Alec Baldwin, la estrella m¨¢s odiada de Nueva York
Aunque su vida personal va viento en popa, el actor reconoce que su ¨²ltimo a?o ha sido ¡°una gran cagada¡± A los continuos choques con los paparazzi, con golpes e insultos hom¨®fobos incluidos, suma ahora su pataleta con la polic¨ªa de Manhattan
Los ¨¢nimos est¨¢n calentitos con Alec Baldwin. As¨ª es el mundo de Hollywood. De hijo predilecto al m¨¢s odiado. Pero no hablamos de Los ?ngeles, sino de Nueva York, ciudad de la que la serie Friends dec¨ªa eso de que ¡°todos son tus amigos¡±. A este paso, el actor neoyorquino de 56 a?os est¨¢ a punto de ser declarado persona non grataen la Gran Manzana.
La ¨²ltima pataleta fue su arresto el pasado martes en plena Quinta Avenida neoyorquina cuando iba en bici; eso s¨ª, circulando en direcci¨®n contraria. Una multa que acab¨® con el int¨¦rprete esposado y en la comisar¨ªa por la infracci¨®n, por no llevar identificaci¨®n y por resistirse a los agentes. O, lo que es igual, montar la marimorena. Porque cuando tu identificaci¨®n se basa en ¡°anteriores encuentros con la polic¨ªa¡±, como const¨® en los papeles de su arresto, as¨ª te llames Alec Baldwin o Pepe P¨¦rez, sabes que las cosas no van bien incluso en la ciudad de tus sue?os.
El propio Baldwin lo reconoci¨® hace un par de meses cuando, en una carta abierta a quien quisiera leerle, acept¨® lo que muchos hab¨ªan dicho antes, que su ¨²ltimo a?o hab¨ªa sido ¡°una gran cagada¡±. Nada que ver con su vida personal, un periodo maravilloso con la llegada de su segunda hija, Carmen, fruto de su matrimonio con la profesora de pilates espa?ola Hilaria Thomas. Pero al actor le persiguen los esc¨¢ndalos. O muchos dir¨ªan que los va buscando. Porque sus enfrentamientos con los paparazzi son ya el pan de cada d¨ªa, algunos de ellos acabados a golpes o, lo que es peor, en medio de insultos supuestamente hom¨®fobos. El t¨¦rmino le ha perseguido y hasta le cost¨® su nueva carrera como presentador televisivo de un programa coloquio que fue cancelado tras supuestamente haberle gritado ¡°maric¨®n¡± a uno de estos fot¨®grafos que le acosan en busca de una nueva instant¨¢nea.
Nada es normal alrededor de su fama: fotografiado cubierto por una s¨¢bana, con las manos en la cara o tap¨¢ndose el rostro con un juego de Monopoly con tal de no salir en estas odiosas instant¨¢neas de las que se alimenta la prensa del coraz¨®n. El d¨ªa a d¨ªa de los famosos del nuevo milenio.
Los hay que responden a las fotos no requeridas con m¨¢s naturalidad. No Baldwin. Claro que su nombre todav¨ªa se asocia a un terrible divorcio de su anterior esposa, Kim Basinger, y la grabaci¨®n (filtrada a los medios) de un mensaje privado que le dej¨® a su hija Ireland y en el que llamaba a su reto?o de todo.
¡°Esposar a un ciclista por ir en direcci¨®n contraria es rid¨ªculo¡±
Durante a?os, y no hace tanto, al hablar del mayor de los cuatro Baldwin se hac¨ªa referencia a otro tipo de genio. Actor, productor y humorista, Alec Baldwin ha demostrado su val¨ªa en todos los campos: candidato al Oscar con The cooler, al Tony por su versi¨®n de Un tranv¨ªa llamado deseo y ganador de m¨²ltiples premios Emmy gracias a su interpretaci¨®n del magnate televisivo Jack Donaghy en la serie Rockefeller Plaza, un edificio que est¨¢, ir¨®nicamente, en la misma avenida en la que le detuvieron la ¨²ltima vez. Buscado por los mejores, desde Martin Scorsese para El aviador o Infiltrados hasta David Mamet para su Glengarry Glen Ross, o encargado de interpretar la primera versi¨®n de Jack Ryan en La caza del octubre rojo antes de que Harrison Ford popularizara en pantalla al h¨¦roe Tom Clancy, Baldwin tambi¨¦n fue envidiado en su vida personal cuando se cas¨® con la belleza hecha mujer, esa Kim Basinger que conoci¨® cuando hicieron de amantes en la comedia rom¨¢ntica Ella siempre dice s¨ª.
Su car¨¢cter vol¨¢til siempre le acompa?¨®, como cuando supuestamente golpe¨® a un fot¨®grafo por grabar a su esposa y a su hija Ireland cuando ten¨ªa tres a?os. Eso fue en 1995, pero en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas este comportamiento beligerante se ha convertido en algo habitual. Baldwin, seg¨²n sus propias palabras, se siente acosado por el continuo asedio de paparazzi y tel¨¦fonos m¨®viles apunt¨¢ndole en esta era de redes sociales donde una imagen vale m¨¢s que mil palabras.
A?orando los tiempos pasados donde compartir la fama significaba regalar fotos firmadas y posar de ciento en viento con un fan atrevido, su amigo Warren Beatty resumi¨® en una ocasi¨®n lo que le pasaba a Baldwin. ¡°El problema b¨¢sico es que como actores tenemos que convertir nuestra presencia delante de las c¨¢maras en un momento dram¨¢tico¡±, le dijo. Baldwin parece haber seguido su descripci¨®n al dedillo. Incluso cuando hace unos a?os se neg¨® a apagar su tel¨¦fono m¨®vil cuando le fue requerido ¡ªcomo a todos¡ª por las azafatas en un vuelo.
Pedir disculpas tampoco es lo suyo. En aquella ocasi¨®n lo hizo, pero solo a los pasajeros, no a la tripulaci¨®n ni a la compa?¨ªa a¨¦rea. Tampoco quiso pedir perd¨®n por algo que en su opini¨®n no hizo: soltarle un ep¨ªteto sexual hom¨®fobo al fot¨®grafo que le asediaba. Baldwin adem¨¢s se pill¨® los dedos en su carta abierta cuando dijo que sus ataques solo est¨¢n dirigidos contra los paparazzi. ¡°No tengo pleitos con camareros, polic¨ªas o dependientes¡±, escribi¨®. Minti¨®, como demuestran su ¨²ltimo arresto y, especialmente, los ataques que desde su cuenta de Twitter dirigi¨® contra los agentes que le detuvieron: ¡°Esposar a un ciclista por ir en direcci¨®n contraria es rid¨ªculo. El informe del agente Montero est¨¢ distorsionado¡±. Palabras que no han ca¨ªdo bien en el cuerpo de polic¨ªa de Nueva York porque acusa a uno de los agentes de mentir.
Y tambi¨¦n minti¨® porque no se ha marchado de Nueva York como dijo que har¨ªa, ciudad en la que vive desde 1979 pero en la que dice haber perdido su anonimato. ¡°Todo lo que odi¨¦ de Los ?ngeles lo echo de menos¡±, fueron las ¨²ltimas declaraciones p¨²blicas del actor. Y a juzgar por un art¨ªculo de opini¨®n publicado esta semana en el peri¨®dico Los Angeles Times bajo el t¨ªtulo de ¡°Alec Baldwin, tienes toda la raz¨®n: Nueva York es un sitio desagradable para vivir¡±, la ciudad de las estrellas parece dispuesta a recibir con los brazos abiertos a su hijo pr¨®digo.
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