben muy bien¡ª acabar¨ªa con ellos en apenas tres d¨ªas.