Cl¨¢usulas abusivas

?ngeles Gil, una mujer de Barcelona de 57 a?os y en paro, ha podido beneficiarse de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE que en mayo de 2013 declar¨® ilegal el proceso de ejecuci¨®n hipotecaria previsto, por dejar en situaci¨®n de indefensi¨®n a los desahuciados. Se da la circunstancia de que el mismo juez que propici¨® esa sentencia al elevar el caso Aziz al alto tribunal, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, se ha acogido ahora a ella para obligar a Bankia a devolver a la mujer la vivienda de la que fue expulsada en abril del a?o pasado.

Lo ocurrido en este caso puede ser prototipo de una historia cientos de veces repetida en los ¨²ltimos a?os. El amargo recorrido comienza cuando el beneficiario de una hipoteca deja de pagar una cuota, y termina varios a?os despu¨¦s en un procedimiento de desahucio en el que se queda sin vivienda y con una deuda pendiente. Esta deuda est¨¢ formada por la parte del pr¨¦stamo no cubierta por la subasta y unos intereses de demora que en algunos casos han llegado a ser del 25%.

La cuant¨ªa de los intereses de demora es precisamente una de las cl¨¢usulas que el juez Fern¨¢ndez Seijo ha considerado abusivas en este caso. ?ngeles Gil hab¨ªa avalado con su vivienda un pr¨¦stamo de 100.000 euros suscrito en 2004 por su hija. En 2011, cuando ya se hab¨ªa pagado una parte considerable del pr¨¦stamo, la familia no pudo hacer frente a las cuotas. El banco inst¨® la ejecuci¨®n de la hipoteca cuando apenas se hab¨ªan dejado de pagar cinco mensualidades. En total, 2.354 euros. El mecanismo de ejecuci¨®n previsto en la ley ha cogido por sorpresa a muchos deudores que, al dejar de pagar, cre¨ªan que cuando la entidad les reclamara las cuotas pendientes, podr¨ªan reunir esa cantidad.

Con la ley en la mano, cuando la entidad insta la ejecuci¨®n de una hipoteca no reclama las cuotas que se le adeudan sino la totalidad del pr¨¦stamo, lo que suele ser una cantidad imposible de afrontar. Como en muchos otros casos, al quedar desierta la subasta, el banco se adjudic¨® la vivienda de ?ngeles Gil por el 60% del valor de tasaci¨®n (75.492 euros) y ella se qued¨® en calle y con una deuda pendiente de 13.644 euros de la que tendr¨¢ que responder con sus bienes presentes y futuros. La historia, en todo caso, no termina aqu¨ª, porque la sentencia ser¨¢ recurrida.