La paz como estrategia electoral en Colombia

Este fin de semana hay elecciones presidenciales en Colombia, en segunda vuelta, y con encuestas poco favorables al actual presidente, Juan Manuel Santos, que ha hecho de la pol¨ªtica de paz su bandera, frente al candidato opositor, uribista, que excepto al final de la campa?a hab¨ªa mostrado una posici¨®n contraria a la continuaci¨®n de las negociaciones con las FARC que se celebran en Cuba desde hace meses. En pocos d¨ªas, ambos candidatos han jugado fuerte con sus cartas, especialmente el presidente Santos, que en la ¨²ltima semana ha conseguido un preacuerdo con las FARC sobre el delicado tema de las v¨ªctimas, en las que todas las partes reconocen su responsabilidad, y el m¨¢s reciente anuncio de que se estaba explorando con la guerrilla del ELN, el inicio de una negociaci¨®n formal.

En el mismo d¨ªa, sorprendi¨® la declaraci¨®n del candidato presidencial, ?scar Iv¨¢n Zuluaga, que gan¨® en la primera vuelta, en el sentido de que si llegara a la presidencia, continuar¨ªa con los di¨¢logos de Cuba con las FARC, pero con condiciones m¨¢s severas y plazos que garantizaran avances tangibles. Concretamente, especific¨® que las FARC deber¨ªan acabar completamente con el reclutamiento de menores y comprometerse con el desminado. Hasta el momento, se hab¨ªa opuesto rotundamente a continuar negociando con la guerrilla, por lo que su nuevo planteamiento fue interpretado como una maniobra electoral. Una semana antes de celebrarse la segunda vuelta electoral, y con las encuestas de opini¨®n desfavorables para el presidente Santos, Gobierno y FARC sorprendieron al hacer p¨²blica una ¡°Declaraci¨®n de principios para la discusi¨®n del punto 5 de la Agenda: ¡°V¨ªctimas¡±, en la que reconoc¨ªan sus responsabilidades en el conflicto y se compromet¨ªan a dar la palabra a las v¨ªctimas. Al mismo tiempo, las FARC anunciaron un cese el fuego unilateral durante la ¨²ltima semana de la campa?a electoral.

Si gana Santos y hay continuidad en las negociaciones, habr¨¢ un terremoto cuando se plantee el tema del desarme

Pero eso no es todo. Cuatro d¨ªas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, e inmediatamente despu¨¦s de que Gobierno y FARC sellaran el preacuerdo para abordar el tema de las v¨ªctimas, el presidente Santos anunci¨® el d¨ªa 10 que desde finales del 2013, el Gobierno manten¨ªa contactos exploratorios con la guerrilla del ELN, con un largo encuentro de 21 d¨ªas en Ecuador, en enero, y una segunda ronda en Brasil, de 20 d¨ªas, adem¨¢s de otras reuniones de corta duraci¨®n. La delegaci¨®n gubernamental estuvo dirigida por Frank Pearl, ex comisionado de paz y ex director del programa de reintegraci¨®n, el general retirado Eduardo Berbel, experto en negociaciones y procesos de paz, y Jaime Avenda?o, veterano funcionario de la Presidencia. Por parte del ELN, asisti¨® ¡°Antonio Garc¨ªa¡±, jefe militar de la guerrilla, junto a otros cuatro delegados, que tambi¨¦n intervino en las malogradas negociaciones celebradas entre 2005 y 2007 en Cuba. Es considerado como un hombre duro, lo que garantiza que, de lograrse un acuerdo preliminar con el Gobierno, que no habr¨¢ disidencia en las filas del ELN. Como pa¨ªses garantes act¨²an Ecuador, Brasil y Noruega, y como pa¨ªses acompa?antes, Venezuela, Chile y Cuba. Al parecer, la exploraci¨®n no fue f¨¢cil, pues el Gobierno no aceptaba, entre otras cosas, el cese bilateral del fuego que exig¨ªa el ELN. Seg¨²n algunos medios, lo m¨¢s probable ser¨ªa que la negociaci¨®n formal se haga en Ecuador, cuyo presidente ya ha ofrecido su territorio para este menester.

Al existir avances en la agenda con las FARC, una futura negociaci¨®n formal con el ELN podr¨ªa pasar por aceptar los puntos ya firmados con las FARC, y quiz¨¢s el abandono, al menos como primera exigencia, de la vieja aspiraci¨®n del ELN de crear una Convenci¨®n Nacional. Podr¨ªa ser que el ELN mantuviera su inter¨¦s principal en el tema del control de los recursos energ¨¦ticos, tema que no est¨¢ presente en la agenda de las FARC. El presidente Santos insisti¨® en que no habr¨ªa dos modelos diferentes de negociaci¨®n, sino uno solo, por lo que FARC y ELN tendr¨¢n que ponerse de acuerdo en los pr¨®ximos meses en relaci¨®n a los temas que quedan en la agenda: el de las v¨ªctimas, que se ha empezado a discutir, y el del fin del conflicto, que a mi entender contiene un punto sumamente delicado, por la diferente posici¨®n de las dos delegaciones, relativo a la dejaci¨®n de armas. Si gana Santos y hay continuidad en las negociaciones, vaticino un terremoto cuando se plantee el tema del desarme, pues las FARC no dejar¨¢n las armas sin tener garant¨ªas de que lo aprobado en las negociaciones se va a cumplir, y de inmediato tras la firma de un Acuerdo de Paz. Eso implicar¨¢ a terceras instancias (pa¨ªses como Noruega, Cuba, Chile, Venezuela, Brasil y Ecuador), y organismos internacionales, como Naciones Unidas, que en su momento ya mostr¨® su disposici¨®n a ayudar en el postconflicto. En cualquier caso, Colombia tiene una oportunidad de oro para terminar con 50 a?os de enfrentamiento con las guerrillas. Eso no comportar¨¢ la paz de manera inmediata, pero se habr¨¢n sentado las bases para reforzar el papel del Estado y la oposici¨®n para transformar al pa¨ªs desde la democracia.

Vicen? Fisas es Director de la Escuela de Cultura de Paz de la UAB y autor de los Anuarios de Procesos de Paz

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