Veronica Lario defiende frente a su exmarido su derecho a envejecer
La exmujer de Silvio Berlusconi se siente atacada por una de las revistas del pol¨ªtico El semanario 'Chi' public¨® unas im¨¢genes, acompa?adas de comentarios sobre su imagen
Soltera y muy conforme con los a?os que pasan y modifican su cuerpo de mujer nacida en 1956, Veronica Lario centra la pol¨¦mica preelectoral en Italia. La revista Chi, del grupo Mondadori, propiedad de su exmarido Silvio Berlusconi, public¨® la semana pasada unas fotos en que la exactriz aparece menos delgada que de costumbre, con el pelo recogido, sin maquillaje y vestida de andar por casa. Como comentario de las im¨¢genes, el semanario le recomienda que se someta a una liposucci¨®n y que cuide su dieta.
Ante ello, Lario no se ha callado. La madre de los tres hijos menores del ex primer ministro italiano ha defendido en el diario romano Il Messaggero su derecho a envejecer sin verg¨¹enza y ha acusado al empresario y pol¨ªtico de utilizar sus medios como armas para aupar a amigos y hundir a enemigos. Da la casualidad de que ante las elecciones europeas del pr¨®ximo domingo los sondeos vaticinan el peor resultado para el partido de Berlusconi, Forza Italia, con menos del 20% de los votos. Eso, a pesar de que Francesca Pascale, la joven novia del l¨ªder derechista, ha dado la cara mientras ¨¦l cumple con las horas de asistencia a los ancianos a las que lo conden¨® el juez por fraude fiscal.
A pesar de que, al contrario que la actual pareja de su ex, a Lario nunca le gustaron los focos, esta vez no quiso pasar por alto el reportaje de Chi, que incluye comentarios de cirujanos que le prescriben intervenciones en ¡°ese cuello arrugado¡± y se ofrecen para hacer desaparecer sus michelines. Pero la exactriz, serena, se tom¨® un tiempo para contestar, y lo hizo en conversaci¨®n con su ¨ªntima amiga, la periodista Maria Latella: ¡°El art¨ªculo es un ataque inaceptable a las mujeres que, como yo, quieren envejecer lejos del estereotipo de ser joven a toda costa¡±, dijo la ex primera dama. ¡°Tengo casi 60 a?os y, probablemente, seg¨²n los actuales c¨¢nones obsesivos, no estoy envejeciendo de la mejor forma. No me importan mis michelines o las arrugas que tengo en el cuello".
Y a?adi¨®: "?Es esto suficiente para que una revista considere que envejecer es un pecado? ?Para sugerirme la cirug¨ªa a m¨ª y a todas mis coet¨¢neas? ?Qu¨¦ ejemplo damos a las adolescentes que piden como regalo de cumplea?os un retoque est¨¦tico? ?Por qu¨¦ dejar en rid¨ªculo a quien se acepta tal y como es? Yo llevo una vida normal y ejerzo de abuela¡±, declar¨®. Y tampoco quiso pasar por alto otro importante detalle: ¡°Me doli¨® que el semanal que lanza este miserable ataque pertenezca a mi exmarido. Ya no soy una Berlusconi, as¨ª que ya no tengo derecho a Photoshop ni al retiro del mercado de las im¨¢genes inoportunas. Pero esta vez falt¨® al respeto m¨¬nimo. Sigo siendo la madre de los hijos de Silvio Berlusconi¡±.
Pero Lario no ha estado sola contra lo que ella calific¨® como ¡°el ataque¡± de la revista. Asociaciones de mujeres, entre las que se cuentan las f¨¦minas de Forza Italia, se han puesto de su parte en los ¨²ltimos d¨ªas.
La ex primera dama de Italia no hab¨ªa vuelto a hablar de su exmarido justo desde antes de las elecciones europeas de 2009, cuando lo acus¨® p¨²blicamente de ser ¡°un hombre enfermo, que se acuesta con menores de edad¡±. Tras esas acaloradas declaraciones, permaneci¨® atrincherada en la mansi¨®n de Macherio durante el atormentado proceso de divorcio, que se abri¨® entonces y se cerr¨® el pasado febrero (aunque a¨²n falta por finiquitar el acuerdo econ¨®mico definitivo, el temporal es por 1,4 millones euros anuales). Durante esos a?os, Veronica, acorralada por los medios de su entonces familia pol¨ªtica y arropada por nietos e hijos, mantuvo un silencio altivo. Hasta ahora.
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