No es ese el problema
Los partidos socialistas se enfrentan al mayor reto de su historia
No todo est¨¢ perdido para el PSOE. Si ¨²ltimamente no es el partido m¨¢s votado, sigue siendo el partido que m¨¢s inter¨¦s despierta en la opini¨®n p¨²blica y, probablemente, el partido en el que m¨¢s gente quiere meter mano. Ha anunciado su Secretario General la celebraci¨®n de un Congreso Extraordinario para elegir a una nueva direcci¨®n y, desde dentro, pero sobre todo desde fuera, se anda especulando sobre candidaturas y confundiendo con leyendas urbanas sobre peligros que nadie concreta.
Se puede afirmar que de todos los partidos o coaliciones que han obtenido esca?o en las Elecciones Europeas, el ¨²nico perdedor de verdad ha sido el PSOE; el PP tambi¨¦n perdi¨® millones de votos, pero qued¨® como el partido m¨¢s votado y eso amortigua su fracaso. Y resulta curioso que el ¨²nico perdedor sea el partido que anunci¨® la elecci¨®n de sus candidatos por el procedimiento de primarias. Ni en Espa?a ni en muchas federaciones, la metodolog¨ªa para elegir ha a?adido nada a los contenidos que son los que mueven a los ciudadanos a confiar o no en un proyecto pol¨ªtico.
No es ese el problema de los socialistas espa?oles y europeos. El problema de los partidos socialdem¨®cratas en toda Europa, y tambi¨¦n en Espa?a, consiste en que los ciudadanos ya los consideran como parte del sistema y no como un instrumento ¨²til para cambiarlo. Ah¨ª radica el gran obst¨¢culo al que no son capaces de hacer frente los socialdem¨®cratas europeos. Ni la letra ni la m¨²sica gustan a los electores de esa opci¨®n pol¨ªtica y electoral. El de ahora es el t¨ªpico lenguaje charlat¨¢n, loril, que trata de repetir lo que marcan veinte asesores que lo ¨²nico que tienen en su curr¨ªculum es la experiencia en asesoramiento. Su especialidad, buscar excusas. Y lo peor de vivir buscando excusas es que siempre se encuentran. Asesoran para hacer una pol¨ªtica superficial, para el maquillaje de cifras, para pronunciar palabras sin sustancia, para ordenar, al supuesto reba?o de ovejas que para ellos es un partido, twittear y retwuittear sin ton ni son las idioteces que se les ocurren desde el supuesto ala oeste de la Casa Blanca. En los partidos socialdem¨®cratas, los dirigentes se han acostumbrado a maquillar los discursos para contentar a todos los p¨²blicos, a practicar la pol¨ªtica del buenismo para todos y para todas las edades, como las malas series de televisi¨®n.
Con la que est¨¢ cayendo, los dirigentes de las organizaciones socialdem¨®cratas han desaparecido de la faz de la tierra y cuando aparecen lo hacen para mirarse entre ellos, para ver quienes ejecutan mejor el papel que se supone deben representar, pero no para ver qui¨¦n pone encima de la opini¨®n p¨²blica las mejores ideas. Cada vez son m¨¢s las iniciativas que surgen de los ¨¢mbitos ajenos a los partidos socialistas, entre otras cosas porque las estructuras de los partidos tradicionales se han convertido en c¨ªrculos de confort y ah¨ª nadie cambia nada no vaya ser que alguien se moleste. Partidos llenos de gente pol¨ªticamente correcta que jam¨¢s se saldr¨¢ del azulejo en el que le han dicho que tienen que estar.
