A la caza del tesoro oculto en las redes sociales

A Jason Buzi le ha ido bien en su vida profesional. Dedicado a invertir en el sector inmobiliario en San Francisco, asegura que no es multimillonario. Pero tiene dinero m¨¢s que suficiente como para regalarlo. S¨ª, regalarlo. ¡°Algunas personas, cuando ganan mucho, compran cosas o lo guardan en el banco. Claro que yo lo hago, pero tambi¨¦n pens¨¦ en lo que pod¨ªa hacer para ayudar un poco a los dem¨¢s y para que la gente se lo pase bien¡±. As¨ª naci¨® Hidden Cash (dinero escondido), una cuenta en Twitter que da pistas sobre d¨®nde encontrar una paga extra. Empez¨® en su ciudad y el fen¨®meno ya ha cruzado el Atl¨¢ntico. Si tiene un perfil en esta red social y tiempo libre, el pr¨®ximo jueves puede terminar el d¨ªa un poco m¨¢s rico. La b¨²squeda del tesoro ser¨¢ en Madrid.

De las primeras cosas que Buzi deja claro desde el otro lado del tel¨¦fono es que no se trata de caridad. ¡°Yo aporto a obras de caridad. Pero esto no es para las personas necesitadas, ya hay organizaciones para ayudarles. La gente a la que nos dirigimos no necesita el dinero, tienen un tel¨¦fono inteligente, una cuenta en Twitter y solo les puede suponer una ayuda¡±. Las cantidades ocultas tampoco son grandiosas, no superan los 250 d¨®lares (unos 180 euros). Aunque el total impresiona: en seis semanas se han repartido m¨¢s de 18.000 euros.

En Madrid hay en juego entre 1.000 y 1.500. Aunque Buzi no ser¨¢ quien los esconda. ?l es la cara visible de Hidden Cash, pero no es el ¨²nico en vaciar su bolsillo ni ocultar los sobres. Amigos suyos le han ayudado en M¨¦xico DF y Londres, y ahora Thierry aprovechar¨¢ sus vacaciones en Espa?a para visitar a la familia y ser¨¢ su gancho en la capital, como ya lo fue en Nueva York y Brooklyn. ¡°Tenemos un ¨¢rea en mente donde esconder el dinero, y a partir de ah¨ª improvisamos. Se trata de pasear, esconder un sobre, descansar un poco¡­ hay que disimular para que no te pillen¡±, cuenta sin querer revelar su apellido, quiz¨¢ por el peligro de que alg¨²n listillo le busque en Internet y pueda reconocer su cara en plena operaci¨®n.

Las primeras semanas nadie sab¨ªa qui¨¦n hab¨ªa detr¨¢s de Hidden Cash. ?l, un israel¨ª de 43 a?os, que emigr¨® a EE?UU a los 12, y sus amigos quer¨ªan ser an¨®nimos. Buzi dice que nunca busc¨® la fama. Ni siquiera su entorno sab¨ªa de su otro trabajo, asegura Thierry. Fue un medio de comunicaci¨®n qui¨¦n revel¨® su nombre, y entonces decidi¨® contar ¨¦l mismo la historia en la cadena CNN el 9 de junio. ¡°No tenemos una agenda religiosa ni de negocios. Se trata de devolver algo de lo que tenemos y poner una sonrisa en la cara de la gente¡±, dijo en televisi¨®n. ¡°Hemos ayudado a muchas personas, pero, en comparaci¨®n con toda la atenci¨®n medi¨¢tica que estamos teniendo, hemos repartido poco dinero¡±, dice ahora a EL PA?S.

¡°Esto no es una obra de caridad. Nos dirigimos a gente con ¡®smartphone¡¯ y Twitter¡±, dice su creador

Desde el principio, y sobre todo tras dar la cara, recibe muchos mensajes de gente que le pide ayuda econ¨®mica. Pero para Buzi el proyecto es algo m¨¢s que dinero, se trata de divertirse y devolverle algo a la sociedad cuando las cosas le van a uno bien. Con esa idea public¨® este tuit en Hidden Cash: ¡°Puede que en el futuro trabajemos con ONG, as¨ª que si¨¦ntase libre para escribirnos si es el caso. Pero no podemos pagar su coche, alquiler, casa, boda¡­ as¨ª que, por favor, dejen de preguntar. No podemos hacerlo. Lo sentimos¡±. Ninguno de los involucrados est¨¢ en la lista Forbes ¡ªni cerca de ser incluido¡ª, dijo en la carta que public¨® al revelarse su identidad.

Tiene claro la clave del ¨¦xito que ha hecho que Hidden Cash supere los 644.000 seguidores en Twitter en mes y medio. ¡°Es la combinaci¨®n de usar las redes sociales con el poder interactuar con las personas en un mundo en el que cada vez nos relacionamos menos con quienes nos rodean. La gente utiliza Twitter, pero luego vive una experiencia¡±. Una idea a la que ahora, seg¨²n cuenta, le han salido imitadores que esconden marihuana o donuts por San Francisco.

Su siguiente reto es intentar llevar la haza?a a Par¨ªs, donde por el momento han sido vetados por las autoridades ante la posibilidad de que se pueda generar el caos, o Berl¨ªn. Y ya planean c¨®mo atender las peticiones que llegan desde distintas partes del mundo: el mi¨¦rcoles lanzaron una adivinanza v¨ªa Twitter. Si la idea cuaja, empezar¨¢n a dar peque?os premios econ¨®micos.

Buzi ser¨¢ quien d¨¦ las pistas en Twitter cuando los sobres est¨¦n en alg¨²n punto de Madrid. A veces, si la gente va perdida, ayuda incluso con una foto del escondite. Lo que se pide a cambio es un selfie con el hallazgo publicado con el hastag #hiddencash. Atenci¨®n a los pr¨®ximos cazadores del tesoro: Thierry cuenta que oculta el dinero en sitios sin tr¨¢fico para no poner en peligro a los participantes. ?Habr¨¢ que buscar en el Retiro? ?En Madrid R¨ªo? Imposible sacarle una pista.