¡°Cada hora es un tiempo en el que potencialmente podemos salvar una vida¡±
La directora del Programa Mundial de Alimentos cree que se debe trabajar para que las personas puedan alimentarse a s¨ª mismas, sin necesidad de la intervenci¨®n externa
Ertharin Cousin asumi¨® la direcci¨®n del Programa Mundial de Alimentos (PMA) hace dos a?os despu¨¦s de un periplo de m¨¢s de dos d¨¦cadas por diferentes organismos e instituciones, casi siempre trabajando en temas relacionados con la lucha contra el hambre y la pobreza. Entre los objetivos que se marc¨® cuando desembarc¨® en el PMA estaba el de expandir la red de centros log¨ªsticos para poder dar una respuesta m¨¢s r¨¢pida a situaciones de crisis alimentarias, incluso en menos de 24 horas. En esta l¨ªnea, este martes ha inaugurado en Las Palmas un nuevo almac¨¦n de alimentos, medicamentos y ¨²tiles para la asistencia humanitaria.
Durante su estancia en Madrid ha presentado el informe de la ONU sobre el progreso de los Objetivos del Milenio ¡ªentre los que se encuentra la reducci¨®n del hambre y la malnutrici¨®n en el mundo¡ª. Pese a que este objetivo no es ajeno a la mayor¨ªa de la gente, Cousin reconoce que la labor del PMA en este sentido es "bastante desconocida".
Pregunta. ?Cu¨¢l es la labor del Programa Mundial de Alimentos?
Respuesta. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la mayor agencia humanitaria de las Naciones Unidas para luchar en contra del hambre y la malnutrici¨®n en el mundo. Asistimos a entre 80 y 100 millones de personas al a?o. En 2013 ayudamos a 80 millones en 77 pa¨ªses. Principalmente, nuestra labor consiste en responder a situaciones de crisis alimentarias. Pero hacemos m¨¢s que eso. Adem¨¢s, trabajamos asociados a unas 2.000 ONG por todo el mundo, as¨ª como con los gobiernos y organizaciones civiles con los que abordamos qu¨¦ soluciones podemos dar para que estas personas puedan alimentarse a s¨ª mismas sin nuestra intervenci¨®n. Sabemos que la lucha contra el hambre y la reducci¨®n de los niveles de malnutrici¨®n grave pasa porque todo el mundo tenga garantizada la comida todo el a?o. Estamos hablando de que 842 millones de personas en el mundo no tienen esa garant¨ªa. S¨ª tienen comida la mayor parte del a?o, pero no todos los meses. Por eso desde el PMA estamos promoviendo la producci¨®n agr¨ªcola local que asegure que los agricultores pueden sostener a sus familias.
P. ?Qu¨¦ se hace en este sentido?
R. Una de las prioridades es eliminar el desperdicio de alimentos durante el proceso de producci¨®n. Estimamos que hasta un 40% se pierde por las t¨¦cnicas tradicionales de cultivo y la falta de infraestructuras de almacenamiento adecuadas. As¨ª que es fundamental el trabajo con los agricultores para que su producci¨®n no tenga esos niveles de desperdicio y p¨¦rdida. Cualquier mejora de su capacidad de producci¨®n es un paso, en ¨²ltima instancia, en la lucha contra el hambre a largo plazo.
P. Estas son medidas para la prevenci¨®n de hambrunas en los pa¨ªses en desarrollo, pero ?qu¨¦ pueden y deben hacer las econom¨ªas desarrolladas?
R. Hemos comprobado que no es efectivo llevar alimentos de una parte del mundo a otra. Cuando empezamos s¨ª se hac¨ªa mucho esto de llevar comida y materias primas desde los pa¨ªses desarrollados a los que estaban en v¨ªas de desarrollo. R¨¢pido nos dimos cuenta que esa no era una respuesta integral para luchar contra el hambre. Primero, porque nuestra sobreproducci¨®n, lo que mandamos, no es necesariamente lo que ellos necesitan. De hecho, en muchos casos, cuando distribuimos provisiones tenemos un impacto negativo sobre el negocio local, porque provocamos deflaci¨®n en el mercado de alimentos de esos pa¨ªses. Y los que pod¨ªan mantener a su familia porque vend¨ªan sus productos, se quedan sin clientes y dejan de ganar lo suficiente para vivir. En definitiva, llevar comida de una parte del mundo a otra no es ni la soluci¨®n contra el desperdicio de alimentos en la una, ni contra la falta de comida en la otra.
P. Pero las crisis alimentarias ocurren, como en Sud¨¢n del Sur, Rep¨²blica Centroafricana o Siria en estos momentos, y hay que enviar alimentos de manera r¨¢pida.
