Ruptura con el pactismo

El presidente catal¨¢n Artur Mas ha dado un paso m¨¢s de ruptura con la mejor y m¨¢s fruct¨ªfera tradici¨®n del catalanismo pol¨ªtico de compromiso con la democracia espa?ola. Converg¨¨ncia i Uni¨® no votar¨¢ a favor de la ley de abdicaci¨®n del Rey, como exigir¨ªa la coherencia de la formaci¨®n nacionalista con una l¨ªnea de comportamiento pactista centenaria, y ha decidido marcar, con su abstenci¨®n, su distancia respecto a la instituci¨®n mon¨¢rquica. No ha sido una decisi¨®n f¨¢cil ni mec¨¢nica, porque de la trayectoria de CiU cab¨ªa deducir un gesto de confianza ante la nueva etapa que se abre con el reinado de Felipe VI.

El s¨²bito radicalismo en el que se ha instalado Artur Mas, expresado ya en la dureza de la declaraci¨®n institucional tras el discurso del Rey, en la que insiste en que la abdicaci¨®n no mueve ni un ¨¢pice la fecha y la forma de la consulta, no tiene que ver ni tan siquiera con su reciente conversi¨®n al credo independentista; sino con la adopci¨®n de un estilo intransigente y cerrado al di¨¢logo, que lo f¨ªa todo a la excitaci¨®n y a la movilizaci¨®n callejera. ?ste no es el mundo de CiU, de la econom¨ªa productiva y del gobierno business friendly, sino de la estrategia y el programa de Esquerra Republicana, un motor e inspirador del proceso independentista ajeno a la tradici¨®n del catalanismo pragm¨¢tico y posibilista. Incluso desde un hipot¨¦tico independentismo como el que practica el escoc¨¦s Alex Salmond, surgen los gestos amistosos hacia una Corona capaz de seguir asumiendo la pluralidad m¨¢s contradictoria.

No es ¨¦ste el camino emprendido por Artur Mas, que no puede escudarse en su ausencia del acuerdo entre los dos grandes partidos para desentenderse. El Rey le llam¨® en la ma?ana del lunes para comunicarle su decisi¨®n, como hizo con otras autoridades del Estado. El Gobierno y el portavoz parlamentario del PP informaron en tiempo y forma a CiU. A pesar de las excusas de mal pagador y de los adornos posteriores para vestir esta ins¨®lita inhibici¨®n, est¨¢ clara la voluntad de Mas de evitar cualquier gesto que pueda interpretarse como de acercamiento o de intento de reconstrucci¨®n del consenso constitucional.

Los convergentes explican su posici¨®n por la desconexi¨®n existente entre la Corona y la sociedad catalana, pero est¨¢ claro que se trata de una profec¨ªa que se cumple a s¨ª misma y que no pretende otra cosa que desconectar la Corona de la sociedad catalana. Es un error, inexplicable incluso desde sus m¨¢ximas pretensiones.