La extra?a pareja
En este preciso momento, fundo yo conmigo misma un c¨ªrculo de esos para exigir la renovaci¨®n de la casta del famoseo patrio
Ll¨¢mame esquizoparanoide, pero para m¨ª que hay una mano moviendo los hilos en la sombra. Con toda esta masclet¨¢ de noticias bomba, lo accesorio oculta lo b¨¢sico, lo urgente eclipsa lo importante y los ¨¢rboles no nos dejan ver el bosque. En plata, que mientras los de arriba nos ten¨ªan entretenidos con abdicaciones, proclamaciones e imputaciones perfectamente rutinarias dentro del normal funcionamiento de las instituciones democr¨¢ticas, van los de ?Hola! y me pisan la exclusiva del verano: Fran Rivera se casa con Lourdes Montes. S¨ª, mujer, uno as¨ª chulito que mataba toros, y una pija sevillana que dise?a vestidos de fiesta, valgan las redundancias. Pues eso, que se esposan por la Iglesia deprisa y corriendo porque no ven bonito procrear sin permiso del Alt¨ªsimo. Y yo, entretanto, haciendo un maremoto de la tormenta en un vaso de agua en Zarzuela. ?C¨®mo he podido estar tan ciega?
Un notici¨®n, colegas. Lo del enlace, digo. El hecho de que los novios ya est¨¦n casados hace un a?o; de que ¨¦l lleve lustros dando la murga con que si Roma no le anula su matrimonio para toda la vida con Eugenia de Alba; y de que la dichosa parejita aburrir¨ªa hasta a la oveja Dolly, que en paz descanse, es irrelevante. Se trata de vendernos la burra para luego meternos doblado el bodorrio en la revista, que para eso nuestras celebridades se las pintan solas. Pero la culpa no es suya por vendernos motos n¨¢uticas, sino nuestra, por compr¨¢rselas. Es por eso que, en este preciso momento, fundo yo conmigo misma un c¨ªrculo de esos para exigir la renovaci¨®n de la casta del famoseo patrio. ?No ha jubilado Pablo Iglesias j¨²nior a Rubalcaba ex Maquiavelo sin mov¨¦rsele un fol¨ªculo del pelazo? Pues eso, podemos.
Pero te dec¨ªa que para m¨ª que hay, no s¨¦, un fact¨®tum, un demiurgo, una mano que mece la cuna, y nosotros nos dejamos. Dime t¨², si no, c¨®mo se come la secuencia de terremotos que ha llevado desde la real renuncia a la imputaci¨®n de la exinfanta exCristina en tres semanas clavadas. Si eso no ha sido un mecanismo de relojer¨ªa que venga un guionista de la HBO y lo diga. De pel¨ªcula, ya te digo. Como que es ver al juez Castro y al fiscal Horrach y represent¨¢rseme Jack Lemmon y Walter Matthau en La extra?a pareja. Mucho enredo, mucha estopa y mucha carga de profundidad en sus correspondientes autos. Pero a m¨ª no me quitan de la cabeza que, apagados los focos, quedan para comentar la jugada delante de dos gin-tonics de a litro, los estoy viendo.
Estos d¨ªas est¨¢ dimitiendo gente que no dimit¨ªa nunca. Mira Rubalcaba, oyendo en vida el responso que le ech¨® Su Santidad Jes¨²s Posadas. O a Willy Meyer, inmol¨¢ndose por el pollo de las SICAV m¨¢s solo que la una. O a Magdalena ?lvarez, dejando su puestazo europeo porque le da a ella la real gana, y no porque Alaya la haya imputado, que, cuando se pone flamenca, Maleni es m¨¢s choni que la colecci¨®n de Custo para Lidl. Paparruchas al lado de lo de Fran y Lourdes. Eso s¨ª que es un pelotazo informativo. Lo ¨²nico, que no es de este siglo. T¨®rtolos: yo que vosotros iba cambiando el repertorio. Ahora que los gais alternan con los Reyes en El Pardo y que los obispos van a debatir sobre homosexuales y divorciados en el Vaticano, una reboda hetero, por muy rociera que sea, est¨¢ m¨¢s vista que el perineo de Miley Cyrus. De nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.