¡°No hay justicia en Sud¨¢n¡±
En el pa¨ªs hay muchas familias de confesi¨®n mixta como la de Meriam, condenada a muerte
La condena a muerte impuesta por un tribunal sudan¨¦s a Meriam Yehya Ibrahim representa una chispa para un pa¨ªs inflamable como pocos. Sentenciada por apostas¨ªa ¡ªaunque es hija de padre musulm¨¢n y madre cristiana, el tribunal considera que debe profesar el Islam¡ª, esta mujer de 27 a?os lucha por no morir en la horca mientras una multitud de familias como la suya cruzan los dedos. ¡°Esta gente vive ahora en paz, pero si alguien les denuncia el tribunal no les considerar¨¢ cristianos. Es un precedente muy peligroso y una amenaza contra los sudaneses que tienen un progenitor no musulm¨¢n¡±, explica Al¨ª Agab, abogado sudan¨¦s especialista en derechos humanos. Regido por la shar¨ªa ¡ªlegislaci¨®n isl¨¢mica¡ª el pa¨ªs se asoma a la radicalizaci¨®n tras la independencia de Sud¨¢n del Sur.
Aunque varios estados contemplan la pena de muerte como castigo por abandonar la fe isl¨¢mica, la sentencia de Meriam apenas tiene precedentes. Sud¨¢n, que aplica la pena de muerte por apostas¨ªa en el art¨ªculo 126 de su Constituci¨®n, ejecut¨® al te¨®logo reformista Mohamed Taha en 1985 en un caso con claros tintes de revancha pol¨ªtica. Mientras Malasia incorpora el mismo castigo en su ordenamiento, la pena capital es una opci¨®n factible en pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, Mauritania o Ir¨¢n. ¡°Las acusaciones por apostas¨ªa generalmente han sido motivadas por razones pol¨ªticas. Sucede, hay casos, pero no con la frecuencia que sugiere el gobierno sudan¨¦s¡±, asegura Khataza Gondwe, responsable para ?frica y Oriente Medio de la organizaci¨®n Christian Solidarity Worldwide. Las autoridades dan un determinado plazo al acusado para que abrace el Islam ¡ªen el caso de Meriam fueron tres d¨ªas¡ª y, si rectifica, suele ser puesto en libertad.
El abogado Agab, que represent¨® a la profesora brit¨¢nica condenada a muerte por llamar Mahoma a un peluche para ser despu¨¦s absuelta, ve una clara raz¨®n detr¨¢s de la sentencia a Meriam: ¡°Como la shar¨ªa es aplicable solo a los musulmanes, si alguien dice que es cristiano el tribunal no puede condenarle. El Gobierno est¨¢ tratando de bloquear esa escapatoria imponiendo a cambio la pena de muerte¡±. Si los dos progenitores son musulmanes, el tribunal no contempla que el hijo no lo sea. Sin embargo, la opci¨®n es generalmente aceptada si padre o madre pertenecen a otra confesi¨®n.
Los abogados de Meriam han presentado una apelaci¨®n que deber¨ªa resolverse en los pr¨®ximos seis meses. Si fuera rechazada, a¨²n podr¨ªan recurrir al Supremo y a la Corte Constitucional. Aunque la Carta Magna deber¨ªa prevalecer, el sistema vive en el terreno de lo arbitrario. ¡°Si la ley les beneficia, la aplican por encima de la Constituci¨®n, como cuando proh¨ªben las manifestaciones en Jartum [la capital] pese a que est¨¢ permitido constitucionalmente. Si no les interesa la ley, recurren al mandato constitucional. No hay justicia en Sud¨¢n¡±, explica el abogado. El Gobierno ¡°tiene un control total sobre el sistema judicial¡± y prevalece sobre el Constitucional en altas decisiones pol¨ªticas y seguridad.
