Cinco fases para encajar el fracaso
A nadie le gusta fracasar, sin embargo, es algo que a todos nos sucede. Lo primero para encajarlo es reconocerlo. Uno de los principales problemas de nuestra cultura es que ocultamos el fracaso a diferencia de otros pa¨ªses. Recuerdo lo que me impresion¨® de un profesor que tuve de la universidad de UCLA (Los ?ngeles). Cuando se present¨® el primer d¨ªa habl¨® de sus ¨¦xitos, publicaciones y muchas cosas positivas. Pero despu¨¦s comenz¨® a hablar de sus fracasos, en qu¨¦ empresas se hab¨ªa equivocado y en qu¨¦ posiciones no hab¨ªa sabido salir airoso. Me llam¨® mucho la atenci¨®n. Era una presentaci¨®n que no hab¨ªa escuchado nunca en Espa?a. Durante aquellos meses, pasaron varios ponentes por distintas clases y al igual que hablaban de sus ¨¦xitos, inclu¨ªan en sus presentaciones, sus errores y lo que ellos hab¨ªa sabido aprender de todo ello (un ejemplo t¨ªpico es el discurso de Steve Jobs, en la graduaci¨®n de Stanford).
En nuestra cultura no siempre sucede as¨ª. Nos da pudor y puede que sea por la imagen, por educaci¨®n o por otros factores. Para evitarlo, nos llenamos de excusas, culpamos a los otros y puede que parte de raz¨®n tengamos. Pero no podemos aprender si ocultamos nuestros errores (al menos, a nosotros mismos). Aqu¨ª comienza la primera fase para encajarlo: podemos vender de cara hacia fuera que somos exitosos (si no tenemos a¨²n resueltas nuestras luces y sombras), pero internamente necesitamos un espacio para reconocer nuestra responsabilidad.
Segunda, encajar el fracaso significa pasar un duelo o un luto. Cuando uno mete la pata, lo pasa mal. As¨ª de f¨¢cil. Las palabras positivas tienen su efecto pero previamente necesitamos atravesar un peque?o (o un gran) desierto. Cuando alguien querido se ha equivocado, no podemos evitar que pase dichos momentos. Podemos reducir el tiempo de la traves¨ªa. En vez de sufrir d¨ªas y d¨ªas, podemos ayudarle a que lo positivice m¨¢s r¨¢pidamente, en unas horas. Y ayudar a alguien a que encaje su error, significa acompa?arle tambi¨¦n en esos instantes. Frases t¨ªpicas: ¡°No llores¡± cuando la persona lo est¨¢ pasando mal, es una forma de decirle ¡°deja de llorar para que yo no lo pase mal vi¨¦ndote¡±. En entonces cuando hay que acompa?arle, aguantar el tipo y despu¨¦s de que se haya desahogado, pasar a la siguiente etapa.
La tercera fase consiste en contemplar el ¡°fracaso¡± desde una mayor perspectiva. Al final, tanto el ¨¦xito como el fracaso es un concepto muy relativo en el tiempo si se sabe encajar bien. Hay un sinf¨ªn de ejemplos que lo demuestran: Michael Jordan fue expulsado del equipo de baloncesto por no ser un buen jugador, Walt Disney fue criticado por unos estudios de cine por su falta de creatividad, Marilyn Monroe fue considerada por su productor de 20th Century Fox como una actriz poco atractiva o la misma Oprah Winfrey fue despedida de su trabajo como reportera televisiva porque ¡°no era adecuada para las c¨¢maras¡±. Est¨¢ claro que detr¨¢s de las biograf¨ªas de personas de ¨¦xito se esconden muchas piedras (y alg¨²n que otro ¡°visionario¡±, podr¨ªamos a?adir). Por ello, como tercer paso tenemos que contemplar un rev¨¦s como algo sujeto en el tiempo y como el embri¨®n para reinventarnos o para lograr algo m¨¢s grande. Pero l¨®gicamente, para ello, necesitamos apoyarnos en la cuarta fase: el aprendizaje.
El aut¨¦ntico fracaso consiste en no saber aprender de nuestros errores. Todos nos equivocamos. Ya lo hemos dicho. Sin embargo, si no los utilizamos como una oportunidad de aprender algo de nosotros mismos o de las experiencias que nos rodean, ser¨¢ una aut¨¦ntica equivocaci¨®n. El caso de Michael Jordan lo ejemplariza muy bien. Despu¨¦s de que le expulsaran del equipo de baloncesto de su colegio y de que pasara un d¨ªa entero encerrado en su cuarto llorando, decidi¨® luchar para lograr su sue?o. Le pidi¨® al entrenador formar parte del equipo, aunque fuera llevando las cosas a sus compa?eros seleccionados. ?l quer¨ªa estar cerca del equipo, seguir aprendiendo para tener alg¨²n d¨ªa su oportunidad. As¨ª lo hizo y se convirti¨® en la leyenda que es.
Y por ¨²ltimo, no debemos obsesionarnos con el fracaso. Si nos acercamos a un proyecto con miedo a equivocarnos, vamos a tener m¨¢s probabilidades de ¡°tener raz¨®n¡± y cometer los temidos errores. Como le ocurri¨® hace a?os a Alex Corretja en un partido contra Hewitt. Entr¨® en la pista pensando: ?Qu¨¦ suceder¨ªa si perdiera 6-0, 6-0 y 6-0? No consigui¨® quitarse esta idea y al final, fue derrotado por 6-0, 6-0 y 6-1. Por eso, no es de extra?ar que una de las claves del ¨¦xito de Rafa Nadal est¨¦ en el entrenamiento de su t¨ªo ante un error. Cuando falla una bola, no se obsesiona y comienza a pensar: ¡°Qu¨¦ mal voy¡±, ¡°qu¨¦ tonter¨ªas estoy haciendo¡±¡ o cosas de esas. Sencillamente, tiene la capacidad de pasar p¨¢gina y centrarse en el futuro. Luego, ya le dedicar¨¢ tiempo a aprender, pero en el momento presente, no puede dejar que su mente le pase una mala jugada.
En definitiva, todos nos equivocamos y esto es una buena noticia porque significa que estamos vivos. Los errores muchas veces nos cuestan encajarlos, pero en la medida que seamos capaces de reconocerlos, pasar su luto r¨¢pidamente, contemplarlos con perspectiva, saber aprender y no obsesionarnos con ellos, estaremos m¨¢s capacitados para sacar el m¨¢ximo partido. Adem¨¢s, ?cu¨¢ntos fracasos hemos tenido que nos han permitido alcanzar luego ¨¦xitos que no hubi¨¦ramos imaginado a priori? Por tanto, el fracaso es algo muy relativo.
Para profundizar:
Una breve entrevista sobre el tema:
Video sobre la forma de interpretar el error de Steve Jobs:
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