Medidas dr¨¢sticas
Hollande prescinde de la popularidad y opta por decisiones tajantes para activar la econom¨ªa
El inicio de la reforma presupuestaria francesa ¡ªcon la aprobaci¨®n el mi¨¦rcoles del proyecto de ley que recorta 22.000 millones en pensiones y protecci¨®n social en tres a?os¡ª consagra el giro en la pol¨ªtica de Fran?ois Hollande y su equipo hacia posturas m¨¢s realistas. El viraje se produce tras sus p¨¦simos resultados en las elecciones europeas y en un momento en que el populismo radical de extrema derecha est¨¢ inflingiendo severas derrotas electorales a los dem¨¢s partidos pol¨ªticos, hacia la iquierda y la derecha.
Editoriales anteriores
El objetivo de Hollande y de su primer ministro, Manuel Valls, el aquitecto del viraje, es ahorrar un total de 50.000 millones de euros y forzar el crecimiento de la econom¨ªa del pa¨ªs vecino estimulando el consumo y la inversi¨®n. El reto para el Gobierno franc¨¦s es que debe aplicar esta bater¨ªa de medidas mediante importantes recortes que afectan sobre todo a sectores que est¨¢n sufriendo la crisis y que manifiestan su decepci¨®n, cuando no su hostilidad, con el sistema.
Pero el mandatario franc¨¦s es consciente de que se le agotan las posibilidades y el tiempo; y se ha inclinado hacia un plan muy similar al que adopt¨® en 2005 otro mandatario de izquierdas europeo, el alem¨¢n Gerhard Schr?eder. La estrategia le cost¨® las elecciones al canciller, pero sent¨® las bases sobre las que Alemania ha podido abordar con ¨¦xito la mayor crisis econ¨®mica desde el final de la II?Guerra Mundial.
Tener el ¨ªndice de popularidad por los suelos implica que d¨ªficilmente las cosas van a ir a peor; el dirigente que lo sufre puede, por tanto, llamar a las cosas por su nombre. Hollande ¡ªcon apenas un 18% de aprobaci¨®n, algo in¨¦dito en un presidente de la Rep¨²blica¡ª considera que estos duros ajustes forman parte de un pacto de responsabilidad y su primer ministro, Valls, asegura que llevar¨¢ las reformas ¡°hasta el final¡±.
Pero la convulsi¨®n creada por los recortes abre fuertes grietas en el suelo que pisan ambos; un sector del Partido Socialista les recrimina que gobiernen de espaldas a la Asamblea Nacional y exige la celebraci¨®n de un congreso para elegir una nueva direcci¨®n socialista. En todo caso, no s¨®lo est¨¢ en juego el futuro pol¨ªtico de Hollande y de Valls. La UE no puede permitirse que Francia no ocupe un lugar central entre los motores que contribuyan a la recuperaci¨®n econ¨®mica del continente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.