Conchita Wurst: ¡°La gente no tiene que amarme, tiene que aceptarme¡±
Ganar el festival de Eurovisi¨®n le ha permitido cumplir su sue?o de fama, sorpresas diarias, m¨²sica y petardeo
Fina, de voz aterciopelada, gestos calmados, pesta?as imposibles y suave barba. La cantante Conchita Wurst, pregonera de las fiestas del Orgullo de Madrid (MADO14) y que act¨²a esta tarde en la fiesta-concierto Shangay Pride, en el Vicente Calder¨®n, ha sido una de las sorpresas de los festejos que hasta el domingo revolucionan la capital. ¡°Ya hab¨ªa estado en Madrid, pero solo de paso. Las pocas horas que pas¨¦ en la ciudad me dejaron con ganas de m¨¢s. Not¨¦ que encaj¨¦ con su esp¨ªritu¡±, cuenta con un voluminoso vestido blanco. El mi¨¦rcoles pasado pudo tomarle el pulso a Madrid desde el escenario de la plaza de Chueca, donde, junto a su ¡°gran amiga¡± y adversaria eurovisiva Ruth Lorenzo, dio el pistoletazo de salida a las fiestas m¨¢s emblem¨¢ticas de la capital. ¡°Todo el mundo conoce el Orgullo de Madrid; es uno de los m¨¢s importantes del mundo. Desde ese escenario lo pude sentir. La emoci¨®n y la alegr¨ªa de la gente era muy perceptible¡±.
Ese d¨ªa, tras sus palabras, tambi¨¦n se pudo sentir el enfado y la ira de los presentes. Las protestas contra la alcaldesa Ana Botella, por los cambios y limitaciones a los que ha sometido a la celebraci¨®n, compartieron protagonismo con Conchita. ¡°S¨¦ que ha habido algunos problemas con el Ayuntamiento. Incluso he o¨ªdo que lo tachan de hom¨®fobo¡±, cuenta. ¡°En realidad, no s¨¦ las razones de esa enemistad entre la organizaci¨®n y las autoridades, pero los pol¨ªticos deber¨ªan valorar m¨¢s el evento¡±, responde con cautela. La imagen de diva fr¨ªvola que puede extraerse de la atracci¨®n que provoca con sus apariciones en p¨²blico, se diluye en cuanto comienza a hablar parapetada tras sus pesta?as postizas. ¡°Adem¨¢s de que los madrile?os est¨¢n encantados con el evento, muchos turistas organizan sus vacaciones para acudir al Orgullo. Muchos amigos m¨ªos lo hacen. El Orgullo es algo positivo¡±.
De manera inesperada, el personaje creado por Thomas Neuwirth, de 26 a?os, se ha convertido en un icono de la libertad y de la lucha contra la LGTBfobia. ¡°Honestamente, no era mi objetivo. Simplemente soy un artista que en un momento dado relat¨® sus vivencias. Hago lo que me gusta. Me parece bien que la gente me tome como s¨ªmbolo de la causa LGTB y que me usen para dar visibilidad, pero yo simplemente hac¨ªa lo que me apetec¨ªa¡±, relata. ¡°Sin duda, es incre¨ªble que la gente vea eso en m¨ª. Me siento muy halagada¡±. Su elecci¨®n como representante de Austria para el festival europeo de la canci¨®n fue controvertida. Su triunfo en el mismo, tambi¨¦n. ¡°Es cierto que hubo muchos comentarios negativos y desagradables, pero tambi¨¦n mucha comprensi¨®n. Desde fuera se ve¨ªa a Austria como un pa¨ªs conservador, pero a la vez yo iba a ser su representante en Eurovisi¨®n. Di muchas entrevistas en la televisi¨®n austriaca y me di cuenta de que hab¨ªa mucha gente que no compart¨ªa mis opiniones, pero las respetaba¡±. ¡°Eso es lo que verdaderamente reclamo: la gente no tiene que amarme o quererme sino respetarme y aceptarme¡±
Nunca estuvo preparada para ganar Eurovisi¨®n. ¡°A¨²n hoy en d¨ªa, en ocasiones me tengo que recordar que todo esto est¨¢ ocurriendo porque gan¨¦ el certamen. En ocasiones me cuesta asimilarlo¡±, reconoce. ¡°Es muy raro porque simplemente es un festival. Despu¨¦s del triunfo, todo cambi¨® de un d¨ªa para otro¡±. Tras pasar dos semanas en Copenhague, donde se celebr¨® la gala eurovisiva, volvi¨® a casa. Lo primero que hizo al ver a su familia y amigos fue llorar. ¡°Todo el mundo sabe que yo lloro todo el tiempo¡±, bromea. ¡°No creo que las l¨¢grimas sean un reflejo de debilidad. Soy una persona emotiva. Tambi¨¦n soy una persona fuerte¡±, dice con vehemencia. Lo mejor de ese triunfo ha sido que ha cumplido su sue?o de fama, sorpresas diarias, m¨²sica y petardeo. Lo peor, dormir en los aviones. ¡°Evidentemente ahora es el momento¡±, cuenta mientras explica que est¨¢ preparando un disco con su repertorio. ¡°Mi objetivo es seguir¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.