La poblaci¨®n sudanesa tiene una interpretaci¨®n suf¨ª del Islam, especialmente tolerante
La mayor¨ªa de la poblaci¨®n sudanesa defiende una interpretaci¨®n suf¨ª del Islam, especialmente tolerante. No creen que haya que perseguir a nadie por sus creencias: consideran que el hombre es libre de creer en lo que quiera hasta su juicio divino. "Muchos denuncian que en Sud¨¢n no se aplica la shar¨ªa, sino unas leyes implantadas por un grupo de islamistas radicales", explica el abogado.?El pa¨ªs choca con las obligaciones internacionales de derechos humanos a las que se ha comprometido. ¡°Hay una gran preocupaci¨®n por la discriminaci¨®n y formas de violencia establecidas hacia las mujeres¡±, subraya Lutz Oette, consejero legal de REDRESS, una organizaci¨®n que ayuda a v¨ªctimas de la tortura en todo el mundo.
Tras la independencia de Sud¨¢n del Sur, en 2011, el sistema tiende hacia la radicalizaci¨®n. Ha habido denuncias sobre torturas y otras pr¨¢cticas violentas hacia colectivos sursudaneses que han permanecido en el pa¨ªs. ¡°Sud¨¢n les considera musulmanes, aunque en realidad son casi todos cristianos que practicaban libremente su religi¨®n, para aplicarles la shar¨ªa en su totalidad¡±, explica el abogado Agab. ¡°Los tribunales se est¨¢n mostrando m¨¢s r¨ªgidos a la hora de aplicar las leyes criminales isl¨¢micas. El riesgo al que se enfrentan las minor¨ªas es constante y no hay suficientes herramientas para protegerles¡±, a?ade Oette.
La repercusi¨®n de la sentencia a Meriam ¡ªhay cerca de un mill¨®n de firmas para pedir su libertad, m¨¢s de 50.000 en Espa?a¡ª traslada el caso al entorno m¨¢s pr¨®ximo del presidente Omar Al-Bashir, reclamado por la Corte Penal Internacional de La Haya por cr¨ªmenes contra la humanidad en la regi¨®n de Darfur. ¡°Ganar¨¢ la apelaci¨®n, no veo ninguna opci¨®n de que sea ejecutada, sobre todo con el impacto medi¨¢tico que ha tenido. No hay forma de que el Gobierno permita que muera¡±, asegura una integrante del grupo Sudan Change Now que no quiere dar su nombre por seguridad. La plataforma, integrada por unas 200 personas que viven en Sud¨¢n, lucha por una transici¨®n pac¨ªfica. ¡°Estado y religi¨®n deben convivir separados. Estamos en contra de la shar¨ªa como medio para gobernar a la poblaci¨®n porque en cualquier c¨®digo religioso hay aspectos incompatibles con los derechos humanos¡±.
Integrante de Sudan Change Now
El movimiento, fundado en 2010, tiene miembros desde los 19 a los 39 a?os. ¡°Nunca le hemos preguntado a nadie por su religi¨®n, no es asunto nuestro. Tenemos otros problemas como la igualdad, los casos de corrupci¨®n y el alt¨ªsimo coste de vida¡±. Pese a sus esfuerzos, la mujer, de 38 a?os y responsable del ¨¢rea de comunicaci¨®n, reconoce las dificultades del movimiento para llegar a la poblaci¨®n sudanesa debido al control medi¨¢tico de las autoridades: ¡°Logramos m¨¢s atenci¨®n internacional. Aunque esa comunicaci¨®n no llega a los sudaneses, s¨ª mete presi¨®n al Gobierno¡±. Sud¨¢n cuenta con avances poco habituales en otros pa¨ªses isl¨¢micos como el acceso de la mujer a la pol¨ªtica o la judicatura, unos derechos que, sin embargo, se aplican de forma arbitraria.
¡°Hay casos de corrupci¨®n contra Gobiernos locales, especialmente en Jartum, por lo que esto sirve para desviar la atenci¨®n y que nos olvidemos del pol¨ªtico que se llev¨® 100 millones¡±, subraya la integrante de Sudan Change Now. Madre de un hijo de a?o y medio que le acompa?a en prisi¨®n, Meriam dio a luz a una ni?a este martes, informa Amnist¨ªa Internacional. Una familia v¨ªctima del cautiverio de cuyo destino dependen las vidas de una multitud de compatriotas y la paz de un pa¨ªs que vuelve a jugar con fuego.
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