La groser¨ªa

En Espa?a se celebran con mucho entusiasmo los desastres. Hay centenarios, bicentenarios y hasta milenarios de batallas, conquistas, p¨¦rdidas, expulsiones y disparates. Todav¨ªa se mantienen algunas patra?as remotas, como las que dan lugar a veneraciones antisemitas que la Iglesia bendice, con el culto a ni?os m¨¢rtires a los que p¨¦rfidos jud¨ªos habr¨ªan comido el coraz¨®n. La groser¨ªa hist¨®rica. De vez en cuando se homenajea a personajes del saber y la cultura, incluso heterodoxos, pero siempre que hayan cumplido el tr¨¢mite oficial de morirse, a poder ser en el exilio. Sospecho que alg¨²n acto se celebra como una especie de segundo entierro, con la intenci¨®n de comprobar que el ilustre en cuesti¨®n no tomar¨¢ la palabra. Por ejemplo, en la Espa?a de la groser¨ªa hist¨®rica, el naturalista Od¨®n de Buen no ser¨ªa bien visto ni en sus propias exequias. Fue uno de los creadores del Instituto Oceanogr¨¢fico Espa?ol. Se cumplen ahora cien a?os de esta extraordinaria empresa cient¨ªfica, que ha venido demostrando que, adem¨¢s de litoral para construir algarrobicos, Espa?a tiene mar. No ha habido inter¨¦s oficial alguno a la hora de celebrar la vanguardia oceanogr¨¢fica. A Od¨®n de Buen, enterrado en M¨¦xico, lo expulsaron de la c¨¢tedra por ense?ar las teor¨ªas de Darwin. En expresi¨®n del arzobispo que lo excomulg¨®, su pecado era el de propagar el "maldito E".? Ah¨ª est¨¢ el cogollo, el gran sofisma. Lo dec¨ªa as¨ª para no mentar el bicho: el Evolucionismo. Hay cosas que han cambiado, pero en los poderes p¨¢lidos se mantiene la guerra contra el "maldito E". El dinero p¨²blico debe pagar la segregaci¨®n, el apartheid por sexo, en los centros privados. La groser¨ªa hist¨®rica. Los pol¨ªticos machotes perdonan la vida a las mujeres ind¨®ciles. La groser¨ªa hist¨®rica. Se suspenden festivales de m¨²sica prestigiosos, como el Mozart coru?¨¦s, y se destinan fondos p¨²blicos a la ruina taurina. La groser¨ªa hist¨®rica. La pol¨ªtica espa?ola todav¨ªa no ha llegado al Evolucionismo.