La 'dolce vita' del bloguero estrella

?Se imagina abandonar un trabajo de subsistencia para convertirse en una celebridad reclamada a lo largo y ancho del planeta? Es dif¨ªcil, pero a veces ocurre. ¡°En octubre de 2007 estaba trabajando en Seattle como recepcionista de hotel, y comenc¨¦ a sacar fotos por diversi¨®n, pero jam¨¢s imagin¨¦ que llegar¨ªa a convertirse en mi trabajo¡±. Quien habla as¨ª es Adam Katz-Sinding, el autor del blog Le 21¨¨me que, desde su lanzamiento, es una referencia ineludible para todo aficionado a ese cotilleo estil¨ªstico socialmente aceptado que es el streetstyle. Parece mentira, pero hubo una ¨¦poca en que los blogs estaban en la periferia del sistema de la moda y carec¨ªan de pretensiones comerciales. As¨ª lo refrenda otro bloguero, Yvan Rodic: ¡°Cuando comenc¨¦ no exist¨ªa nada parecido al blogging profesional, era un hobby cualquiera que no daba dinero a nadie¡±. Rodic es el fundador de Facehunter, un modesto (en apariencia) blog que, junto a The Sartorialist, fue el culpable de que los blogueros se erigieran como asiduos del gusto y descubridores de tendencias oficiales..

Katz-Sinding y Rodic son dos de los bloggers elegidos por la marca italiana Antony Morato para protagonizar el proyecto Tales of Style. Gracias a esta iniciativa, los seguidores de la p¨¢gina en Facebook de la marca pueden vivir semana a semana la apretada agenda de cinco blogueros masculinos (los otros tres son Emanuele d¡¯Angelo, de Livincool, y David Roth y Jakob Haupt, de Dandy Diary) en sus periplos por los cinco continentes. ¡°Viajar, viajar y viajar¡±, contesta Katz-Sinding cuando le preguntamos por la mayor ventaja de ser un star blogger. Rodic coincide: ¡°Lo mejor es viajar, conocer a gente e intentar ser creativo cada d¨ªa. No me imagino encerrado en un estudio¡±. Afirman en Antony Morato que el estilo de vida de estos blogueros se caracteriza por un ¡°impactante joie de vivre ¨¤ La Dolce Vita¡±, y raz¨®n no les falta. Destinos como Cap Ferrat o Coachella son poco frecuentados por el com¨²n de los mortales, pero forman parte de los itinerarios habituales de Rodic o Katz-Sinding, que no tienen m¨¢s sacar la c¨¢mara para que afloren looks, poses y estilismos que marcan el d¨ªa a d¨ªa de los aficionados a la moda. As¨ª lo afirma Leo Caldarelli, CEO y director creativo de Antony Morato, cuando subraya: ¡°El estilo actual es el resultado del di¨¢logo entre diferentes culturas, situaciones y actitudes¡±.

Uno de sus principales cotos de caza es, por supuesto, las semanas de la moda. Quedan ya lejos los d¨ªas en que la prensa se sorprend¨ªa de ver a blogueros compartiendo espacio con editores y compradores en los front rows de las marcas de lujo. Hoy no hay fashion week que pueda considerarse como tal sin la presencia de estos cazatendencias que, adem¨¢s de haberse infiltrado en el sistema del mundo de la moda, se han hecho famosos retrat¨¢ndolo. Rodic y Katz-Sinding tienen experiencia de sobra a la hora de capturar los estilismos de periodistas, celebridades, dise?adores y modelos en tiempo de descanso. ¡°Durante las semanas de la moda la gente saca lo mejor de s¨ª misma¡±, responde Adam Katz cuando le preguntamos por el asunto. Rodic coincide, aunque se?ala que durante estos eventos ¡°el streetstyle es m¨¢s pulido y est¨¢ m¨¢s definido por las marcas¡±.

Por eso, y sin renunciar a kissing rooms (?qu¨¦ ser¨ªa de la moda sin la faceta social?), ambos coinciden a la hora de se?alar que la calle y la gente corriente siguen depar¨¢ndoles m¨¢s sorpresas que los ambientes del mundillo. ¡°En la calle encuentras gente que viste de un modo m¨¢s genuino, m¨¢s real, con prendas que llevan habitualmente¡±, afirma Rodic. De hecho, sus safaris fotogr¨¢ficos m¨¢s fruct¨ªferos tienen lugar en las calles m¨¢s c¨¦ntricas de la geograf¨ªa hipster. Gracias a Facehunter hemos sabido que la fantas¨ªa de los japoneses sigue sin visos de agotarse, o que el minimalismo oversize que nos atormenta (a los mediterr¨¢neos, se entiende) s¨®lo adquiere pleno sentido en los descendientes de vikingos (por lo menos) que frecuentan las calles de Oslo o Estocolmo. Hoy los nombres de ambos son ya marcas consolidadas, y las librer¨ªas especializadas de medio mundo cuentan, por ejemplo, con libros que recopilan im¨¢genes de Facehunter. Sin embargo, la base de su negocio siguen siendo sus blogs. Son flexibles, instant¨¢neos y llegan inmediatamente a millones de personas cada d¨ªa. Y funcionan porque informan sobre moda, pero tambi¨¦n porque sus creadores ¨Ccosmopolitas, fotog¨¦nicos y con mil historias que contar¨C son modelos aspiracionales dif¨ªciles de superar. ?Qui¨¦n no querr¨ªa ser ellos por un d¨ªa?