Recaudar con Justicia
El avance de la desigualdad es hoy indiscutible: la mitad m¨¢s pobre de la poblaci¨®n mundial posee la misma riqueza que las 85 personas m¨¢s ricas del mundo
La democracia no es solo un ciudadano un voto, sino una promesa de igualdad de oportunidades¡± Thomas Pikkety. Capital in the Twenty First Century
La democracia y la desigualdad son incompatibles. Louise Brandeis, miembro del Tribunal Supremo de Estados Unidos, lo afirmaba con claridad meridiana: ¡°Podemos tener democracia o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero no podemos tener ambas cosas a la vez¡±.
Sin embargo, la constataci¨®n del avance de la desigualdad es hoy indiscutible. La mitad m¨¢s pobre de la poblaci¨®n mundial posee la misma riqueza que las 85 personas m¨¢s ricas del mundo; mientras en Espa?a, la riqueza de las 20 personas m¨¢s ricas (77.000 millones de euros) es equivalente a la renta del 20% de las personas m¨¢s pobres.
Las advertencias lanzadas por la OCDE, el Foro Monetario Internacional y el Foro Econ¨®mico Mundial se?alan las crecientes disparidades de ingresos como uno de los mayores riesgos que el planeta tendr¨¢ que afrontar en los pr¨®ximos a?os. Parece por tanto evidente que si queremos vivir en sociedades pr¨®speras, pac¨ªficas y cohesionadas, la primera cuesti¨®n a abordar es la desigualdad creciente. Para ello, la pol¨ªtica fiscal es una de las herramientas m¨¢s eficaces por su car¨¢cter no s¨®lo recaudatorio, sino tambi¨¦n redistributivo y de lucha contra la pobreza.
En Espa?a afrontamos en los pr¨®ximos meses la reforma del sistema fiscal impulsada por el Gobierno. Podr¨ªa ser una gran oportunidad para corregir las ineficacias del sistema y los desequilibrios causados tras la aplicaci¨®n de las medidas de austeridad que desde 2010 han mermado la capacidad adquisitiva de las familias espa?olas mediante la subida de impuestos , la bajada de salarios y los recortes en servicios sociales como la educaci¨®n o la sanidad.
El punto de partida es un sistema tributario que recauda poco y mal. Por un lado, el esfuerzo fiscal no est¨¢ relacionado con la capacidad real de los actores econ¨®micos (individuos o empresas); y por otro, las grietas del sistema permiten cifras inaceptables de evasi¨®n y elusi¨®n fiscal. Las familias espa?olas soportan la mayor carga fiscal, aportaron un 91,52% de la recaudaci¨®n de 2011 (¨²ltimo a?o del que existen datos desagregados); mientras que las grandes empresas s¨®lo contribuyeron en un 1,98% a la recaudaci¨®n total del Estado en ese mismo per¨ªodo. Es decir, que las familias aportaron 46 veces m¨¢s que las grandes corporaciones.
Adem¨¢s, Espa?a posee uno de los niveles de evasi¨®n y elusi¨®n fiscal m¨¢s altos de Europa. El 72% de la evasi¨®n y la elusi¨®n fiscal corresponde a grandes fortunas y grandes empresas. De las 35 empresas del IBEX35, 33 tienen filiales directas en para¨ªsos fiscales no vinculadas a su actividad principal y sobre las que no facilitan informaci¨®n.
Los pr¨®ximos meses son cruciales para poner en marcha una reforma fiscal destinada a luchar contra la desigualdad y a garantizar un sistema m¨¢s equitativo. Para ello, es imprescindible impulsar una reforma que permita financiar las pol¨ªticas sociales tras los recortes sufridos en los ¨²ltimos a?os. Recaudar con justicia para blindar el Estado del bienestar y recuperar la solidaridad internacional, debe ser el objetivo de la reforma fiscal. Y esto s¨®lo ser¨¢ posible si el nuevo sistema tributario aumenta su eficacia recaudatoria cumpliendo dos requisitos: progresividad y equidad, para que empresas e individuos paguen en funci¨®n de su actividad econ¨®mica real; y ¡°tolerancia cero al fraude fiscal, a trav¨¦s de medidas que combatan la opacidad de los sistemas fiscales y la impunidad de los grandes evasores, tanto en el ¨¢mbito dom¨¦stico como en el internacional.
Para mantener las conquistas sociales alcanzadas en los ¨²ltimos a?os, hoy es imprescindible combatir la desigualdad a trav¨¦s de cambios efectivos en nuestro sistema fiscal. De lo contrario, la desigualdad alcanzar¨¢ el coraz¨®n de nuestra sociedad democr¨¢tica disolviendo el ¡°contrato social¡± y fracturando la promesa de igualdad de oportunidades que la sustentan. Frenar la desigualdad a trav¨¦s de una fiscalidad justa, es hoy defender la democracia y la justicia social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Desigualdad econ¨®mica
- Oxfam Interm¨®n
- Tasa Tobin
- Para¨ªsos fiscales
- Desigualdad social
- Movimiento antiglobalizaci¨®n
- ONG
- Finanzas internacionales
- Globalizaci¨®n
- Movimientos internacionales
- Pobreza
- Impuestos
- Solidaridad
- Tributos
- Problemas sociales
- Econom¨ªa
- Finanzas p¨²blicas
- Sociedad
- Relaciones exteriores
- Finanzas
- Planeta Futuro
- Red de Expertos Planeta Futuro