El PSOE gobierna en dos Comunidades Aut¨®nomas y, por eso, parecen sospechosas las razones que animaron a los Secretarios Generales de distintas federaciones del PSOE a fijarse, en el mismo d¨ªa y a la misma hora, en una de las dos ¨²nicas personas que, de hecho, resultan incompatibles para dirigir un partido de la envergadura del PSOE. No se entiende que los defensores de la limitaci¨®n de mandatos no defiendan con igual pasi¨®n la incompatibilidad de cargos. No se puede estar m¨¢s de ochos a?os al frente de un gobierno, pero se puede estar durante ese tiempo ocupando dos, tres o cuatro responsabilidades institucionales o partidarias. El gasto que se quer¨ªa exigir a la Presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa, propugnando su candidatura a la Secretar¨ªa General del PSOE, no iba a compensar el deterioro que esa responsabilidad le podr¨ªa acarrear en Andaluc¨ªa. La decisi¨®n de la Presidenta andaluza echa por tierra los argumentos de tanto agorero que trataban de hacer colar sus deseos de aferrarse como fuera a una tabla de salvaci¨®n ante el naufragio sufrido en las elecciones europeas y ayuda a consolidar la posici¨®n institucional del PSOE en la Junta de Andaluc¨ªa que es el mejor servicio que se le puede prestar a un partido que pierde votos a chorros en Espa?a.
Las organizaciones socialdem¨®cratas se est¨¢n convirtiendo en una teletienda
Raya en lo infantil el pensamiento que acompa?a a quienes consideran que el problema del PSOE se soluciona en un rato cambiando el nombre del titular de la Secretar¨ªa General. Quienes creyeron que el congreso de Sevilla y la batalla por el control del partido entre Rubalcaba y Chac¨®n har¨ªan olvidar el fracaso del 20N de 2011 parece que pretenden volver a realizar un nuevo acto fallido en otro congreso donde el debate pre congresual vuelva a ce?irse a elegir entre varios nombres. Si el PSOE hace un Congreso Extraordinario en julio sin antes discutir ni debatir sobre las causas por las que ha llegado electoralmente al 23% del voto de los ciudadanos, es porque considerara suficiente con entretener a los militantes y a los ciudadanos con la forma en que se elija a su l¨ªder y creer¨¢ que comienza un tiempo nuevo cuando ese nuevo l¨ªder aparezca despu¨¦s de un proceso de selecci¨®n m¨¢s o menos abierto.
Vivimos en un momento donde los partidos socialistas se enfrentan al mayor reto de su historia. Cualquiera puede ver como se destruyen los edificios que albergan las ideolog¨ªas que hicieron posible el Estado del Bienestar. Y ante ese derrumbe, o se espera a la voladura final o se sale a la calle de las ideas a transformar nuestro barrio, nuestro pueblo, nuestro entorno, mediante procesos horizontales de cambio. En los partidos, y especialmente en los partidos de izquierdas, se tiene que asumir que s¨®lo desde la posici¨®n que fomente la toma de decisiones y la asunci¨®n de las consecuencias de las mismas se podr¨¢n provocar los cambios que exige la sociedad. No vale vivir vegetando ni morir matando; en todo caso, lo exigible para un dirigente es tratar de morir probando, morir arriesgando pero estar dispuesto a morir pol¨ªticamente por lo que crea o por lo que apasione. Cuando la tormenta pase, la historia recordara a los pol¨ªticos que dieron el paso y se arriesgaron y nadie se acordara de los que fueron durante a?os calentadores de sillones porque nunca se levantaron para jug¨¢rselo.
Los partidos socialdem¨®cratas se est¨¢n convirtiendo en una especie de teletienda... Ins¨ªpidos, insulsos como una sopa de sobre. Los entrevistadores m¨¢s audaces se muestran incapaces de arrancar una declaraci¨®n que llene de emoci¨®n a los que escuchan la opini¨®n de sus dirigentes. El riesgo no se mide en los impactos que esas palabras tienen en los medios de comunicaci¨®n. El riesgo se mide haciendo y arriesgando, convirti¨¦ndose en el mayor agente de cambio y en el mejor instrumento al servicio de los ciudadanos para satisfacer necesidades y solucionar problemas.
Mientras esto no cambie s¨®lo tendremos gente asentada defendiendo su puesto y no conquistando el futuro. La militancia en un partido exige situarse en un espacio donde se tenga claro que no se milita para sobrevivir al cargo sino para crear ecosistemas donde los ciudadanos tengan m¨¢s derechos, m¨¢s oportunidades y m¨¢s seguridad. Si se articula un partido para que los dirigentes sobrevivan, el partido no podr¨¢ sostener a nadie porque la carga ser¨¢ insoportable y el edificio se hundir¨¢ definitivamente.
Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra fue presidente de la Junta de Extremadura.
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