R. S¨ª. De hecho, a Sud¨¢n del Sur estamos llevando comida porque, como en Siria, la poblaci¨®n no tiene acceso a los alimentos. Pero en el PMA intentamos comprar a pa¨ªses en desarrollo. El 70% de lo que distribuimos lo adquirimos en esos pa¨ªses y as¨ª tambi¨¦n ayudamos a sus econom¨ªas. Es verdad que tambi¨¦n los ricos, como EE UU por ejemplo, donan alimentos y fondos para actuar en estas crisis. La clave es d¨®nde tenemos los almacenes para poder llevar la mercanc¨ªa r¨¢pidamente all¨ª donde es necesaria. Por eso, la llevamos a nuestros centros log¨ªsticos en el mundo, como Las Palmas o Dub¨¢i, y as¨ª la tenemos cerca de donde se puede necesitar. Es muy importante para dar una respuesta r¨¢pida y apropiada en cada momento.
P. Pese a los esfuerzos, el Objetivo del Milenio de reducir en dos terceras partes el n¨²mero de personas que pasan hambre y sufren malnutrici¨®n no se va a conseguir, ?qu¨¦ ha pasado?
R. Creo que el objetivo se ha conseguido. No en todos los pa¨ªses, pero s¨ª en 40, donde se ha reducido el n¨²mero de personas que pasan hambre o son pobres. Necesitamos celebrar esos avances, aunque siendo conscientes de que queda trabajo por hacer. Hay todav¨ªa muchos lugares del mundo donde el objetivo no se ha alcanzado, pero en algunos est¨¢n cerca y tenemos que ayudarles a seguir en esa l¨ªnea. Si no reconocemos su progreso, la inversi¨®n y el esfuerzo que hacen algunos gobiernos y organizaciones, si dejamos de darles soporte, no van a continuar trabajando por conseguir el objetivo.
P. Habla de gobiernos y organizaciones civiles, pero ?qu¨¦ papel tienen las empresas multinacionales en la lucha contra el hambre?
R. No puedo hablar por todas las multinacionales y la industria alimentaria en general. Pero s¨ª puedo decir que tenemos aliados en el sector privado y trabajamos cada d¨ªa para que sean m¨¢s. De hecho, he sido invitada por el G-20 para que les cuente qu¨¦ m¨¢s pueden hacer. Las compa?¨ªas son un actor importante en la lucha contra el hambre y la malnutrici¨®n, y muchos en la industria alimentaria trabajan para ofrecernos nuevos productos que podamos distribuir. Podemos criticar a las empresas que no est¨¢n ayudando, pero prefiero reconocer a las que s¨ª lo hacen, y que cada vez son m¨¢s.
P. En esa reuni¨®n que tendr¨¢ en el G-20, ?qu¨¦ les pedir¨¢ que hagan?
R. Pueden invertir en nuestro trabajo. Un aparte importante de los fondos del PMA vienen del sector privado. Adem¨¢s, las empresas alimentarias nos pueden aportar su experiencia. Tambi¨¦n colaboramos con compa?¨ªas a¨¦reas para el transporte de alimentos y personas. No podr¨ªamos hacer lo que hacemos sin el sector privado.
P. Se ha inaugurado un almac¨¦n gestionado por el PMA en Las Palmas, ?qu¨¦ supone a?adir este nuevo enclave?
R. Nuestros almacenes nos permiten dar una respuesta r¨¢pida y eficaz en cualquier parte del mundo. Abrimos el primero en Brindisi (Italia) y r¨¢pido nos dimos cuenta de los grandes beneficios que ten¨ªa disponer de alimentos y medicinas en una localizaci¨®n desde la que pod¨ªamos llegar f¨¢cilmente a los pa¨ªses subsaharianos y tambi¨¦n Oriente Medio. Decidimos que ten¨ªamos que crear una red y abrimos nuevos centros log¨ªsticos en Dub¨¢i, Ghana, Malasia, Panam¨¢ y, ahora, Las Palmas. Con esta Red, el PMA y el resto de socios humanitarios puede trabajar mejor y m¨¢s r¨¢pido para ayudar a los sufren hambre y malnutrici¨®n.
P. ?Cu¨¢les son los tiempos de respuesta?
R. Ahora mismo tenemos el objetivo de llegar en 48 horas a cualquier parte del mundo. Pero he sugerido a mi equipo que tenemos que hacerlo en 24 porque la gente que sufre una emergencia, por una inundaci¨®n o una sequ¨ªa, no puede esperar. Cada hora es un tiempo en el que potencialmente podemos salvar una vida.
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