Imposible jubilar a Armani
El dise?ador cumple 80 a?os con proyectos como vestir a los jugadores del Bayern o montar su propio museo
Pelo firme, bronceado inalterable, f¨ªsico vigoroso. La imagen del hombre que sal¨ªa a saludar al final del desfile de alta costura de su propia firma en Par¨ªs el martes no era la de alguien que est¨¦ para jubilarse. Giorgio Armani cumple hoy 80 a?os y no parece pensar en retirarse. Su marca es de las m¨¢s valoradas del planeta, estandarte del made in Italy y una de las pocas firmas aut¨®ctonas que se mantiene orgullosamente independiente y autosuficiente, a diferencia de Fendi o Gucci, hoy propiedad de multinacionales del lujo como LVMH y Kering. Y dadas las ¨²ltimas cifras que maneja, raro ser¨¢ que se venda. Al menos, mientras ¨¦l siga llevando las riendas. Solo en 2013, los beneficios totales de Giorgio Armani S.p.A. (que aglutina ocho marcas) y sus licencias alcanzaron los 7.750 millones de euros de ingresos, 350 millones m¨¢s que el a?o anterior. Y en el primer semestre de 2014 la compa?¨ªa subi¨® un 6%. Forbes sit¨²a en su lista m¨¢s reciente al dise?ador como la quinta persona m¨¢s rica de Italia, con un patrimonio de 9.500 millones de euros, entre los que se incluyen diez casas y un yate, e inversiones en hoteles de lujo a su nombre en Mil¨¢n y Dub¨¢i.
M¨¢s all¨¢ de las mareantes cifras, el patriarca de la industria italiana mantiene una actividad fren¨¦tica que extiende sus tent¨¢culos hasta el mundo del arte, el cine o los deportes. Su ¨²ltima gran alegr¨ªa, ver ganar la liga de baloncesto italiana tras 18 a?os sin hacerse con el t¨ªtulo al EA7 Olimpia Milano, el equipo al que salv¨® de la bancarrota y del que es ¨²nico due?o desde 2008. Tambi¨¦n es devoto del f¨²tbol: a finales de mayo firm¨® para vestir tres a?os a Guardiola y sus chicos del Bayern de Munich. Les proveer¨¢ de todo lo que precisen fuera del campo: desde trajes con etiquetas personalizadas hasta gafas, productos de belleza o el trolley de viaje. Antes, entre 2007 y 2009, sirvi¨® de dise?ador de cabecera para el Chelsea FC. A eso le suma su acuerdo con el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Nacional Italiano (CONI) para seguir vistiendo a sus atletas. Suyos ser¨¢n los atuendos que veamos en los Juegos de R¨ªo de Janeiro de 2016. ¡°Armani es la mejor tarjeta de presentaci¨®n posible para promocionar una imagen victoriosa del deporte italiano¡±, ha expresado con orgullo el presidente del CONI, Giovanni Malag¨°.
Su asociaci¨®n con el arte llevar¨¢ a Armani a financiar con 300.000 euros la exhibici¨®n dedicada al arquitecto renacentista Donato Bramante, que podr¨¢ verse en la Pinacoteca de Brera (Mil¨¢n) a partir del 11 de noviembre. Y, siguiendo los pasos de Gucci (que abri¨® su propio museo en Florencia en 2011) y Valentino (que, mientras negocia la posible apertura de uno propio en Roma, cuenta con uno virtual), Armani ha anunciado que piensa desplegar su archivo en Mil¨¢n. Ser¨¢ en la antigua f¨¢brica de Nestl¨¦ que hoy ocupa el Teatro Armani, en la milanesa via Bergognone y ver¨¢ la luz coincidiendo con la Exposici¨®n Universal que se celebrar¨¢ en la ciudad italiana en 2015. ¡°Ser¨¢ un centro cultural, un espacio abierto a las artes y a los estudiosos de la moda. Algo as¨ª como mi propia Tate Gallery¡±, desvelaba tras su ¨²ltimo desfile de Emporio Armani, a finales de junio.
Mientras, perpet¨²a su propia galer¨ªa de famosos. La prueba estaba en la primera fila de su desfile de Armani Priv¨¦ de esta semana, donde se aseguraba el recambio sumando a su fiel Sof¨ªa Loren celebridades de nuevo cu?o como la actriz de 17 a?os Chlo? Grace Moretz o el llamativo Jared Leto. Mantiene sus contactos en Hollywood: su amigo Scorsese, con quien tanto ha trabajado a lo largo de los a?os, le encarg¨® que vistiera a DiCaprio en El lobo de Wall Street, y dijo ¡°Giorgio revolucion¨® el dise?o para el hombre. Nos dio una nueva idea de la elegancia y sigue corriendo al ritmo de los tiempos¡±.
En el ¨²ltimo festival de Cannes, el modisto escenific¨® una vez m¨¢s su poder aglutinador orquestando una fiesta junto a Graydon Carter, editor de Vanity Fair, a la que acudieron Cate Blanchett, Naomi Watts, Harrison Ford, Robert Pattinson o Jennifer Lawrence, entre otros muchos, adem¨¢s de su sobrina Roberta Armani, que act¨²a como embajadora de la firma all¨¢ donde se produzca la apertura de una nueva tienda.
Trabajo no le falta a su potencial heredera: el grupo, que emplea a 3.000 personas, cuenta con casi 2.500 tiendas en el mundo. Las ¨²ltimas, en lugares como Kazajist¨¢n, San Petersburgo, Sao Paulo o Hong Kong. Solo en China, sus ventas crecieron m¨¢s de un tercio en 2012. Consciente de la importancia de abrirse paso en estos nuevos mercados, Armani invirti¨® cerca de 100 millones de euros en reforzar la distribuci¨®n de sus productos en 2013, seg¨²n informaba en mayo Women¡¯s Wear Daily.
Para mejorar la gesti¨®n de la empresa que fund¨® hace casi 40 a?os, hoy convertida en una maquinaria inmensa, fue dividida en varias sociedades. Recientemente las operaciones de tres de ellas, situadas en el extranjero, le valieron al modisto un tir¨®n de orejas por parte del fisco italiano. Estas empresas sat¨¦lites actuaron entre 2002 y 2009 como la casa madre: ten¨ªan un capital, sus recursos, su plantilla y decid¨ªan c¨®mo moverse en el mercado local. Al revisar los libros de cuentas y declaraciones de la renta, la polic¨ªa fiscal encontr¨® irregularidades. Seg¨²n informaba el diario econ¨®mico Il Sole 24 ore, Armani zanj¨® la situaci¨®n con Hacienda extendiendo un cheque de 270 millones de euros. Sin clamores, sin quejas. Tratando de probar su maestr¨ªa tambi¨¦n a la hora de pagar impuestos (corresponde al Estado con el 44,5% de lo que ingresa), a diferencia de colegas como Dolce & Gabbana, que incluso organizaron piquetes y protestas contra las ¡°pretensiones¡± de las arcas p¨²blicas. Hechas las paces, el rey Giorgio mantiene la corona y se resiste a abdicar con el esp¨ªritu, como dice su bi¨®grafa Renata Molho, ¡°de un ni?o que no quiere bajarse del columpio¡±.
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