Construir es pactar

 FOTO: Aitor Ortiz

Esta es una casa de pactos, es decir: un lugar de convivencia. En una ladera con fuerte pendiente de Aiete (Guipuzcoa) dos vecinos compart¨ªan una parcela al 50 %. Uno de ellos ya hab¨ªa construido su casa. La nueva, encargada al estudio donostiarra Vaumm, deb¨ªa velar por su propietario (aprovechar al m¨¢ximo vistas, orientaci¨®n y terreno) sin interferir con quien ya viv¨ªa all¨ª.

Dos viviendas en 1.000 metros cuadrados es un lujo. Para no desmigar el paisaje, el ayuntamiento de Aiete lo llama plan bi-familiar y obliga a las casas a compartir un ¨²nico volumen. Asumir esa premisa deja opciones limitadas: uno debe sumarse a lo que existe comprometiendo sus vistas y hasta su espacio vital. O¡­ tratar de ser ingenioso.

Para evitar el compromiso de acercarse demasiado al vecino, los arquitectos de Vaumm propusieron construir una unidad que sumase dos individualidades. Su estrategia consisti¨® en enlazar f¨ªsicamente las viviendas con elementos comunes: un patio y una azotea.

Con esa idea, trabajaron la secci¨®n redefiniendo los niveles de la vivienda existente. La planta s¨®tano pas¨® a ser planta baja y as¨ª sucesivamente. De esta forma ambos edificios quedaron encuadrados dentro del perfil permitido y sumaron una pieza unitaria.

La vivienda que lleg¨® m¨¢s tarde con tres plantas es hoy, en realidad, una prolongaci¨®n del edificio existente adaptada a la topograf¨ªa. Su planta superior emerge lateralmente sobre la rasante de la terraza de la primera vivienda y solo un pliegue ajardinado de la cubierta distancia ambas construcciones.

La nueva casa gira en torno a un patio interior que permite amplias vistas y mantiene la privacidad, mientras el comedor y el sal¨®n miran al lado contrario, hacia el paisaje.

Como apuntan los arquitectos, en esta casa ¡°la arquitectura resultante es la materializaci¨®n de un acuerdo¡±.

Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitectos: 852 euros.