Una candidata entre candidatos
?250 millones de mujeres en la Uni¨®n Europea y ni una sola de ellas vale lo bastante?
Soledad Gallego-D¨ªaz
La Plaza de Luxemburgo en Bruselas se empieza a llenar de gente que quiere compartir unas ca?as entre amigos y compa?eros. El jueves es el d¨ªa. Mientras, algunas personas sin recurso alguno dormitan a los pies del Parlamento Europeo. Y dentro, un debate entre los candidatos a presidir la Comisi¨®n. 15 de mayo. El reloj marca las 20 horas y 49 minutos. En ese preciso instante, Alexis Tsipras (candidato de la izquierda europea), Ska Keller (candidata de Los Verdes), Martin Schulz (candidato por el PSE), Jean-Claude Juncker (candidato por el PPE) y Guy Verhofstadt (candidato liberal) entran al hemiciclo convertido en todo un programa televisivo. Su tiempo es de un minuto y un atril iluminado para cada intervenci¨®n.
Cinco candidatos¡ y una sola mujer. Alemana y verde. Ska Keller naci¨® en Brandeburgo en 1981 y a pesar de su juventud y de los que la acompa?aban ha sabido tomar las riendas de un debate de diferencias ideol¨®gicas, m¨¢s que de diferencias argumentativas. Personas del entorno parlamentario dicen de ella que es una mujer fuerte, de gran actitud y seguridad, pero con poca experiencia. Y si es esta su debilidad, al menos no la ha sacado a pasear en el debate. Si algo sabe hacer bien Keller es tomar las riendas de su propia comunicaci¨®n.
Ha pedido hasta 3 veces el comod¨ªn que te permite tomar la palabra por otros 30 segundos m¨¢s y lo ha hecho para interpelar al liberal Verhofstadt (con quien ha mostrado tener m¨¢s diferencias) y a Juncker. Con botas planas y negras, falda negra, camiseta negra y americana verde ha anunciado que la decisi¨®n sobre Europa la tienen los ciudadanos, pero sabiendo que ella lucha por recuperar el ¡°sue?o europeo¡±.
Y al escuchar ¡°sue?o europeo¡± nos viene a la mente el concepto inevitable del sue?o americano estadounidense y toda la maquinaria de comunicaci¨®n estrat¨¦gica tras la imagen del presidente Obama bajo el lema ¡°Yes we can¡±. Incluso nos viene a la mente la replicada idea en Ecuador con ese ¡°sue?o ecuatoriano¡±. Ahora ya conocemos el sue?o europeo. Keller lucha contra el cambio clim¨¢tico, lucha por la solidaridad y la democracia. Pero ahora son los ciudadanos quienes tienen la palabra, dice. Controla la fuerza de sus mensajes, y su seguridad. Comunica con sus manos cuando habla de sue?os, de salud, de educaci¨®n, de empleo... cuando habla de migraciones legales tras el velo del Nobel de la Paz. Y comunica con el tono de su voz cuando no est¨¢ de acuerdo con Guy Verhofstadt.
Keller es de las que piensan que la banca debe recaudar m¨¢s dinero para salvarse a s¨ª misma. De las que creen que le sobra poder a los lobbies y que necesitamos de nuevas energ¨ªas que bajen nuestro nivel de dependencia energ¨¦tica. Es de las que piensan que son los propios ciudadanos los que tienen la palabra para decidir sobre el futuro de sus regiones. De hecho, acoger¨ªa a Catalu?a en la UE en el caso de que llegara a independizarse.
?Qu¨¦ le dir¨ªa a los ciudadanos desilusionados? Le ha preguntado la moderadora del debate Monica Maggioni. No les dir¨ªa nada, ¡°primero los escuchar¨ªa¡± y despu¨¦s les animar¨ªa a ¡°cojan ustedes esta Europa y h¨¢ganla mejor¡±.
Sin embargo, mientras terminaba el debate europeo, otro empezaba en Espa?a. El de Miguel Arias Ca?ete (candidato del PP) y Elena Valenciano (candidata del PSOE). Europa no se olvid¨® de Espa?a. Pero este debate tuvo tintas nacionales olvid¨¢ndose de Europa. Y no s¨®lo eso. Ca?ete se ha olvidado de la mujeres y de conectar con ellas.
Esta ma?ana despertamos con un comentario del popular que no ha pasado desapercibido:"El debate entre un hombre y una mujer es muy complicado, porque si haces un abuso de superioridad intelectual parece que eres un machista que est¨¢ acorralado a una mujer indefensa". Valenciano no ha tardado en responder a trav¨¦s de Twitter: "?Entonces? ?Qu¨¦ hacemos? ?Fuera mujeres del debate?" La justificaci¨®n posterior a un debate es perder el tiempo para d¨¢rselo al rival. Y m¨¢s cuando se trata de justificaciones de este tipo.
Elena Valenciano es mujer y habl¨® de la igualdad de las mujeres, record¨® las 28 mujeres v¨ªctimas mortales de la violencia de g¨¦nero de este a?o, su condici¨®n de madre y de la libertad de las mujeres en la decisi¨®n sobre su embarazo. Un tema, el aborto, que tambi¨¦n fue mencionado en Europa.
?250 millones de mujeres en la Uni¨®n Europea y ni una sola de ellas vale lo bastante?, se pregunt¨® un d¨ªa Soledad Gallego-D¨ªaz. Hoy, el 35% de los pol¨ªticos en el Parlamento Europeo son mujeres. ?Llegar a tener una representatividad femenina de la sociedad europea tambi¨¦n es un sue?o? Keller ya ha sabido poner voz a otro liderazgo en Europa que no pasa por Angela Merkel. Pasa por nuevas formas, otros discursos. Pol¨ªticas para otra pol¨ªtica. "Quer¨ªan caras en la UE y aqu¨ª estamos". Veremos si su actuaci¨®n en el debate electoral de los candidatos a presidir la Comisi¨®n Europea ha sido suficiente.
De momento, sus adversarios se han puesto de acuerdo para dejarle unos segundos finales a Keller. Segundos dedicados a coger un cartel en blanco y anunciar que todos estaban de acuerdo con: #BringBackOurGirls.
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