Los que tuvimos que conocer el exilio
En el suplemento Domingo del pasado d¨ªa 20 de julio, nos ofrecieron unos espl¨¦ndidos art¨ªculos sobre el exilio republicano de 1936 a 1939. Para los que hoy estamos en torno a los 80 a?os y siendo unos ni?os tuvimos que conocer el exilio, abandonar nuestra casa, cruzar la frontera (en nuestro caso por Ir¨²n), para ser acogidos en un campo de refugiados en Angl¨¦ (Francia), nos conmueve profundamente haber formado parte de esa comunidad de espa?oles exiliados, porque, aunque no nos quedamos en el extranjero, al regresar a Espa?a sufrimos una forma de exilio interior que se aplic¨® brutalmente, a las familias represaliadas por la dictadura, por haberse opuesto a la rebeli¨®n militar. Por eso apreciamos esa manera tan singularmente afectiva y documentada con la que han tratado el exilio.
Si, como ha dicho Emilio Lled¨®, la memoria es la casa de la cultura, la memoria del exilio debe ser la casa donde hoy encuentren acogida los pueblos que sufren, desde los palestinos hasta los ni?os emigrantes-sin-papeles.
Como, a pesar de estar suscritos a este peri¨®dico mi mujer y yo desde su creaci¨®n, nunca me han publicado nada, no sufrir¨¦ por continuar marginado.¡ª Armando Benito Calleja.
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