La ¨²ltima voluntad digital
Cada vez son m¨¢s los servicios jur¨ªdicos que recomiendan tener previsto el final de la vida ¡®online¡¯ ante cualquier eventualidad
?Quedarse o desaparecer? La presencia digital empieza cada vez m¨¢s temprano, seg¨²n datos de AVG, compa?¨ªa de Seguridad en Internet. Es el caso del 33% de los beb¨¦s de Estados Unidos y Europa, a los seis meses de gestaci¨®n de la madre, cuando uno de los padres cuelga en Facebook la primera ecograf¨ªa. Se calcula que hoy una persona de 30 a?os ya tiene 15 de vida ¡®online¡¯ a sus espaldas. ?Vale la pena conservar toda esa huella?
Dos escuelas de pensamiento contradictorias entre s¨ª intentan buscar una respuesta a esta pregunta. Por un lado est¨¢n los llamados preservacionistas, que creen que nuestros descendientes tienen derecho a esa informaci¨®n. Por otro est¨¢n los llamados suprecionistas, que defienden que es vital que Internet aprenda a olvidar. Su alma digital, cualquier cosa que eso sea, oscila entre ambas posturas.
?Tiene usted patrimonio?
Hay que elegir a la persona adecuada para legarle los datos: procure que tenga un m¨ªnimo inter¨¦s por la tecnolog¨ªa y se tome en serio sus pertenencias
En los a?os de vida en Internet hemos ido acumulando informaci¨®n y dejando huellas, abierto cuentas, creando archivos de v¨ªdeo o de texto, escrito blogs¡ Podr¨ªa, por ejemplo, tener un perfil en Amazon o en iTunes asociado a su cuenta bancaria. Muchos gabinetes jur¨ªdicos recomiendan recopilar la informaci¨®n, entre ellas la Law Society de Reino Unido que advierte que en Internet hay ¡°propiedades intelectuales de gran valor en riesgo de desaparecer para siempre cuando sus creadores mueran¡±.
Instrucciones sobre qu¨¦ hacer con su legado digital, as¨ª lo piden las agencias especializadas en el tema. ¡°Lo ideal es tener una lista con las claves de la actividad ¡®online¡¯ (el correo electr¨®nico, las cuentas bancarias o las redes sociales) para que la familia pueda gestionarlo todo de una vez, y ahorrar tiempo y dinero¡±, dice la Law Society. Adem¨¢s, hay que especificar las ¨²ltimas voluntades. Es decir, c¨®mo quiere usted despedirse del mundo digital, o a qui¨¦n dejar¨¢ a cargo de sus fotos y cuentas.
El ¡°alma¡± digital
El rastro que vamos dejando de nuestra actividad en Internet se alarga por d¨ªas. Es un registro de nuestras relaciones, odios, amores, intereses y creencias. Se parece bastante a nosotros mismos y da fe de c¨®mo cambiamos con el tiempo. Si lo duda, eche un vistazo a su cuenta de Facebook de 2008, cuando a¨²n escrib¨ªamos en tercera persona. A Hans-Peter Brondmo, jefe de innovaci¨®n y nuevos productos de Nokia, se le atribuye haber acu?ado el t¨¦rmino ¡°alma digital¡± para definir la colecci¨®n de datos que acumulamos en Internet.
Tras hacer una lista con todos los nombres de usuarios y las contrase?as de las p¨¢ginas web donde usted tenga presencia digital, hay que elegir a la persona adecuada para legarle los datos: procure que tenga un m¨ªnimo inter¨¦s por la tecnolog¨ªa y se tome en serio sus pertenencias digitales, ya que en sus manos deja su reputaci¨®n digital. Si lo prefiere, puede dejar el testamento en manos de una empresa especializada, que contactar¨¢ con las empresas por usted.
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